#NiUnaMenos, un grito que llegó para quedarse

Imposible sentarse a escribir sin que la bronca por las más de 2.000 mujeres que nos faltan desde el 2008 se haga presente. Pero una vez más el dolor y la indignación se hicieron lucha y este 3J, en todo el país, cientos de miles de gargantas gritamos casi al unísono #NiUnaMenos!, #VivasNosQueremos! Aquí compartimos algunas conclusiones para fortalecer el reclamo colectivo.

 Un grito que llegó para quedarse

Con más de 200 movilizaciones en el país -destacándose Córdoba y Rosario- y más de 100 mil personas marchando desde Congreso a Plaza de Mayo el 3J ya se instaló en la agenda nacional, no sólo del movimiento de mujeres sino de casi toda la sociedad.

El 3J del año pasado ya había sacudido todas las estructuras. Fue la bisagra que hizo que muchos grandes medios dejen de decir crimen pasional y comiencen a llamar a los homicidios de mujeres por su género como lo que son: femicidios. Fue el grito que sirvió para que en las casas y lugares de trabajo o estudio se empiece a hablar sobre las situaciones de violencia de género que, en distintas formas, las mujeres de toda edad atravesamos a lo largo de nuestras vidas.

Ni Una Menos llegó para quedarse. Se expresó en las presencias, en las banderas, pancartas, cartelitos y cánticos en cada rincón de la geografía. Se expresó con emoción al recordar a las víctimas de femicidio, cuyos nombres desde la cabecera de la marcha en Buenos Aires iba leyendo nuestra compañera Vilma Ripoll mientras los familiares respondían ¡presente! “¿Y la justicia?”, preguntaba Vilma. “¡Ausente!”, era la respuesta.

 Un grito que cruza muchos ámbitos

Esta nueva y multitudinaria manifestación se da ante un gobierno nacional que genera un rechazo popular creciente. Con las áreas de asistencia en violencia sin recursos, los observatorios de género sin funcionar, los programas de Salud Sexual y Reproductiva casi desguazados y un duro ajuste que nos afecta más a las mujeres, este #NiUnaMenos unió a muy diferentes corrientes políticas e ideológicas. Esta unidad de acción, a su vez, fue un factor clave que potenció la concurrencia de miles y miles de mujeres y hombres en forma independiente.

Así como la marcha universitaria en abril o la convocatoria de las dos CTA el 2J, con mucha más repercusión el #NiUnaMenos convocó a un amplio arco de organizaciones. En Buenos Aires, abarcó desde el massismo y todo el espacio K hasta la centroizquierda y el conjunto de la izquierda, varios sindicatos, centros de estudiantes y agrupaciones sociales. En Salta, La Plata y otras ciudades hubo acciones separadas. En todos los casos estuvo ausente el PRO-Cambiemos.

Sabiendo que existen diferencias con las otras organizaciones que salieron junto con nosotrxs a las calles, creemos importante priorizar la unidad de acción. Sin eliminar los debates ni el intercambio de opiniones, esto es decisivo para fortalecer la lucha.

A su vez, el hecho de que las marchas del 3J fueran a Plaza de Mayo o a los lugares símbolos del poder significa que hay conciencia sobre los responsables políticos por la falta de respuesta ante los femicidios y la violencia machista: el gobierno de Macri y los gobernadores.

Cada vez más Juntas y a la Izquierda

En todo el país desde Juntas y a la Izquierda y el MST salimos a las calles por Ni Una Menos. También dijimos que Vivas Nos Queremos y libres de andar sin temores por nuestra condición de mujeres. Y exigimos la libertad para Belén, el derecho al aborto y otros puntos.

Un reclamo central es el de un presupuesto de emergencia para la Ley 26.485 y que las organizaciones de mujeres controlemos el uso de esos fondos. Para que no pase como con el Presupuesto 2015 del Consejo Nacional de las Mujeres, cuyo 40% no se utilizó y fue devuelto por Fabiana Túñez. Hace falta plata para abrir refugios en todo el país, ya que estamos cien veces por debajo de lo necesario: sólo hay 43 cuando necesitaríamos 4.300. Y como en uno de cada tres casos la restricción perimetral es violada, queremos invertir la responsabilidad: en vez del botón antipánico para la víctima, que se monitoree al violento con tobillera electrónica controlada por las organizaciones sociales.

Necesitamos presupuesto para que se aplique la Ley de Patrocinio Jurídico Gratuito. Y para combatir el machismo institucional, queremos que los jueces y comisarios sean elegidos por voto popular y que sus cargos sean revocables.

¿Pero de dónde viene la violencia de género? No es un problema individual, sino social. Este sistema capitalista y patriarcal mantiene la desigualdad y la opresión de la mujer porque de ella obtiene beneficios económicos. Por eso todos sus gobiernos e instituciones habilitan las conductas y la violencia machistas. Y por eso damos la pelea antipatriarcal como parte inseparable de la lucha por terminar con el capitalismo, lo que nos diferencia obviamente del PRO así como de Massa, el PJ y las demás corrientes burguesas o reformistas.

Para seguir defendiendo juntas nuestros derechos como mujeres, y para mejor comprender y profundizar los temas de género, te invitamos a que seas parte de nuestra organización. Mientras más Juntas y a la Izquierda nos encontremos, más cerca estaremos de lograr una sociedad distinta, en donde las mujeres seamos “socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.

Flor Carral