Sobre los planes de la derecha (extractos de artículos)

Editorial Nº 23 de Marea Socialista

Pero ¿qué busca la MUD con su plebiscito?  Debemos detenernos, aunque sea brevemente, en el objetivo real de esta iniciativa de carácter dudoso. La clave para comprenderla está en las preguntas que deberán contestar los que acudan a ese llamado y sobre todo en la segunda y tercera de ellas que abren la puerta a profundizar la división de las FANB, a una renovación de poderes de manera ilegítima y a la instalación de un denominando “gobierno de unidad nacional”.

Más allá de la validez constitucional o no del plebiscito, es necesario decir que las preguntas que en él se colocan, develan el objetivo de fondo de la consulta que la MUD planea para el 16 de julio: La articulación de ellas representan un llamado a una división mayor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, buscando que un sector de ellas sostenga a un gobierno de falsa “unidad nacional” y a los poderes “renovados” que serían autorizados en ese plebiscito.

Por medio de una minoría y con la misma lógica de la ANC de Maduro se buscará legitimar, en la Asamblea Nacional controlada por la MUD, el gobierno necesario para conducir el bando de esta fracción de las cúpulas corruptas, bajo la lógica de la instalación de un doble poder como primer paso para conducir al país irresponsablemente hacia una guerra civil.

De nada serviría como piden algunos comentaristas interesados que se cambien las preguntas, porque el objetivo se mantendría intacto, solo que más enmascarado y cínico.

De esta manera tanto la ANC como el plebiscito, rebautizado con el nombre de “Consulta”, para facilitar el engaño, son en realidad el intento de llevar la polarización política minoritaria que hoy se desarrolla entre MUD y PSUV, a una confrontación armada. Confrontación en la que las primeras víctimas privilegiadas, como está quedando a la vista hace tiempo son: la Constitución del 99, la democracia que ella postula y la verdadera participación popular.

Editorial Nº 24 de Marea Socialista

¿Cuál escenario se abre después del 16/07? Esta pregunta es más fácil de hacer que de responder, ya que la situación continúa dominada por la incertidumbre.  Sin embargo, la convocatoria a la llamada “Hora 0” por parte de la dirección de la MUD, no es una sorpresa y menos el apoyo que acaba de recibir por parte de Donald Trump.

Cuando propusimos rechazar el plebiscito, lo hacíamos denunciando que ese era el objetivo de la consulta. El acuerdo a un “Gobierno de Unidad Nacional” y la elección de los integrantes de una institución como el TSJ por parte de la actual Asamblea Nacional, significa la configuración de un doble poder, condición previa a una guerra civil abierta, y que aleja por el momento toda posibilidad de solución democrática.

Lo mismo que la convocatoria a “Paro Cívico” que algunos confundidos quieren ver como una lucha de los trabajadores, es en realidad un paro patronal como los organizados por Fedecamaras en 2002/2003. Sin un programa de lucha para solventar las necesidades populares, que exige entre otras medidas, la suspensión de los pagos de la Deuda Externa ilegítima para resolver la escasez de alimentos y medicinas, ni ninguna propuesta de defensa del ingreso de los trabajadores, ese “Paro Cívico” le es útil únicamente a la cúpula de MUD para consolidar su capacidad de negociación o su posicionamiento para el aumento de una confrontación que dañará todavía más la vida cotidiana de nuestra gente.

Artículo de Carlos Carcione

Por el contrario, afirmamos, y no desde ahora, sino hace ya 4 años, desde que el desabastecimiento, el acaparamiento y la llamada “guerra económica” se presentaron, que las políticas aplicadas por Maduro iban a profundizar la crisis y a facilitar la extorción contra el gobierno y el país, por parte del gran capital, de la burguesía local y los políticos de la MUD y del gobierno de Estados Unidos.

En su momento alertamos también que al contrario de lo que afirmaban los discursos del gobierno y el partido, la práctica concreta del ejecutivo llevaba una asimilación o capitulación a las exigencias del capital financiero internacional. Cuestión que para nosotros se ha constatado con los siguientes ejemplos:

  1. A) El pago puntual de una deuda externa con claros visos de ilegitimidad, se hizo y se continúa haciendo a costa de las importaciones más necesarias para la subsistencia de la población.
  2. B) Para la supuesta superación del modelo rentista petrolero se eligió el camino entreguista, de expansión de la frontera extractivista con el Arco Minero del Orinoco[1] presentado con bombos y platillos, frente a 150 empresas transnacionales de 35 países y firmando contratos leoninos con la Barrick Gold entre muchas otras.
  3. C) Para obtener las divisas necesarias para cumplir con los pagos de la deuda, se buscó un plan de exportaciones basado en la búsqueda de inversión de capital extranjero en Zonas Económica Especiales, donde no rigen las leyes de la Revolución Bolivariana, ni las tributarias ni las laborales, ni ninguna otra, de la extensa legislación progresiva del Proceso. Sobre esta misma lógica se estructura el plan de los 15 Motores Productivos.
  4. D) Se encubrió y se continúa encubriendo el monumental fraude que significa una fuga delictiva de capitales del orden de los 475.000.- Millones de Dólares, donde sin dudas existe complicidad entre altos funcionarios del Estado y Empresarios locales y extranjeros y del que han sido coparticipes los políticos oligárquicos de la MUD.
  5. E) Y para enfrentar el desgaste electoral que estas políticas de asimilación al imperialismo provocaron en su base social, como quedó demostrado en las elecciones de Asamblea Nacional de 2015, se tomó desde el gobierno la decisión de no realizar ninguna elección más que el PSUV no pudiera ganar. Iniciando de esta manera una deriva autoritaria que hoy se puede constatar, por ejemplo, en la ilegal intervención de tribunales a modo de Consejos de Guerra y dependencias militares para enjuiciar y detener a civiles. Y como coronación de esta deriva, la convocatoria a una Constituyente amañada.

Pero esto no se lo cuestionan los intelectuales que acusan de hacerle el juego a la derecha a aquellos que no renunciamos al pensamiento y la acción critica. Y cuando se preguntan sobre el desgaste evidente del gobierno, es para explicar que se debe, únicamente, a la ofensiva despiadada del gobierno de Estados Unidos y de los golpistas de la MUD, desligando de toda responsabilidad a las políticas aplicadas por Maduro, su equipo y su gobierno.

Si desarrollamos coherentemente la lógica de la argumentación que sostienen los compañeros, ella misma encierra una justificación de las políticas del gobierno del tipo, “es lo único que se puede hacer”.  Pero entonces, ¿por qué no debatirlo abiertamente?

Por qué no discutir si la forma de enfrentar y ganar la “guerra económica” y lograr un mínimo abastecimiento de emergencia en medicamentos y alimentos es pagando la Deuda a como dé lugar; o abriendo espacios a la depredación del gran capital extractivista y financiero; o cediendo soberanía y eliminando de hecho derechos políticos y sociales de todo el pueblo. O utilizando una represión que iguala los peores tiempos de la IV República.  Si la política correcta o la única posible, según ustedes es esta, hagamos el debate de cara al pueblo venezolano, donde todas las posiciones puedan ser expresadas y defendidas.

En fin, habría que contestar también por qué, si estas políticas las aplican los gobiernos de la derecha las criticamos y combatimos en la calle. Pero si el que las lleva adelante es el gobierno del presidente Maduro son incuestionables y hay que ser solidarios de manera “automática” con su aplicación.

El drama del momento actual del Proceso consiste justamente en lo opuesto de lo que ustedes afirman: Para enfrentar con alguna posibilidad de éxito al gobierno de Estados Unidos y su política imperial y a sus aliados locales organizados en la MUD, hay que luchar por aplicar una política distinta de la que lleva adelante la cúpula del PSUV. De lo contrario no será el imperio ni la oligarquía local los responsables de la muerte del Proceso. Y mucho menos la izquierda critica. Serán los autodenominados hijos de Chávez los que dilapidando el capital político que recibieron el 5 de marzo de 2013, pasarán a la historia como los sepultureros de la Revolución Bolivariana.