Ex Padelai, repudiamos el desalojo. Vivienda digna para todxs

En la madrugada del miércoles 4, la policía realizó un mega operativo para llevar a cabo una orden de desalojo del ex Patronato de la Infancia, Padelai. Montaron un vallado perimetral muy extenso que impedía entrar y salir de la zona, llevaron carros hidrantes, infantería, agentes de civil y de calle y camiones de mudanza. Fue una verdadera invasión de una parte del barrio. El objetivo, dejar en la calle 62 familias o a lo sumo llevarlos a un parador de la Ciudad. Una vergüenza repudiable.

La orden de desalojo fue librada por la jueza María Lorena Tula del Moral, a partir de la denuncia por usurpación realizada por el Gobierno de la Ciudad. Esto es una falsedad, hay quienes viven allí hace más de 30 e incluso, en algún momento, lograron el título de propiedad a partir de formar una cooperativa. Tienen una historia en el barrio que también soportó el violento desalojo del 2003.

Desde que salió la orden de desalojo, los vecinos llamaron a asambleas abiertas y pidieron apoyo. Hicieron lo propio ante la disposición del operativo para desalojar. Fue así que distintas organizaciones políticas y sociales acudimos al llamado. Alejandro Bodart y Vilma Ripoll llevaron su apoyo a las asambleas, y el MST en Izquierda al Frente, con militantes y vecinos de San Telmo y La Boca estuvieron de principio a fin en el Padelai.

Como vienen haciendo hace tiempo, los vecinos demostraron una y otra vez su voluntad de dialogar. Incluso fueron muy claros en expresar que estaban dispuestos a entregar el edificio, pidiendo que el gobierno cumpla sus promesas. Hubo toda clase de idas y vueltas, ofrecimientos y maniobras, sobre la base de amenaza de desalojo. Entrada la mañana llegaron a algunos puntos de consenso con los funcionarios: entregar las instalaciones pacíficamente, realizar inmediatamente un censo de habitantes, que el gobierno otorgue subsidios a algunas familias y créditos a otras a determinar. Así, por la mañana, esto se empezó a ejecutar, con muy poco tiempo para que los vecinos se pudieran reubicar. El objetivo original era el desalojo sin más. Fue la presencia de vecinos y organizaciones la que obligó al gobierno a negociar.

Ahora se abre un gran interrogante sobre la verdadera intención de Larreta y Macri de cumplir lo conversado. Hay que apoyar a los vecinos para que el gobierno cumpla, no como hicieron en el Barrio Papa Francisco. Esto todavía no terminó y hay que estar alerta y dispuestos a seguir reclamando.

El accionar de este gobierno de los ricos y empresarios hacia los desalojos tiene patrones comunes. El poder político, la justicia y la policía coordinan para perjudicar a los más pobres y necesitados, a los que menos tienen. No les importa que las familias queden en la calle.

Al enorme déficit de tierras y vivienda que tiene la CABA responden con desalojo y represión, montando campañas falsas de que son todos vagos y quieren todo de arriba, cuando en realidad lo que quieren son créditos accesibles para tener una casita. El PRO quiere las tierras y edificios para fomentar negociados inmobiliarios, por encima de todo. El IVC prácticamente no existe.

En este marco, es imposible soslayar el rol del Frente Para la Victoria. Por un lado en todo el proceso hubo honestos compas kirchneristas que desde agrupaciones políticas y vecinales se jugaron por apoyar a los vecinos del ex Padelai, poniendo el cuerpo también ante la eventual represión, con los cuales peleamos en unidad de acción. Por otro lado, los diputados y altos dirigentes que dejaron prácticamente aislado al Padelai para quienes resistir con aguante es sólo una consigna, tal es así que se borraron en los momentos más difíciles y no pusieron todos sus recursos políticos al servicio del reclamo. El kirchnerista Alejandro Amor, Defensor del Pueblo, podría haber cumplido un rol destacado, intercediendo para evitar el desalojo y garantizar una salida digna. Sin embargo, brilló por su ausencia pese a los múltiples llamados que se le hicieron.

Esto no es casualidad. El pacto PRO-K en la Capital, hace años que le viene permitiendo avanzar al macrismo. Hacen que se pelean, pero cuando se trata de garantizar los grandes negociados inmobiliarios son socios y los legisladores K le votan todo. Este fue el trasfondo de lo sucedido en el 2003 y lo que sucede hoy.

El Indoamericano, el Barrio Papa Francisco en Villa Lugano y el ex Padelai en San Telmo, son apenas algunos ejemplos del drama de la tierra y la vivienda en la CABA. Y se van a seguir repitiendo para las grandes mayorías populares. Desde el MST en Izquierda al Frente vamos a seguir apoyando a los más necesitados, por un plan popular de viviendas dignas, para que no se haga costumbre que los pobres tienen que vivir en pésimas condiciones o en la calle, para que no se haga común que el capitalismo imponga sus condiciones de marginalidad y represión a los de abajo.