Francia/Macrón: En tres meses perdió 14 puntos de aceptación

Al otro lado del Canal de La Mancha, el nuevo líder del palacio del
Eliseo, el joven presidente neo liberal Emmanuel Macron, está
sufriendo un rápido desgaste. A solo 3 meses de haber asumido el
gobierno tiene apenas el 36% de aceptación. Meses atrás, con una
abstención record de 51%, había ganado el ballotage por el 66% de los
votos.
La explicación de esta abrupta baja en la popularidad del presidente
que era promocionado como una nueva y brillante estrella en el
firmamento europeo, tiene razones muy concretas: un plan de recortes
para bajar el déficit fiscal, aumentar el impuesto conocido como
“Contribución Social Garantizada” para la seguridad social y recortar
5 euros de la APL (Ayuda personalizada de Vivienda).
Son 4.500 millones de euros los que el primer ministro Édouard
Philippe pretende ajustar del gasto público para cumplir con los
objetivos propuestos por la Unión Europea. Dentro de ese recorte se
incluyeron también ajustes en Defensa, que llevaron a renunciar al
jefe del Estado Mayor, el general Pierre de Villers.
Capítulo aparte merece la recepción con gran pompa del presidente ruso
Vladimir Putin y del estadounidense Donald Trump, al que le reiteró el
alineamiento francés con la nación imperialista.
Finalmente hay en la población trabajadora una gran preocupación sobre
la anunciada reforma laboral. Hace ya más de una semana el Parlamento
le otorgó a Macron superpoderes, con los cuales podrá sacar por
decreto la nueva reforma laboral, que luego deberá ser convalidada por
el Congreso. Macron ya había logrado imponer, cuando fue ministro del
gobierno de Hollande, una reforma que recortaba derechos laborales.
Ahora pretende introducir mecanismos para que las empresas puedan
flexibilizar los protocolos de contratación y despidos. Se pondrán fin
a los acuerdos sectoriales y convenios colectivos, jerarquizando las
negociaciones por empresa, y buscará precarizar todo tipo de empleo
eliminando las relaciones de dependencia y aumentando la jornada
laboral, atacando así seriamente las conquistas y la representación
sindical.
El proyecto de ley que en las dos cámaras del Parlamento en las que
Macron tiene amplia mayoría se votó sin modificaciones, llevó al
dirigente de la izquierda y presidente de la bancada de Francia
Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, a señalar que esta ley que otorga
poderes especiales al presidente es un verdadero “golpe de Estado
social”.
Como señalan nuestros compañeros de La Commune de Francia: “la inmensa
mayoría de los trabajadores y empleados, la mayoría de los
trabajadores de todas las calificaciones, la mayoría de los jóvenes
quieren poner fin a la ‘reforma del mercado de trabajo’ que concentra
todos los ataques contra los salarios, puestos de trabajo, las
condiciones de trabajo y vida.”
Y frente a la convocatoria a un paro general para el 12 de setiembre
próximo lanzada por la CGT, y a los errores de la dirigencia sindical,
insisten en que: “el caso del Código de Trabajo no puede luchar sin
luchar por la retirada del proyecto de votación actual en el
Parlamento y la derogación de la ley El Khomri. (1) Estos son los
requisitos previos para el éxito de la jornada…” (…) “Sí, se necesita
la unidad. La unidad y no una caricatura…” , criticando así las
dificultades para lograr un plan de lucha unificado de todas las
organizaciones del sindicalismo francés para derrotar esta ley anti
obrera.
Gustavo Giménez
(1)   Ley El Khomri: ley flexibilizadora aprobada durante el gobierno
de Hollande. Su nombre se debe a la ministra de Trabajo que la
impulsó, Myriam El Khomri.