De montajes y represiones: OPERACIÓN IMPUNIDAD

Falsas hipótesis, versiones contradictorias, provocaciones y re victimización de las víctimas. El gobierno de Macri y Bullrich dispara desde un monumental aparato mediático, desde las declaraciones de funcionarios y desde sus call centers de difusión de propaganda, los argumentos que su base social adopta sin cuestionamientos. Todo este montaje contrasta con la nula actividad y esfuerzo para encontrar a Santiago. Fidelizar aún más a su espacio y cuidar a las fuerzas represivas el objetivo central del gobierno.

El artesano, hippie, que se fue a Chile

Construir el personaje es la primera campaña que el gobierno y el aparato mediático se lanzaron a construir. El artesano (como titula Clarín) ya no es una persona, sino que comienza a ser definido por su actividad, atrás de ese rotulo empiezan a llegar los demás, “hippie” “podría haber decidido seguir una vida clandestina en las 1000 ha del Pu Lof” “se fue a Chile” (primero se lanza la “hipótesis” y luego aparece una exposición en la gendarmería de Tartagal de una mujer que vio a un hombre parecido a Maldonado fumando un cigarrillo chileno).

Desde el primer momento, el gobierno nacional lejos de ponerse al frente de la búsqueda y el esclarecimiento del caso, construyo múltiples explicaciones y las mando a circular con ayuda del aparato mediático. La ministra Bullrich expuso la identidad de un testigo, no se tomo ninguna medida con los gendarmes que participaron en el operativo y  como si esto fuera poco el mismo juez que ordeno el desalojo y la represión el día que desaparecieron a Santiago es el que actúa en la causa sobre su desaparición.

Para despejar aún más dudas, en el día de ayer se conocieron los resultados del ADN que descarta la hipótesis de que Santiago fue atacado por un puestero, otra de las líneas truchas montadas por el macrismo para evitar hacer lo que hay que hacer.

Todas estas maniobras apuntan a justificar el avance represivo y no hacen más que confirmar la principal hipótesis que sostenemos todos los que de verdad queremos encontrar a Santiago Maldonado, la hipótesis de que se lo llevo la gendarmería en el contexto de una violenta represión contra una comunidad que no hace otra cosa que ejercer su derecho a vivir en la tierra que les corresponde.

Miente, miente, que algo quedará

Siguiendo la línea del aparato de propaganda Nazi, el gobierno nacional inventó un enemigo, le asigna distintos niveles de influencia y acción, distintos objetivos y lo utiliza para intentar ocultar  las responsabilidades que le caben en el accionar de las fuerzas represivas o, en el peor de las casos, justificarla de alguna manera para su público. Este enemigo no tiene un rostro ni una identidad definida, son los mapuches, terroristas, con elementos trotskistas que no solo se mueven en el campo sino provocan disturbios en la ciudad, lanzan piedras y queman cosas. A veces más de uno, a veces más de otro. Mientras sirve para ocultar la pregunta que ya recorre millones de gargantas ¿Donde está Santiago Maldonado?

Santiago Maldonado que no era mapuche ni del RAM, Santiago que se solidarizó con un reclamo justo, con una comunidad postergada y violentada por años, es hoy una víctima de un gobierno y un estado que retoma los peores mecanismos represivos, para, como siempre sucede, aplicar los peores planes anti populares.

La furia xenofóbica desatada por el gobierno oculta la base de todos los reclamos, las tierras de la mayor parte de nuestra Patagonia no son argentinas, ni chilenas ni mapuches, sino de grandes latifundistas privados, extranjeros e imperialistas y, como no podía ser de otra manera, amigos de Macri, es en defensa de esos intereses que se reprime a los integrantes de la comunidad en Pu Lof, y a muchas otras comunidades, víctimas del racismo de un Estado que no vacila en limpiar el terreno para el extractivismo.

El montaje se redobla cuando a pesar de las mentiras iniciales, una multitud desborda las plazas del país pidiendo por Santiago, y aparecen los “disturbios”, los “violentos” y las paredes pintadas que tanto le duelen a la clase media con expectativas de “orden” que encuentra en Cambiemos una dirección que los representa y conduce entre tanta nebulosa. A esto el gobierno le sumó las detenciones injustificadas y montadas, los golpes y aprietes a los detenidos, el maltrato a mujeres y periodistas, las amenazas e intimidaciones. Todo un combo represivo que duró todo el fin de semana. El gobierno actúa de esta forma para fidelizar, para que la base social que construyó tenga argumentos y herramientas, y se sienta segura para defender a un gobierno que avanza contra ella y contra todos.

Movilizarnos y construir alternativa política para enfrentar al macrismo

Ante los montajes del gobierno, ante su tozudo intento de avanzar con medidas anti populares y represivas, las tareas que se imponen son claras. En primer lugar redoblar la movilización y las actividades por la aparición de Santiago Maldonado, la renuncia de Bullrich y el juicio y castigo a todos los responsables de su desaparición.

Pero ante lo que se viene no alcanza solo con resistir, lejos estamos de creer que todos los que eligen el camino de apedrear un cuartel o algún edificio de gendarmería sean todos servicios. Un muy pequeño sector de la juventud indignada con la situación entiende que esta es la única forma de conseguir algún resultado “concreto”,  lamentablemente, la historia está llena de experiencias que lejos de confirmar esas tesis las desmienten. La indignación individual y la “acción directa” sin organización permanente, coherente y que apunte a ganar a amplios sectores de la clase obrera y capas de la clase media para un proyecto alternativo al macrismo, un proyecto anticapitalista y de transformación profunda, termina muchas veces siendo utilizado por los gobiernos para justificar sus represiones.

Hay un camino que es mas difícil, más lento pero el que de verdad hace falta y puede lograr resultados; es el camino de construir sistemática y coherentemente una alternativa política, puliendo las debilidades, discutiendo democráticamente y actuando firme y unificadamente. Esa es la propuesta que tenemos desde el MST ante el avance del macrismo, oponerle más unidad en la calle y en el terreno político con el desarrolla de una izquierda firme y abierta que luche por estos objetivos.

Martín Carcione