Ecuador: por poco margen ganó el oficialista Lenin Moreno

El pasado domingo 2 de abril se realizó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el país andino.  Moreno, el candidato de Alianza País, que dirige el presidente Rafael Correa, se impuso al ex banquero Guillermo Lasso de CREO. Los resultados mostraron un retroceso de la formación de Correa y un avance electoral de la derecha.

Los datos oficiales del Consejo Nacional Electoral señalan que con el 99,61% de los votos escrutados, la fórmula Moreno-Glas alcanzaba el 51,16% de los votos mientras que Lasso-Páez suma 48,84%. En un primer momento el candidato de la derecha salió a denunciar fraude sin éxito, ya que los observadores internacionales y luego los países más importantes de la región salieron a reconocer el triunfo de Lenin Voltaire Moreno Garcés.

El triunfo en estas elecciones del oficialismo consolida el triunfo que había obtenido en la primera vuelta del 19 de febrero, en la cual obtuvo casi el 40% de los votos y 75 congresales (sobre un total de 130). En esa oportunidad Guillermo Lasso de CREO obtuvo el 28% y Cinthya Viteri del PSC (Partido Social Cristiano) el 16%. Y el general Paco Moncayo del centroizquierdista Acuerdo Nacional por el Cambio, que lideraba Izquierda Democrática, el 6%.

Estos números representan para la oficialista Alianza País un retroceso de un millón y medio de votos de los sacados en el 2013, cuando Correa se imponía en primera vuelta con el 57 % de los votos y 100 parlamentarios. Lasso sube más de medio millón de votos y para completar el resultado de la derecha debe tomarse en cuenta el millón y medio de votos de Cinthya Viteri del PSC, que en esa oportunidad no se había presentado.

El desgaste del movimiento de Rafael Correa

Cuando triunfa en el 2006 y sube a la presidencia de Ecuador, Correa lo hace como parte de un movimiento “bolivariano” cuyo máximo referente era el comandante Hugo Chávez de Venezuela y que tiene como otra expresión importante a Evo Morales, el presidente de Bolivia. Este proceso logra resonantes triunfos electorales contra las viejas formaciones de derecha y neoliberales, como expresión de importantes luchas de los pueblos de la región contra los intereses y planes que el imperialismo imponía en la región.

A diferencia del kirchnerismo o del PT de Lula, el movimiento bolivariano tuvo importantes roces con los intereses imperialistas en la región y durante sus primeros años, el pueblo ecuatoriano vio mejorar su nivel de vida y conquistas sociales, como resultado de este enfrentamiento y también de un buen momento en el precio de las materias primas (en el caso de Ecuador, el petróleo), que le permitió un ingreso importante de divisas al país. Esto permitió “…el desarrollo y modernización de la economía; el progreso material del país (obras públicas) y los logros sociales en áreas como educación, salud, seguridad social, con redistribución de la riqueza y mayor equidad.” (Matías Zibell, BBC Mundo, Ecuador 02/04/2017).

En este periodo, en el terreno político y de enfrentamiento al imperialismo de la llamada “Revolución Ciudadana”  podemos destacar, entre otros, el desconocimiento de parte de la fraudulenta deuda externa venezolana, la expulsión de Chevron del país, o la incorporación de conquistas democráticas en la Asamblea Constituyente, como la realización de consultas ciudadanas (plebiscitos), siete de los cuales se realizaron y ganaron.

Durante los años de Rafael Correa como presidente, paulatinamente el movimiento político que le dio origen, fue burocratizándose, aislándose de la conjunción de movimientos sociales, centrándose el poder en la burocracia estatal, que fue liquidando las conquistas democráticas y las consultas, como ocurrió en el 2013, cuando por cadena nacional se terminó con el proyecto Yasuni Itt, por el cual se pretendía obtener compensaciones internacionales por no explotar los recursos petroleros al interior del Parque Nacional Yasuní (una de las reservas de mayor biodiversidad del mundo).

El desembarco en Ecuador de la crisis internacional en el año 2015, con la baja de los precios del petróleo, no hizo sino agravar este cuadro. Han sido múltiples los enfrentamientos del gobierno con los movimientos sociales, con el movimiento indígena y su rechazo a la megaminería, con los maestros cuyas huelgas ilegalizó, y distintos sectores populares. En esta última elección impidió que la llamada Coalición de Organizaciones Sociales jugara un rol en la designación de candidatos, reservado esto al aparato electoral. Muchos de estos movimientos acompañaron a “Paco” Moncayo en la primera vuelta, para luego movimientos como la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y varias centrales como la CEOSL, UGT y Cedocut y sindicatos como el de maestros, terminaron apoyando a Lasso en la segunda vuelta contra el autoritarismo de Correa.

La economía cada vez peor

Esta crisis originada en la caída de los precios petroleros y la apreciación del dólar, ha llevado una recesión importante en la economía: solo creció un 0,4 % y el FMI y el Bco. Mundial anuncian tasas negativas para este año de entre el -2 y -4%. A esto habría que sumarle la baja de las exportaciones, el financiamiento de déficit público con deuda externa que ya alcanzaría alrededor del 45% del PBI, la reducción de los depósitos bancarios y de la recaudación de impuestos.

El aumento del desempleo, en un país cuyo empleo formal no supera el 40%, la perdida de conquistas laborales, la eliminación del aporte estatal del 40% para los jubilados del IESS, los campesinos que no pueden acceder a la tierra y el agua, o que han sido desplazados por los proyectos mineros, la falta de apoyo a las pequeñas empresas, la cooptación y desarticulación de distintos movimientos sociales son parte de las consecuencias de esta crisis y de una política que en ha emprendido un ajuste, que ahora Lenin Moreno va a tener que profundizar, y de no tocar las ganancias de las grandes corporaciones, que pese a que los ecuatorianos vieron mejorar sus ingresos en los primeros años de bonanza petrolera, nunca dejaron de engrosar sus ganancias y son los grandes beneficiaros del modelo.(1)

La crisis de los progresismos

La baja de los commodities (materias primas) en el mercado mundial, como consecuencia del arribo de la crisis económica mundial del 2007 a los países emergentes, aceleraron las debilidades estructurales de los modelos “progresistas” latinoamericanos, hayan sido meros administradores de los negocios de las grandes empresas como es el caso del PT o del kirchnerismo, o hayan tenido roces importantes con el imperialismo como sucedió con los países bolivarianos. De estos últimos la crisis venezolana es la que más rápidamente se está desarrollando en estos días. Pero, aunque con ritmos distintos, el desbarranque es general y los abarca a todos. Y es que una vez acabada la “grasa” de los altos precios de las exportaciones, para poder sostener el nivel de vida de las masas y avanzar en la independencia del país, hay que tomar fuertes medidas anti capitalistas, que vayan contra el corazón de las ganancias de las grandes empresas y eso es lo que ni Maduro, ni Correa, ni Evo están dispuestos a hacer.

Muchos señalan que Correa debió haber diversificado la matriz productiva del país aprovechando el generoso ingreso de dólares con los buenos precios del petróleo, justamente para salir de esta economía rentística. La realidad es que el país nunca abandonó en esencia su modelo extractivita exportador, ya que un desarrollo industrial importante hubiera enfrentado al gobierno con los intereses de las grandes empresas, y la necesidad de aplicar medidas anti capitalistas apoyado en la movilización. Líneas que no estaban dispuestos a traspasar.

Para rematarla estos modelos “progresistas” han desarrollado una importante burocracia estatal con fuertes negocios con distintos sectores de la burguesía, generando una trama de corrupción muy importante. En Ecuador durante la campaña el oficialismo ha tenido que soportar el destape de casos de corrupción ligados a los Panamá Papers y a los negociados de Odebrecht. En el primer caso están involucrados funcionarios vinculados a la empresa Petroecuador, en una trama de complicidades que llegan a Jorge Glas, el ex vicepresidente del último mandato de Correa y actual vice en la fórmula con Lenin Moreno. Esto llevo a que Correa lanzará en la primera votación un plebiscito, que ganó, para que los funcionarios no puedan tener fondos en paraísos fiscales. En el segundo caso están involucrados familiares y colaboradores de varios alcaldes de la oposición comprometidos con negocios de la obra pública con el empresario brasilero actualmente preso.

Lo que sigue son planes de ajuste, y medidas represivas para tratar de imponerlos. Pérdida de base política y polarización social, crecimiento de formaciones de derecha neoliberales y oportunidades para la izquierda anti capitalista en la otra punta. Ese es el proceso que está atravesando Ecuador.

Reflejando la polarización mencionada “…se estaría dando un cambio en la composición social del voto de la Alianza PAIS, reapareciendo un voto de clase y un voto regional. Un ejemplo del primero es Quito, donde Moreno gana en los distritos de los sectores medio-bajos, populares y rurales, mientras que Lasso en el distrito de la clase media y alta de la ciudad” (Sin Permiso 02/03/2017). Justamente son estos sectores populares los que van a ser más perjudicados por los “ajustes” que el nuevo gobierno tiene que hacer en la economía y que seguramente saldrán a enfrentarlo.

El nuevo presidente Lenin Moreno, descrito amigablemente por los medios como un “conciliador y teórico de la risa”,  llega con “una figura débil, con su legitimidad cuestionada por algunos sectores”(…)”deberá lidiar con una economía en recesión, con una elevada deuda pública y una clase media muy descontenta por la creciente desocupación y golpe a la capacidad de consumo…”(…) y “no podrá evitar un plan de ajuste para reducir los gastos del Estado” (Clarín 04/04/2017)

La Alianza PAIS gobernante tiene mayoría en el Congreso pero no llega a los dos tercios de los votos para poder imponer las medidas de fondo que su política necesita. Va a tener que pactar con la oposición (de allí el elogio a las características dialoguistas de Moreno). Pero no le va a resultar fácil. En LA vivimos un ascenso sostenido de las luchas de los trabajadores contra los planes de ajuste. En las últimas semanas ha habido movilizaciones de un millón de personas en Brasil, una cantidad similar en Chile, cientos de miles en la Argentina… y los trabajadores y el pueblo ecuatoriano seguramente van a dar pelea. En estas luchas es necesario agrupar a las corrientes que quieran dar una lucha consecuente contra este modelo capitalista imperialista y construir la herramienta política que las masas ecuatorianas necesitan para cumplir el sueño de independencia bolivariano.

                                                                                                                                                      Gustavo Giménez

  • Entre estos beneficiarios podemos mencionar a China, con la cual se tiene una deuda de 8.400 millones de dólares y acuerdos que condicionan la intervención de mano de obra china y una “seguridad jurídica” preferencial para sus inversiones. Las operadoras telefónicas CONECEL (CLARO) Y OTECEL (Movitar), las empresas con concesiones mineras trasnacionales como Kinross, ECSA y Iamgold, empresas de obra pública como DP World Investiments BV, a la que se concesionó el puerto de aguas profundas Posorja y los grandes bancos.