Mosul; catástrofe humanitaria. BASTA DE BOMBARDEOS IMPERIALISTAS

Mosul, una ciudad al Norte de Irak en la cual llegaron a vivir hasta el 2014 dos millones de personas, es víctima de fuego cruzado entre el ejército iraquí y el apoyo aéreo de la aviación norteamericana por un lado y las tropas del ISIS que controlaban la ciudad, del otro (1). El pasado 23 de Marzo un bombardeo yanqui sobre la población civil (con la excusa de combatir el ISIS) dejó más de 230 víctimas inocentes. Desde todas las fuerzas democráticas y anti imperialistas debemos pronunciarnos para detener esta masacre.
Los 230 cuerpos de civiles, en su mayoría mujeres y niños, fueron sacados de tres casas del barrio de Jadida, en el oeste de Mosul, durante la noche del miércoles y este jueves por la mañana, según testigos citados por la agencia de noticias kurda Rudaw” (…)  ”Sólo de una casa sacaron a 137 personas, y otros 100 cuerpos fueron encontrados en otra vivienda, reportó el corresponsal de Rudaw, Hevidar Ahmed, desde el lugar del bombardeo.” (diario El Mundo de España 23/03/2107)

La situación de la población de Mosul es la de una verdadera catástrofe humanitaria, 160.000 personas ya han salido de la ciudad, de las cuales 110.000 han terminado en refugios precarios donde les falta lo elemental. El ejército iraquí ha recuperado con la ayuda de la aviación norteamericana y las tropas del Kurdistán iraquí (los llamados peshmergas) el sector oriental de la ciudad, pero quedan sobre el sector occidental más de 600.000 habitantes. De ellos 400.000 habitan la llamada “ciudad vieja” (controlada por el ISIS), en condiciones muy precarias, sin alimentos, agua ni electricidad.
 
Los habitantes en la zona de combate tienen el dilema de quedarse en sus domicilios, en condiciones precarias y al borde de morirse de hambre, o escapar de la ciudad a riesgo de ser asesinados por el ISIS en su escape, para terminar en un campamento precario donde comen “sólo harina y agua, a veces mezclada con salsa de tomates, durante más de un mes; a veces comen una sola vez al día”, según explicó Caroline Gluck, vocera de Acnur en Irak (2). Y según estas mismas fuentes los que se quedaron ya están quemando hasta los muebles para protegerse del frio y el clima lluvioso de esta época del año.
“Bassma Bassim, el jefe del Consejo de Distrito de Mosul, dijo que «más de 500» civiles murieron por ataques aéreos durante la última semana solamente (…) ’Nunca he conocido a tanta gente con tantos mártires en sus familias’, dijo Bassim, añadiendo que los testigos están cuestionando si los civiles son el blanco a propósito “. (Aljazeera 25/03/2017)
En esta guerra Mosul va camino a convertirse en otra Alepo, la ciudad del Norte de Siria, que en febrero de este año, fue destrozada con la excusa de combatir al ISIS (en realidad de desalojar a los rebeldes opuestos al carnicero presidente de Siria Al Assad), con la saña con que lo fueron Guernica o Dresde en el siglo pasado.
 
Una guerra contrarrevolucionaria
 
Mosul fue una de las tres ciudades  importantes de población sunita de Irak ocupada por el ISIS en 2014. Allí como en otras regiones de Irak, el yidadismo empalmo con un sector de población sunita muy importante de Irak (cerca del 40% de la población del país), que fue segregado y perseguido por la coalición actual de gobierno, que con el apoyo norteamericano heredo el control del país y que está formada por un acuerdo con la burguesía chiita (3) (pro iraní) de Irak y el gobierno autónomo kurdo encabezado por Barzani (4) (que tiene florecientes negocios con las multinacionales de la región).
 
En esos tiempos, cuadros militares, que eran parte del viejo ejercito de Sadam Hussein (de origen sunita), se pasaron a las filas del ISIS, reflejando un gran descontento con la coalición de gobierno actual de un gran sector de la población suní. El ataque a Mosul se está dando justamente cuando (según distintos analistas internacionales) gran parte de la población suní se está cambiando de bando, ante la prepotencia y métodos fascistas del califato islámico.
 
Detrás de las nuevas masacres de civiles en la región lo que existe es un pacto contrarrevolucionario entre los yanquis, con  Putin, con el gobierno asesino de Al Asad en Siria, más el gobierno pro iraní de Irak, las milicias del Hezbollah libanes, y el reciente acuerdo de presidente turco Erdogan, para con la excusa de combatir al ISIS, reventar todos los procesos democráticos, anti imperialistas y revolucionarios de la región. Estos son los rebeldes que se oponen al régimen de Al Assad en Siria, como al pueblo kurdo, en particular del norte de Siria y que se extiende (entre otros países) con 20 millones al sur de Turquía.
 
Por su puesto, que este acuerdo ha tomado vuelo con la entrada de Trump al poder, según los periodistas de Airwards (5), «Hay señales incipientes de que las bajas civiles de la coalición liderada por Estados Unidos contra el autodenominado Estado Islámico se están acelerando desde el inicio de la presidencia de Donald Trump». Desde que asumió el mandatario norteamericano se han registrado 1.700 ataques aéreos yanquis con un saldo de entre 1.200 y 1.800 víctimas civiles.
 
Es que Trump ha coincidido con su par ruso Vladimir Putin,  en la necesidad de “normalizar” la región, intentando poner orden en el descontrol que la “primavera árabe” y el proceso democrático y anti imperialista, respaldando a gobiernos genocidas (y que habían perdido gran parte de su territorio) como el de Al Asad en Siria, o a coaliciones en las que participa el imperialismo como la del actual gobierno de Irak. Acuerdo, que en la primera de cambio, una vez terminado con los enemigos inmediatos, va a terminar por volverse contra aliados militares tácticos, como son las distintas fracciones kurdas, contra a las cuales Erdogan (presidente de un país miembro de un gobierno de la OTAN) ya ha traspasado las fronteras, invadiendo Irak para perseguirlas.
 
Basta de masacres contra el pueblo de Mosul
 
La contrarrevolución en las región tiene cada vez una faz más sanguinaria contra los pueblos que luchan por su independencia y sus derechos democráticos. Al Assad no hubiera podido sostenerse sin la ayuda primero del Hezbollah y el gobierno Iraní, luego de Putin, y finalmente de los yanquis y hasta Turquía (que lo había enfrentado hasta ahora). El ISIS cuya formación y accionar fue tolerado por los yanquis y alentado y abastecido claramente por Turquía y otros gobiernos de la región, a la par de su raid terrorista en Europa y otras partes del mundo, ha fracasado como formación contrarrevolucionaria, enfrentado y derrotado por los kurdos en el norte de Siria o expulsado de Alepo por otras formaciones rebeldes.
Es necesario reestablecer el orden capitalista en esta rica región petrolera y si para ello hay que recurrir a masacres de la población civil, con la excusa de que son “daños colaterales” de la pelea contra el ISIS, están dispuestos a hacerlo y de hecho lo están haciendo.
 
Por eso, más que nunca desde todas la fuerzas democráticas, humanitarias y anti imperialistas del mundo debemos exigir ¡Basta de bombardeos imperialistas sobre Irak y Siria! Inmediata ayuda humanitaria para la población de Mosul.
 
Estamos convencidos que la liberación del pueblo Iraquí, tanto de los fascistas del ISIS, como de aquellos que lo único que los interesa es superexplotar para la ganancia capitalista una región rica en recursos petroleros, no va a venir ni de la mano de Trump, ni de Putin, ni de sus gobiernos capitalistas locales aliados. Solo ejerciendo su derecho a la auto determinación, lejos de cualquier intervención imperial, por más “humanitaria” y democrática de la que intente disfrazarse, es que los pueblos del Medio Oriente podrán defender sus derechos.
 
                                                                                                    Gustavo Giménez
 
 
 
(1)    Mosul es una ciudad del norte de Irak, la segunda en importancia, con mayoría de población suní, centro de una importante zona petrolera. Allí el ISIS, también llamado EI (Estado Islámico) proclamó su califato en el 2014, que abarcaba extensas zonas del norte de Irak y Siria.
(2)    ACNUR: Agencia de la ONU para los refugiados.
(3)    La religión musulmana tiene dos grandes ramas (que a su vez tienen subdivisiones). Las dos ramas son la sunita, predomiante en Arabia Saudita, Qatar, Egipto, Turquía, parte de la población iraquí, entre otros. Y la chiitá, cuyo centro es Irán, pero que es mayoritaría también en Irak, en parte del Libano. El gobierno de Al Asad es de la minoría alaudita, aliada del chiismo. Muchos de estos pueblos que profesaban distintas ramas del Islam, u otras religiones, vivían en paz. La pertenencia a tal o cual rama y el sectarismo frente a las demás, fue utilizada por los gobiernos, partidos y sectores políticos al servicio de sus necesidades políticas.
(4)    El gobierno de la región kurda del norte de Irak encabezado por Barzani, tiene muchas diferencias con los kurdos del norte de Siria agrupados en el YPG, y del sur de Turquía, bajo la conducción política de Abdulla Ocalam, el líder preso del PKK.
(5)    Airwards: proyecto de periodistas europeos y árabes que vigila los bombardeos sobre el ISIS en Irak.