Un debate político sobre Brasil y Argentina. PTS: capitulación y electoralismo

En La Izquierda Diario, en una nota de Thiago Rodrigues, el PTS difunde un balance de las elecciones de Brasil y Porto Alegre. Allí dice: “Luciana Genro pertenece a la misma organización internacional que el MST de Argentina y en las elecciones del pasado domingo lejos de pasar a la segunda vuelta apenas alcanzó el quinto lugar en los resultados finales… Genro y los dirigentes y parlamentarios del PSOL gaúcho, Pedro Ruas, Roberto Robaina y Fernanda Melchionna, no reconocen la derrota electoral partiendo de los objetivos que ellos mismos se propusieron: llegar al segundo turno e incluso ganar la intendencia. De este modo, evitan tener que explicar los motivos de su derrota. El poco tiempo de TV y las normas reaccionarias de las elecciones pueden ser parte de la explicación, pero no lo explican todo”.
Con esos dichos, La Izquierda Diario le lava la cara al régimen político burgués brasilero, ya que el problema de los espacios en TV tuvo un peso muy grande en la elección. El régimen utilizó esa y otras artimañas para debilitar a la izquierda. Pero el PTS coloca el problema al pasar, de modo secundario, en vez de denunciarlo fuerte como bien hicieron Luciana y el PSOL. Además, hablar de “derrota electoral” sólo entra en su irreal e increíble análisis. En Porto Alegre el PSOL fue un actor central durante toda la campaña como expresión de la izquierda y creció claramente en relación a elecciones anteriores. Que el régimen lograra mediante maniobras y control mediático y financiero que no llegara a segundo turno es real, pero en ningún caso puede hablarse de derrota del PSOL, que sale en muchos lados, incluido Porto Alegre, con una mayor bancada de concejales y más reconocido por franjas populares.

Falsedades y capitulación al PT

Ocultando estos hechos evidentes, el PTS dice que Luciana Genro “apoyó al golpismo hasta la víspera de la votación”. Así combina falsedades y capitulación al PT. Durante meses Luciana denunció a las elites políticas brasileras, a Eduardo Cunha y al impeachment. Hay discursos, volantes, videos, actos y todo tipo de expresiones en ese sentido. El PTS falsea la realidad para tapar su capitulación, la misma que tuvo durante la crisis política brasilera. Porque así como había que denunciar y rechazar al impeachment, no se podía hacerlo dándole apoyo político al gobierno de Dilma, envuelto entre ajustes al pueblo y corrupción desde el poder del Estado. Hacía falta una posición independiente y de izquierda, que el PTS y su grupo brasilero nunca tuvieron.
En su afán de demostrar lo indemostrable llegan al ridículo y afirman: “el discurso de Freixo y Luciana Genero fueron opuestos… Freixo reunía a sus simpatizantes y afirmaba que su alianza ya estaba hecha, era con los movimientos sociales y activistas”, como si eso fuera algo distinto a lo que se hizo en Porto Alegre. Una falacia. Basta recordarle al PTS lo que Luciana decía en su campaña: “La apropiación de la ciudad por su pueblo sólo ocurrirá si los movimientos sociales y las organizaciones populares se unen para romper las barreras de la burocracia… La respuesta debe ser la lucha, la movilización y la articulación de los movimientos”. Será por eso que hoy Freixo recibe en Río el apoyo de Luciana y todo el PSOL, mientras el PTS debate en la estratósfera.

Electoralismo oportunista

La nota del PTS también afirma: “El balance de estas elecciones debe servir para abrir un espacio a una nueva izquierda en Porto Alegre, obrera y socialista, que señale el camino para superar al PT, en lucha contra el golpe y la conciliación de clases petista. El FIT en la Argentina es un ejemplo a nivel internacional de la viabilidad de un proyecto clasista y revolucionario”.
Es preciso destacar dos incoherencias. Por un lado el 12% del PSOL en Porto Alegre y sus votaciones en Río, Belén y otras ciudades son una muestra concreta de un camino a la izquierda para superar al PT. Si los editores de La Izquierda Diario no encuentran ese camino es su problema, pero no deberían hablar de otro camino, inexistente en la realidad.
La segunda incoherencia es de contenido. El PSOL es una fuerza plural de izquierda, con tendencias provenientes de distintas ramas ideológicas, que crece incorporando a nuevos sectores. En Brasil el pequeño grupo del PTS intentó utilizar el peso del PSOL a como dé lugar y allí puso sus candidatos. Pero a la vez propone como ejemplo al FIT argentino, que es una construcción cerrada, no permite el ingreso de ninguna corriente de opinión de izquierda distinta ni quiere unidad con otras fuerzas de izquierda. Por eso no está planteado en la realidad que el FIT dé un salto adelante y por eso no es un ejemplo a seguir.
La explicación para estas incoherencias es política: el PTS y su corriente internacional son altamente electoralistas. En la Argentina, quiere mantener el FIT como cooperativa electoral ajena a la lucha de clases. Por eso no quiere unirse con nadie más en la izquierda: cuida su “negocio” sin importarle derrotar de verdad al régimen burgués. Y en Brasil, para buscar alguna vez tener un cargo, debe aceptar la lógica amplia y plural del PSOL, en la que no cree. Lo hace solo por conveniencia electoralera.
Lo que hace falta en la izquierda es un proyecto distinto a esta visión oportunista. En Brasil, fortaleciendo al PSOL como opción amplia de izquierda, trabajando para fortalecer sus alas anticapitalistas. Y aquí, dando pasos para construir algo nuevo y distinto al sectarismo del FIT. Por eso desde el MST invitamos a toda la militancia de izquierda política y social a transitar este camino. A forjar una nueva alternativa unitaria y de izquierda para disputarle en serio al sistema y al régimen, con un programa anticapitalista y socialista, y abierta a todas las tendencias de opinión. Por este camino podemos avanzar. Por el del PTS sólo se cristaliza un proyecto electoralista que se niega a una unidad mayor y es funcional a los partidos del sistema.

Sergio García