74 días de huelga docente en Perú. Momentos decisivos para una gran pelea

El 15 de Junio los docentes del Cuzco empezaron una huelga por demandas salariales y contra la evaluación del gobierno. Semanas después la huelga se extendió a nivel nacional. Las bases docentes rebalsaron a la conducción tradicional del SUTEF dirigida por el PC-Patria Roja. El gobierno amagó con una negociación que terminó en una maniobra. Una crisis política que transita sus momentos de desenlace.

La huelga, que tiene a más de 300.000 docentes parando en defensa de su salario y de la educación pública, comenzó con el levantamiento de los maestros cuzqueños y luego se extendió a nivel nacional afectando a 25 regiones del país. Sus reclamos centrales son un salario de 4.050 soles, que se anule ley de Reforma Magisterial y se reincorporen a los maestros cesanteados.
También se reclama iguales condiciones de trabajo y remuneración para los profesores contratados actualmente precarizados y el pago de la deuda social. La deuda social es el pago del tiempo de preparación de las clases de los docentes, un derecho que les fue arrebatado en la década del 90 y que actualmente reclaman por vía judicial.
El presupuesto educativo del Perú es uno de los más bajos de la región, apenas un 3% del PBI, contra el 6% que hace varios años el gobierno de Toledo, del cual el actual presidente Kuczynski era ministro de economía, se comprometió a otorgar, y el 10% que reclaman los maestros. A los niveles salariales paupérrimos, a un escaso presupuesto que se gasta en forma mayoritaria en los pagos de los sueldos a la plantilla docente, el gobierno liberal del PPK1, siguiendo las orientaciones del Banco Mundial pretende imponerles una evaluación docente que permite despedir a los docentes que no la superen.
Pedro Castillo, dirigente de la huelga, en una entrevista realizada recientemente por el compañero Tito Prado, dirigente del MNP, señala que: “Aclaramos que en esta ley de Reforma Magisterial, en el articula 23, se menciona que la evaluación del desempeño docente es condición para su permanencia en la carrera. Nosotros los maestros estamos obligados y exigimos que se haga una evaluación permanentemente, pero que sea una evaluación formativa, que no se haga desde el pupitre, que se haga contextualizada de acuerdo a la realidad de los pueblos.  Sin embargo, existe el interés de hacer una evaluación con algunas condiciones con las que se nos quiere llevar al abismo laboral. El fin de esta evaluación es despedir, dejar a miles de maestros en la calle”

Se tensa la pelea

Luego de largas semanas de huelga, manifestaciones, piquetes y acciones de todo tipo, el 18 de agosto, el gobierno, a través de su ministra de educación Marilú Martens, amagó con una negociación con la conducción elegida por los docentes nucleada en la Comité Nacional de Lucha de las Bases Regionales del SUTEP (CONARE), prometiendo aumentar el salario a 2.000 soles, aumentar el presupuesto educativo y flexibilizar algún requisito de su evaluación docente, pero sin firmar nada, ni realizar un compromiso claro de cómo instrumentarlo y sin retroceder en el atributo de la evaluación oficial que permite despedir a los docentes que no la superen.
La expresión más burda de esto es que la ministra no se movió del 12º piso del ministerio, mientras sus funcionarios “negociaban” con los representantes docentes, los que votados por sus bases para coordinar el conflicto, estaban ubicados en el 1º piso, bajo el pretexto de que la representatividad legal lo tiene la conducción oficial del SUTEP.
El fracaso de esta “negociación” llevó a la continuidad y radicalización del ya extendido conflicto, que lleva dos meses y medio desde que los maestros cuzqueños salieron a la pelea, y que luego fue incorporando paulatinamente a las distintas regiones. El pasado jueves 24 una marcha multitudinaria recorrió las principales avenidas de Lima en apoyo a los docentes. Fue convocada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT Perú) en el marco de una jornada nacional en respaldo a los maestros en huelga.
Ahora, con la firma de Fuerza Popular, el Frente Amplio, Acción Popular y el APRA, el parlamento peruano, que estuvo durante muchas semanas totalmente inactivo con respecto al conflicto, aprueba una interpelación a la ministra de educación Marilú Martens. Lo hace en medio de una importante crisis política, provocada por el conflicto docente más largo de la historia peruana.
Según datos de la web de Perú21 del 27/08, se nota un importante desgaste de la gestión de Kuczynski : “la merma del Ejecutivo desde que se inició la huelga es muy pareja. El Gobierno, en su conjunto, se deteriora de 37% en junio a 26% en agosto, una disminución similar a la del presidente Pedro Pablo Kuczynski (de 39% en junio a 29% en agosto). En tanto, el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, pierde 11 puntos, pasando de 35% en junio a 24% en agosto…”

Momentos de definición

Mientras se suceden las protestas y choques, se desarrollan negociaciones sin que el gobierno ceda lo esencial. Por el lado del gobierno y su ministra de educación, que han sacado un reciente decreto con algunas concesiones pero manteniendo lo más irritante de la evaluación docente, se amenaza con despidos y descuentos, con contratar personal “idóneo” para ocupar los cargos de los huelguistas, intentan quebrar la huelga por todos los medios. Por el lado de los docentes se evalúan medidas para radicalizar más aún el conflicto como la posible realización de una importante “huelga de hambre”.
La huelga del magisterio en el Perú es quizás uno de los más fuertes conflictos de los trabajadores de Latinoamérica del momento. De su resultado va a depender en los próximos meses el curso de la luchas contra el gobierno neoliberal de Kuczynski.
Hoy los docentes del Perú son la avanzada de la resistencia contra los planes del Banco Mundial contra la educación pública. Los mismos planes que Macri y los otros gobiernos proimperialistas pretenden aplicar en nuestro continente. Su lucha es entonces nuestra lucha y merece todo nuestro apoyo. ¡Viva la huelga de los docentes peruanos!

La ley de Reforma Magisterial

La norma que rige la evaluación docente en Perú y contra la que está peleando heroicamente la docencia peruana es una de las avanzadas más importantes de las políticas contra la educación pública que propone el Banco Mundial.
En la carrera del magisterio se realizan distintas evaluaciones, a saber: para el ingreso a la carrera, para el ascenso, para acceder a cargos en las áreas de desempeño laboral, para medir el desempeño docente.
Las tres primeras son voluntarias. Pero la última, la evaluación por desempeño, es obligatoria. Es indispensable para acceder a ascensos y permanecer en el magisterio. Se realiza cada cinco años y según el Ministerio de Educación la evaluación principal es la observación del desempeño docente en el aula por un comité integrado mayoritariamente por directivos docentes. Si el docente no aprueba la evaluación en dos oportunidades es despedido de la docencia.
Para más información ver “Los maestros le responden a la evaluación de la ministro Martens y el MINEDU”

Gustavo Giménez

1 PPK: Partido Peruanos por el Kambio, agrupación oficialista que gobierna Perú.