La política de contrarreformas de Maduro

Escribe: Martín Poliak

¿Cómo defender desde una posición de izquierda o humanista que las personas mueran en los hospitales por falta de insumos o medicinas? ¿Cómo justificar desde una posición anticapitalista la pulverización del salario de los trabajadores y trabajadoras? ¿Cómo seguir sosteniendo que en Venezuela estamos ante una “transición al socialismo”? ¿Cómo explicar, a lo sumo, que se trata de un gobierno progresista?

Los defensores incondicionales de Maduro encontraron la solución: el gobierno venezolano no tendría ninguna responsabilidad en la grave crisis que vive Venezuela. Todo sería obra del sabotaje orquestado por el imperialismo internacional y la derecha venezolana. Agravado además por la baja en los precios del petróleo.

Claro que esta explicación no sólo no explica nada, sino que niega un aspecto fundamental: ¿Qué política tuvo el gobierno de Maduro-Cabello para enfrentar este sabotaje?

Nuestros “intelectuales” de izquierda no pueden responder esta sencilla pregunta porque hacerlo significa dejar al descubierto la política económica reaccionaria del gobierno venezolano, su política de contrarreformas, que tiene el claro objetivo de desmontar las conquistas alcanzadas en los años anteriores.

¿Dónde están los dólares para alimentos y medicinas?

En septiembre de 2014, Marea Socialista presentó una profunda investigación titulada “Sinfonía de un desfalco a la Nación. Tocata y fuga…de capitales”. Allí se demostraba un escandaloso proceso de vaciamiento de los dólares obtenidos por la explotación de la Renta Petrolera del país durante un lapso de quince años. El resultado de ese desfalco era una fuga por el orden de los 259 mil millones de dólares.

La investigación, realizada con datos del Banco Central de Venezuela, Ministerio de Finanzas e Instituto de Estadísticas, no sólo nunca fue desmentida, sino que el propio presidente Maduro admitió el año pasado la existencia de 300 mil millones de dólares en cuentas de privados venezolanos en el exterior.

Junto con esto, otra investigación de nuestros compañeros de Marea Socialista demostraba una inconsistencia entre los ingresos y el destino de los dólares de la empresa petrolera PDVSA, del orden de MM$ 216.000.- (Autopsia de un Colapso. ¿Qué pasó con los dólares petroleros de Venezuela?)

La suma de estas cifras da un total de 475 mil millones de dólares. Para que se entienda de que estamos hablando, señalemos que, en el año 2012, el último año de “estabilidad económica” en Venezuela y el que más dólares se gastaron en importaciones, se realizaron importaciones por 56 mil millones de dólares. O sea, estamos hablando que la fuga representa casi nueve años de importaciones completas aun con un barril de petróleo a 0 (cero) dólares.

Como señalaba la investigación mencionada los mecanismos a través de los cuales se produjo este monumental desfalco fueron esencialmente de tres tipos: a) Maniobras fraudulentas con importaciones. B) Mecanismos de especulación financiera ilegal o ilegítima. c) Operaciones de deuda externa especulativas.

A pesar de esto, el gobierno se ha negado a tomar cualquier medida para sancionar a los responsables y para recuperar el dinero desfalcado. Más aun, los mecanismos que se utilizaron para realizar esa fuga no han sido modificados, por lo que la estafa continúa realizándose.

Así, por ejemplo, el gobierno de Maduro- Cabello continúa entregando a grandes empresas dólares subsidiados a 10 bolívares por dólar para importar alimentos y medicinas (sistema DIPRO), mientras mantiene otro tipo de cambio a 2600 bolívares por dólar (sistema DICOM), sin dejar de mencionar que el tipo de cambio paralelo superó ya los ocho mil bolívares. Es decir, que las empresas beneficiadas (tanto las de la burguesía tradicional, como las nuevas de la “boliburguesía”) hacen el negocio del siglo al conseguir dólares a 10, y venderlos a 2600 en el Dicom o a 8000 en el mercado paralelo, sin realizar la importación ni las medicinas ni los alimentos, ni absolutamente nada. Lo que explica en gran medida el desabastecimiento.

¿Quiénes son los beneficiados por este Desfalco?

Los que se han beneficiado a través de estos mecanismos fraudulentos son las grandes empresas trasnacionales y empresarios locales. Por ejemplo, Lorenzo Mendoza, tantas veces mencionado por Maduro como responsable de la “guerra económica” ha sido uno de los empresarios que más dólares subsidiados ha recibido. Por encima de él se encuentran los grandes laboratorios trasnacionales de medicinas y las empresas automotrices.

Coincidiendo con la investigación de Marea Socialista, la economista Oly Millán, ex ministra de Hugo Chávez, declaró en una reciente entrevista que la deuda externa soberana de Venezuela asciende a 140 millardos de dólares, y aseguró que en su mayoría se adquirió de manera ilícita por las élites corruptas del gobierno.

Sin embargo, en vez de convocar una auditoría que investigue dicha deuda el gobierno la viene pagando puntualmente en los últimos cuatro años a costa de un fuerte ajuste. Por ejemplo, reduciendo importaciones, lo que llevó que en 2016 las importaciones totales fueran apenas un tercio de las de 2014. Sacrificando alimentos, medicinas, materias primas, insumos.

Es indignante que quienes cuestionan la deuda externa en Argentina y otros países latinoamericanos callen ante esta estafa en Venezuela, “no pagar con el hambre del pueblo” consigna repetida hasta el hartazgo por la izquierda latinoamericana parece que no incluye a Venezuela.

Así “enfrenta” Maduro a la burguesía y al imperialismo

  • Bonos de PDVSA con descuento: el domingo 28 de mayo el grupo financiero Goldman Sachs, del Secretario del Tesoro de Trump, compró 2.800 millones de dólares en Bonos de PDVSA con el 61% de descuento. Goldman Sachs invirtió $ 856 millones, pero recibirá $ 3.747 millones en 2022.
  • Venta de PetroDelta: El The Wall Street Journal señalaba en octubre de 2016 que el multimillonario Oswaldo Cisneros, uno de los hombres más ricos de la tradicional burguesía venezolana, firmó un acuerdo con la estatal PDVSA para invertir US$1.000 millones en un campo petrolero controlado por el Estado.
  • Arco Minero: El 6 de agosto de 2016, Maduro suscribió contratos por 4.500 millones de dólares con empresas como la canadiense Gold Reserve (empresa que había sido expulsada de Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez).

Venezuela firmó también acuerdos por 5.500 millones de dólares con empresas de Canadá, Italia, China y la República Democrática del Congo, para la explotación de reservas mineras en el sur del Territorio. Entre ellas Barrick International Corporation –conocida muy bien por todxs los argentinxs-, la canadiense MPE International Inc., la italiana Bedeschi, la congolesa Afridiam y la china Yankuang Group. «Estamos hablando de una cifra de 10.000 millones de dólares (…) un proyecto de gran magnitud», anunció muy contento Nicolás Maduro.

  • Zonas Económicas Especiales: en 2014 Maduro aprueba la “Ley de regionalización integral para el desarrollo socio productivo de la patria” que implica la creación de zonas económicas donde no rigen las leyes venezolanas ni la Constitución. Son anuladas en gran parte del territorio venezolano las leyes que protegen el trabajo, la soberanía y la independencia. Tienen regímenes impositivos especiales que liberan del pago de impuestos y tributos a las empresas transnacionales que allí se radican. Y estimulo crediticio y de repatriación de ganancias en divisas por fuera de la legislación venezolana.
  • Empresas de «servicios» en la Costa Oriental del Lago y la FPO: En julio de 2016, en la XXXVIII Asamblea General Ordinaria de la Cámara Petrolera de Venezuela (CPV) el ministro para Petróleo y Minería, Eulogio Del Pino, declaró que “Debemos ir a nuevo modelo con mayoría del sector privado y eso pasa por un reconocimiento de errores: creo que lo que se hizo en el Lago de Maracaibo tuvo muchos errores, debemos reconocerlo y hemos ido a un esquema en el cual a todos aquellos empresarios, que aún quieran continuar, vamos a devolverle sus actividades” ( se trata de los empresarios expropiadas por el gobierno de Chávez en 2009, por incurrir en la práctica de «sobrefacturación» en sus operaciones). Asimismo, aseveró que en la Faja del Orinoco mantienen acuerdos con 20 empresas mixtas, en donde el 80% es del capital privado y el 20% restante de PDVSA.
  • Deuda externa: En enero del año pasado, desde el Teatro Teresa Carreño, Nicolás Maduro anunció orgullosamente que en 16 meses continuos Venezuela había cancelado 27 mil millones de dólares, «haciendo magia financiera para sostener este país». El pago puntual de esa deuda externa con claros visos de ilegitimidad, se hizo y se continúa haciendo a costa de las importaciones más necesarias para la subsistencia de la población. Por ejemplo, que en 2016 las importaciones totales fueran apenas un tercio de las de 2014. Sacrificando alimentos, medicinas, materias primas, insumos.
  • Polar:El empresario venezolano Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar y acusado por el gobierno como responsable de la “guerra económica” ha recibido durante los últimos años 5.200 millones de dólares por parte del Estado venezolano.
  • Expo Venezuela Potencia 2017: Nicolás Maduro entregó en total 19 millones de dólares y 9 millardos de bolívares en financiamiento a varias empresas privadas.