Macri vende el país a China y compra un riesgo socioambiental: CENTRALES NUCLEARES
Este miércoles 17 el presidente Mauricio Macri firmará un convenio con China para la instalación de dos centrales nucleares. Forma parte de un proceso de expansión de los capitales chinos en la región que lleva larga data. Este trato forma parte de un paquete de proyectos que apuntan a inversiones en infraestructura, minería y energía. Se profundiza el extractivismo y el riesgo socioambiental.
Para invertir, China exige al gobierno argentino, como condición, concretar la construcción de las represas Nestor Kirchner y Cepernic, en Santa Cruz, y la realización de una cuarta central nuclear.
El miércoles se firmará el convenio para construir dos centrales nucleares: Atucha III (cerca de Atucha I), en la localidad de Lima, Zarate, provincia de Buenos Aires y una quinta central. Para ello se firmará un crédito a 20 años, con ocho años de gracia, a una tasa del 4,5 %. Ambas centrales costarán US$ 12.500.
De esta manera, Macri nos vuelve a poner en vilo-como sucede con la minería a cielo abierto o el fracking- por el riesgo socioambiental que significa la presencia de esta forma de producir energía.
Si contamina no es progreso
No es una exageración apocalíptica. La ciudad de Seattle, en EEUU se convirtió por estos días en una muestra de los trastornos que sufre una población que es obligada a convivir con una central nuclear. Se hundió un depósito subterráneo de residuos nucleares. Las autoridades declararon el “estado de emergencia” y debieron ser evacuados 11.000 trabajadores.
El diario La Nación, que hoy celebra las inversiones orientales que habría logrado el gobierno advertía, en su editorial del 23 de Agosto de 2012, que Bélgica, Alemania, Suiza e Italia habían anunciado el fin definitivo del uso de la energía nuclear en favor de las energías renovables. Esto fue el producto de numerosos «incidentes» o fallas en la seguridad de las instalaciones.
No se entiende (si no es desde una lógica de capitalismo especulativo, destructivo y voraz) por qué el gobierno opta por estas formas de generación de energías riesgosas, contaminantes y obsoletas en lugar de impulsar proyectos de generación de energías limpias, más baratas y que abren más fuentes de trabajo.
Rechazamos este brutal avance del extractivismo a espaldas de la población. No podemos vivir en riesgo. Exigimos la consulta popular. Pensamos que nuestro país tiene enormes condiciones para impulsar la producción de energías limpias (eólica, mareo motriz, solar).
No a los negocios a espaldas de los pueblos y a costa de la seguridad socioambiental de las mayorías.
Carla Simioni, Red Ecosocialista de CABA