Luciano Arruga: 8 años de impunidad
El sábado 28 de enero se realizó una multitudinaria marcha en La Matanza al cumplirse 8 años de la desaparición forzada y asesinato de Luciano Arruga en manos de la policía bonaerense. Como todos los años, Vilma Ripoll, Sonia Magasinik y los compañeros y compañeras del MST en Izquierda al Frente por el Socialismo acompañamos a Vanesa, su hermana, a Mónica, su mamá y a todos sus familiares y amigos para exigir justicia por Luciano y castigo a los responsables materiales y políticos.
La cita fue en el cruce de las Av. Gral. Paz y Mosconi, ante la mirada hostil de los uniformados de la garita policial. La principal consigna de la nutrida y combativa columna, compuesta en su mayoría por jóvenes, fue “33 años de gobiernos constitucionales, torturando, asesinando y desapareciendo a los jóvenes de nuestros barrios, no es violencia institucional es represión estatal. No a la baja de edad de imputabilidad».
El destino de la movilización fue la plaza Luciano Arruga, en el barrio 12 de Octubre. Allí, en un hecho previo, Luciano fue detenido, transportado ilegalmente en un patrullero y torturado por negarse a robar para ellos en un destacamento policial que no contaba con instalaciones para detener personas, y mucho menos menores de edad. Julio Diego Torales, el oficial principal a cargo de la dependencia policial en ese momento, fue condenado a 10 años de prisión por torturas, en mayo del 2015 por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de La Matanza.
La última vez que lo vieron con vida a Luciano fue en ese mismo destacamento el 31 de enero de 2009. Su cuerpo apareció, en octubre de 2014 enterrado como NN en el Cementerio de la Chacarita. La inverosímil versión oficial relata que el adolescente de 16 años fue atropellado al intentar cruzar por un lugar inaccesible de la Av. Gral Paz, que luego falleció en el Hospital Santojanni y derivado a la Morgue del Cuerpo Médico Forense a pesar de que sus familiares se habían acercado esa noche a dicho Hospital en búsqueda de su paradero.
La familia continúa exigiendo que se avance en la investigación y se esclarezca definitivamente el caso; en este momento la causa está en proceso de instrucción, aun no hay ningún procesado. Es imprescindible que se castigue a los autores materiales y se delimiten las responsabilidades políticas de Fernando Espinoza y Daniel Scioli quienes fueran Intendente de La Matanza y Gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Luciano se ha convertido en un caso paradigmático, porque representa a muchos otros pibes que son perseguidos y hostigados por las fuerzas represivas, muchas veces obligados a delinquir para ellos. Luciano es un símbolo de la brutalidad policial, la complicidad judicial y las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado argentino en democracia. Un Estado que empuja a miles de niños, niñas y adolescentes a la marginalidad, les niega el derecho a soñar con un futuro, y de manera perversa levanta la falsa solución de la mano dura o de bajar la edad de imputabilidad casi hasta la cuna si pudieran.
A su vez, Luciano Arruga es un ejemplo de que la organización popular, la unidad de acción y la lucha en las calles es la mejor herramienta para visibilizar estas injusticias y enfrentar a quienes pretenden someternos y explotarnos.
Sonia Magasinik