MERKEL-MACRI: Mejores negocios para las multinacionales europeas
Este jueves 8 visitó el país la canciller alemana, Ángela Merkel. Lo hizo como parte de una gira que incluyó a México y salteó convenientemente a Brasil, sumergido en una grave crisis política. Macri la recibió entusiasmado en la búsqueda de una nueva oportunidad de negocios a costa de los intereses del país.
La visita de la representante de la cuarta potencia mundial, busca fortalecer la presencia de los capitales alemanes y europeos en Latinoamérica, en medio de fuerte la disputa comercial desatada con el gobierno de Trump. Merkel festejó la vuelta de la Argentina a los mercados financieros, después de haber pagado miles de millones al Club de Paris, a los fondos buitres y de un nuevo endeudamiento récord de este gobierno, que ronda los 100 mil millones de dólares.
La representante “del mundo libre”, como se la llama en oposición al “aislacionista” Trump, vino a predicar algo con lo que tiene plena coincidencia con Macri: la defensa del “libre comercio”. Con el verso que estamos en un mundo globalizado y que da nada sirve aislarse, en realidad lo que persigue la jefa imperialista, es una mayor apertura de los mercados domésticos para el libre ingreso de sus capitales y mercancías. Eso es lo que se esconde tras su mensaje de ayudar “a modernizar el país”.
La actual balanza comercial con Alemania es claramente favorable a este país: “Argentina importó de Alemania el año pasado por U$S 3053 millones y exportó por US$ 1272 millones” (Clarín 08/06/2017) Un déficit para la Argentina de más de U$S 1.700 millones. Y Merkel busca ampliar esa diferencia.
Por eso una parte de las conversaciones fueron sobre el demorado convenio de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Un tratado que como todo convenio similar favorece a los capitales más concentrados (Alemania y la Unión Europea) sobre los países dependientes. Y en este tema la representante del gran capital europeo no anduvo con vueltas cuando señaló que: “hay buenos motivos para llegar a un acuerdo”, pero que “no se verán colmados todos los deseos de la Argentina sino que habrá que hacer concesiones”.
«Alemania no siempre es un socio fácil; también nosotros en el pasado defendimos nuestros intereses y tenemos una agricultura con una mirada un poco escéptica. Pero cuando hay voluntad para concluir acuerdos, también hay que aceptar compromisos”, arguyó la canciller. (DW 08/06/2017)
En resumen, el tratado futuro reclamará beneficios para el ingreso de mercancías de Europa a nuestro país, pero tendrá importantes retenciones para el libre ingreso de productos agropecuarios de Latinoamérica a las metrópolis europeas. Igualmente quedó claro en la visita, que los tiempos del imperialismo europeo son distintos de la desesperación de Macri por lograr algo de la “lluvia de inversiones” que prometió y nunca llegó. Se habla de que recién en el 2018, podrían arribar algunas inversiones.
Es que pese al beneplácito de Merkel “con las reformas” de Macri y a que “las condiciones macro de la Argentina se han vuelto más fiables”, los grandes capitales quieren comprobar como este gobierno pasa la nueva prueba electoral y si va a lograr la estabilidad necesaria para controlar al país. En concreto, si va a poder llevar hasta el final el importante plan de ajuste que la burguesía le demanda o si va a sucumbir ante la respuesta del movimiento de masas. Por eso gran parte de los capitales que arriban hoy son de carácter especulativo, de negocios rápidos, favorecidos por la especulación financiera que promueve este gobierno, y no generan ningún desarrollo productivo para el país.
La reunión con los empresarios alemanes
Merkel incluyó como parte de su comitiva a representantes de las multinacionales alemanas. Entre ellas a Siemens, que tiene a diecisiete directivos procesados por las coimas pagadas al gobierno de Menem en 1998 para la fabricación de DNIs con sobreprecios. Operación en la cual está involucrado el grupo Socma, de Franco y Mauricio Macri.
Se reunió además, con representantes de empresas alemanas radicadas en la Argentina, entre ellas Hamburg Sud, Heinkel, Braun Medical, Bayer, ING Bank, Bosch, Wintershall y SAT. Estos empresarios además de reclamar mejores condiciones para superexplotar la mano de obra argentina sin temor a convulsiones sociales, destacaron los proyectos educativos por los cuales los estudiantes realizan pasantías en las empresas, que lleva a cabo la Cámara de Industria y Comercio Argentino- Alemana.
En esto no fueron originales, ya en la primera reunión entre Trump y Merkel, realizada en EEUU al poco tiempo de asumir el nuevo presidente yanqui, este fue uno de los pocos puntos de coincidencia en la entrevista. Ya que estas “pasantías” son una forma de precarización laboral encubierta. Justamente, pese a las disputas comerciales, el gran punto de coincidencia de la burguesía en el mundo, es buscar todas las formas de flexibilización laboral que les permita bajar el costo de los salarios.
La preparación del G20
Parte de la visita estuvo destinada a la discusión sobre la nueva reunión del G20 que se realizará en Hamburgo el 7 y 8 de julio próximo y que luego tendrá a la Argentina como país anfitrión en el 2018. Esta reunión de las potencias imperialistas con los países emergentes más importantes se dará en el cuadro de la grave crisis desatada en la última reunión del G7.
En ella se puso de manifiesto la grave crisis que atraviesan las relaciones inter imperialistas, ante la demanda de Trump y EEUU para obtener una mayor cuota de la plusvalía mundial para Norteamérica y que derivó, entre otras cosas: en reclamos comerciales, exigencia de mayores aportes a la OTAN y la salida de EEUU del acuerdo climático de Paris.
La parodia de los derechos humanos
Todos los medios destacaron el llamado de Merkel a luchar contra el antisemitismo y agradecer, visita a la sinagoga mediante, el refugio que dio a la Argentina a los inmigrantes alemanes perseguidos por el régimen nazi. También fue parte del protocolo la visita al Parque de la Memoria, en el cual realizó, como antes lo hizo Obama, un pequeño homenaje a los desaparecidos.
No podía ser más cínica la impostura democrática de la representante del Imperio alemán, que mientras posa de defensora de los derechos humanos, tiene cerradas sus fronteras para cientos de miles de refugiados que huyen de una muerte segura en la guerra civil siria o en otros países de la región. Que escapan de tremendas crisis humanitarias provocadas por los intereses imperialistas, de los cuales son parte las multinacionales que representa.
No podía ser más hipócrita, cuando los 12 millones de inmigrantes que viven en Alemania, en su mayoría polacos y turcos, son víctimas del odio xenofóbico y de prácticas neo fascistas. Como el que realizan las células recientemente descubiertas en el ejército alemán, que se dedicaban a realizar operaciones y ataques contra estos inmigrantes, y que incluyen a más de 280 integrantes de esa fuerza armada.
Nada bueno traerán para la Argentina y los pueblos latinoamericanos estos representantes del imperio. Usen el lenguaje descarnado y prepotente de Trump o el ropaje seudo democrático de Merkel. La única ayuda que podemos esperar es la de la lucha incansable de los trabajadores y el pueblo contra Macri y sus bandidos imperiales amigos.
Gustavo Giménez