Recule de Macri y triunfo de los bancarios: TRIPLETE CONTRA EL AJUSTE
Si se tratara de un video juego, el día de ayer hubiese sido el de game over para el gobierno de Macri y Cambiemos. En primer lugar, asediado por la presión popular y el rechazo masivo al escandaloso acuerdo intrafamiliar por el correo, se vio obligado a retroceder e “instruir” al ministro Aguad (el otro imputado) para volver a foja cero. Por otra parte, el intento de “ahorrar” 3 mil millones de pesos a costa de los jubilados cayó apenas unas horas después de anunciarse, actuando como combustible para la bronca que ya venía subiendo. Por último, en una verdadera lección de que cuando se pelea, se puede ganar, los bancarios impusieron su paritaria y más allá de las particularidades del acuerdo, le torcieron el brazo al gobierno y a la patronal, rompieron la pauta miserable del 18% y mostraron un destello del poder de los trabajadores y trabajadoras cuando se organizan. Tres derrotas al hilo para el gobierno, con distintas características, pero todas importantes en el camino de enfrentar su política de ajuste. En las próximas líneas, un análisis desde una perspectiva socialista.
Estafa, escándalo, papelón y recule
Que el presidente en ejercicio, arregle un acuerdo perjudicial al Estado que representa y al mismo tiempo ese acuerdo sea beneficioso para los intereses económicos de su familia, no es un error, es una estafa y la estafa que pretendían llevar adelante en secreto desde el gobierno de Cambiemos podía alcanzar dimensiones obscenas. 70 mil millones podían ser perdonados a las empresas del grupo Macri responsables de hundir el Correo Argentino.
Tal magnitud tenía la estafa, que apenas conoció la luz (8 meses después de firmada) se transformó en escándalo, sobretodo porque una parte sustancial de los votantes de Cambiemos apostaron a esa fuerza por los sonoros casos de corrupción que sacudieron y sacuden al kirchnerismo. Las falsas promesas de reactivación económica junto a la caída del nivel de vida de millones hacen intolerable para el humor popular un bochorno de tales características.
El gobierno respondió rápido, primero intentando despegar a Macri (el presidente) del acuerdo con los Macri (el papá, los hijos y hermanos del presidente) lanzando sobre Aguad la responsabilidad mayor. Peña y otros funcionarios intentaron involucrar a los ficticios organismos de control y al parlamento para buscar una salida “política” al asunto, seguramente negociando impunidad para algún aliado circunstancial, pero finalmente el escándalo se volvió un papelón en el congreso y en las calles, con gritos, algunas manifestaciones espontáneas y sobretodo mucha bronca que crecía a medida que el gobierno ensayaba “explicaciones”.
Y entonces llegó el recule, la vuelta atrás, las “foja Cero” que pidió Mauricio, mientras se presentaba como una persona capaz de reconocer sus errores, como si no se tratara de un robo lo que sucedió sino de un mero fallo, una equivocación. Pero mientras llegaba el climax de bronca por el asunto del correo, otro “calculo desafortunado” del gobierno le tiró varios litros de nafta al fuego. En la misma semana Macri, al mejor estilo Hood Robin, le daba a los ricos mientras le sacaba a los jubilados.
Con los abuelos no Mauricio
El flamante director del Anses anunciaba tranquilamente un cambio en el cálculo de los aumentos a los jubilados y, como quien no quiere la cosa, como si fuera un problema de números fríos y no de gente que dedicó su vida a trabajar y ahora hace malabares para llegar a fin de mes, este tecnócrata sin dignidad nos sugiere que el nuevo cálculo es apenas unos puntitos porcentuales más bajo y va a permitir un “ahorro” de 3 mil millones de pesos, es decir, a los jubilados les extraen de sus míseros sueldos 3 mil millones mientras que a la familia Macri le perdonan 70 mil millones, todo en la misma semana y sin anestesia. Como si esto fuera poco, ponen a prueba nuestra inteligencia y nos dicen que el problema no es el ajuste sino cómo se nos comunica.
La reacción popular no se hizo esperar, incluso al punto de generar crisis en las filas de Cambiemos. Medida que se suma a otras contra los jubilados, como los recortes en medicamentos y prestaciones del PAMI a los jubilados “Vip” que tienen el lujo de tener un auto por ejemplo o una pensión de unos cuantos pesos, dejándolos sin cobertura en remedios que arrancan de los $500. La política del gobierno es en toda la línea, contra los sectores mayoritarios y más desprotegidos de la población y no se trata de una cadena de fallos o errores, sino de intentos recurrentes de aplicar el ajuste hasta las últimas consecuencias, intentos que a pesar de contar con el beneplácito de la oposición tradicional y la burocracia sindical, acumula repudio en los trabajadores y apenas mostrando los dientes obligan a retroceder al gobierno.
Segundo pelotazo en contra para Macri y cuando parecía que la semana no podía ser peor para sus planes…
Triunfo bancario: un gol que abre el partido
Sin dudas el golpe asestado por los bancarios al gobierno es el más significativo de la semana y quizás el que menos trascendencia ha tenido. Recordemos que el gobierno levantó como una bandera la no homologación de la paritaria que los trabajadores les habían impuesto a las cámaras empresarias del sector. Por una sencilla, pero poderosa razón, ponía en riesgo todo el andamiaje tanto económico como ideológico del ajuste, por un lado tritura la miserable pauta del 18% que el gobierno pretendía establecer como testigo imponiéndosela a los docentes, pero además, se establece una cláusula gatillo para reabrir la paritaria ante la inflación y un bono que va desde $21.000 por el día del bancario, sumado a un 4 % a las categorías más bajas sobre el cual se aplicará el aumento, alcanzando casi el 25%.
Pero más allá de las particularidades “económicas” del acuerdo, lo que muestra esta derrota del gobierno es que cuando los trabajadores pelean consecuentemente el gobierno termina cediendo, demuestra que se le puede ganar, que no se trata de un gobierno fuerte y todo poderoso sino por el contrario de un gobierno asentado en múltiples apoyos prestados, cuyo principal logro hasta ahora son los desastres del gobierno anterior.
Los trabajadores y trabajadoras bancarios pararon, marcharon, lucharon y ganaron. Su victoria coloca a los ojos de todos los trabajadores del país que hay una forma de ganar y que no hay que resignarse ante el ajuste sino que hay que enfrentarlo. Es una victoria gigante porque además sirve para evidenciar aún más el papel claudicante y cómplice de la CGT, que actúa como sostén del gobierno y correa de transmisión de sus mentiras hacia el movimiento obrero ¡Cuántas otras peleas se ganarían si la CGT las apoyara y convocara a medidas! Cuantos luchas más ganarían también los estatales si las CTA´s divididas por peleas de aparato impulsarán medidas de verdad en sus gremios en consulta con la base. Por eso más allá de las frases altisonantes, la historia lejos está de absolverlos, y sienten cada vez más presión de las bases. Por eso insistimos en la necesidad de transformar el 6, 7 y 8 de marzo en una enorme jornada de paros y movilizaciones contra el ajuste.
No hubo errores, no hubo excesos….
La burguesía, sus partidos y medios han tomado la explicación de los “errores” del gobierno como causa común. Algunos incluso pretenden hacer de la “debilidad una virtud” explicando que “al menos, cuando se equivoca corrige” o saludando que “volvieran las conferencias de prensa para dar explicaciones”. Lejos estamos de creer esas campañas cuyo único objetivo es sostener al gobierno y su política.
El gobierno de Macri y Cambiemos tiene una política clara y directa de ajuste, no se trata de una acumulación de errores, sino de un intento sistemático de avanzar en esa política. Como lo demuestran estos últimos casos, hay muchas condiciones de rechazar esos intentos e imponer otras condiciones, pero para ello es fundamental no confundirse con los cantos de sirena mediáticos o de la burocracia, como así tampoco apelar a los que ya gobernaron y dejaron el país en manos del macrismo e incluso ahora, terminan ayudándolos a aprobar leyes como el presupuesto o las ART (Ley que se aprobó en la cámara solo por la ausencia de los diputados del FPV y el quórum dado entre otros, por Libres del Sur).
La salida que tenemos que buscar los trabajadores viene por el lado de la movilización, la lucha y la construcción de una alternativa política propia que nos permita imponer un programa opuesto por el vértice al del macrismo y las variantes de la vieja política. Como lo demostraron los y las bancarias tenemos que empujar el llamado a un gran paro nacional contra el ajuste, apoyado en la lucha de los maestros que en todo el país preparan el no inicio, de los obreros y obreras que resisten los despidos y suspensiones de las patronales, de las mujeres que se organizan y ya lanzaron el primer paro internacional de mujeres para el próximo 8 de marzo, un paro que reafirme los derechos de nuestros viejos y nuestros chicos, un paro que le dé un golpe duro al ajuste macrista.
Luchar y construir algo nuevo
Pero junto con reclamar y construir ese plan de lucha tan necesario, se impone cada día con más fuerza la necesidad de contar con una referencia política que represente cabalmente los intereses de los trabajadores y trabajadoras y no las de nuestros verdugos, las patronales y el gobierno. Está claro que los principales dirigentes del Massismo, el FPV e incluso Stolbizer y el Socialismo, vienen jugando de sostén de Macri en sus principales definiciones, que no te engañe el parloteo, en todas las votaciones fundamentales del parlamento acompañaron a Cambiemos o le permitieron imponer sus condiciones, por eso no se puede confiar en ellos.
Algunos compañeros y compañeras honestamente sienten que antes el país estaba mejor, que al menos la plata alcanzaba algo más, y eso siendo en parte cierto ya que con Macri se está cada vez peor, al mismo tiempo es una trampa, ya que es posible superar al macrismo y no volver al kirchnerismo, sino ir por más, por un gobierno donde se privilegien los derechos de los trabajadores y trabajadoras por sobre los de las corporaciones, los derechos de las mujeres y la juventud, donde la prioridad sea la salud y la educación, donde los funcionarios no se enriquezcan a costa del manejo de lo público.
Estas propuestas y muchas otras son parte del programa de la Izquierda Al Frente por El Socialismo, frente que hemos constituido entre el MST y el MAS y que te invitamos a apoyar y fortalecer. Te invitamos a participar de nuestras reuniones, actividades y eventos, en el MST tenes un lugar para pelear por estos cambios de fondo. En esta semana se demostró que el gobierno también puede perder, vamos a organizarnos para enfrentarlo.
Martin Carcione