Aprender: ¿Por qué rechazar esta (in)consulta relámpago?

 

 

Como adelantamos al rechazar el “Aprender 2016”, los “resultados” de este operativo evaluador, están al servicio de justificar la reforma privatista que encara el gobierno de Macri y Vidal. Ahora llega la segunda etapa de este operativo, a las escuelas de la provincia de Buenos Aires.

En esta oportunidad y ante las críticas que tuvo el Aprender el año pasado, vienen tituladas como “autoevaluaciones institucionales y consultas” para Primaria y Secundaria, las que no sólo se hacen a los alumnos, sino también a las familias. Queriendo vestir de democrático un operativo que está teñido íntegramente de un tinte justificador de sus políticas. A tal punto es así, que llegó por tandas y de hoy para mañana. Con la aclaración que ni siquiera puede hacerse con suspensión de clases.

 

Descarnada injerencia privada en esta supuesta “Autoevaluación”

 

Las orientación, instructivos y recomendaciones contenidas en la Cartilla “¿Cómo Evaluamos? Autoevaluación Aprender” que el gobierno remitió a las escuelas, fue armada por el macrismo con la Universidad privada de San Andrés. El logo de esta señera institución privada figura destacado en la portada junto al del ministerio y la Presidencia de La Nación.

 

 

La San Andrés es una institución carísima para quien aspira a cursar (una Maestría tiene un arancel superior a los 150.000 pesos). Por lo tanto es una universidad elitista y de ambiente competitivo, donde los jóvenes no pueden trabajar para poder estudiar, debido a los horarios de los cursos. Entre sus graduados “estrella” figuran varios funcionarios de cambio como el ajustador ministro de Trabajo, Jorge Triaca; el Secretario de Comercio, Miguel Braun, Lousteau o el presidente de Shell, entre otros CEO’s empresarios.

Esta supuesta “autoevaluación” baja entonces enlatada del gobierno y el sector empresarial de la educación, tal como consta en la página 4, al señalar que la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés es parte del “Equipo Responsable” de este operativo junto a la Secretaría de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación de la Nación. La injerencia privada es cada vez más desembozada, al entrar directamente en los materiales girados por las autoridades estatales.

Esta mal llamada “autoevaluación” centra todas sus preguntas y “consultas” en cómo la pasa el alumno en la escuela, la relación de éste con las autoridades y con los docentes. Si aprende cuando recursa o si aprende preparándose para el mundo del trabajo y cuál es su estado de ánimo. O, por ejemplo, qué le genera en la escuela ese estado de ánimo.

Y va en el mismo sentido hacia las familias que eligen esta escuela particular para sus hijos, orientando la “consulta” además a describir qué les genera el ambiente escolar, los contenidos, la relación con docentes y autoridades.

Como señalamos desde los SUTEBA Multicolor, el gobierno pretende imponer la evaluación de desempeño como medida de calidad de la educación cuando es el responsable de la situación de la educación pública. Una nueva truchada de Cambiemos y el PRO para montar su reforma educativa, sobre una teatralización de participación que luego tomarán de “insumo” para plantear los ajustes y reformas contenidos en el funesto proyecto de ley macrista, llamado Plan Maestr@.

Ya lo hicieron al manipular los datos del Aprender 2016, los que si bien sabíamos de ante mano que evidenciarían deficiencias, no fueron lo catastrófico que esperaba el gobierno. Y por eso los manipularon para tener argumentos que justifiquen las políticas (anti)educativas que pretenden implementar.

 

No ser parte de esta “autoevaluación” (in)consulta

 

Por todo esto, desde las Seccionales de SUTEBA Multicolor hemos planteado el rechazo a estas jornadas que el gobierno pretende imponer, pues el único fin de la “encuesta” es instalar la necesidad de su reforma educativa a través de preguntas tendenciosas. A su vez, exigimos a la conducción nacional de CTERA y a la Celeste provincial en SUTEBA que dijeron rechazar estos operativos, que convoquen a asambleas y plenarios de delegados para que el conjunto de la docencia pueda definir las medidas a tomar contra este tipo de planes anti educativos.

Llamamos a no ser parte de este operativo, no es obligatorio ser facilitador, por lo tanto no completemos ni hagamos completar las encuestas a nadie. Como respuesta a este operativo del gobierno proponemos elevar las necesidades de cada escuela y comunidad. Y continuar organizándonos por nuestros reclamos, como única manera de defender la escuela pública.

Para el gobierno de Macri y los gobernadores que, lamentablemente, lo avalan y secundan desde el Consejo Federal de Educación, la escuela pública es de mala calidad y nadie aprende. Para los docentes, los trabajadores y nuestras comunidades educativas en general, la escuela estatal sigue siendo el lugar donde los alumnos pueden construir una mirada crítica, la siguen eligiendo y defendiendo como un derecho social que el Estado debe garantizar.

Al oponernos al Aprender 2016, advertimos que un mal resultado era “cantado”. En realidad, es un diagnóstico viejo, muy conocido por todos los docentes y que varias veces anunciamos, a la par de exigir la aplicación inmediata del presupuesto educativo necesario para brindar a las escuelas públicas los recursos básicos. Recursos que permitirían así afrontar las problemáticas que muchas veces son elementos concretos jugando un papel fundamental en el desarrollo educativo.

Así mismo, también anunciamos el vaciamiento que reforma tras reforma le han ocasionado a los diseños y a nuestros planes de estudio de todos los niveles, y propusimos una verdadera evaluación social en donde la comunidad educativa pudiera valorar las políticas públicas educativas implementadas y los diferentes gobiernos y funcionarios que las han ido aplicando.

Como docentes conocemos la necesidad de transformar la escuela pública, de lograr ese nivel académico que supo tener, así mismo entendemos que ninguna transformación estructural se logra sin presupuesto y sin que los protagonistas sean constructores de esos cambios. Trabajar una verdadera evaluación social, una valoración profunda del sistema educativo requiere generar los espacios de discusión y debate, de consultas y propuestas. Pero fundamentalmente de la mirada y registro sobre las necesidades educativas, socioculturales y laborales en nuestras comunidades. Evaluando también las diferentes políticas educativas y los ajustes y cambios que estas necesitan para que el lineamiento educativo no sea una letra muerta en el cotidiano escolar.

 

¿Qué se persigue…? La mal llamada escuela del futuro

 

Es necesario pensar cuales son los objetivos concretos de estos operativos, y para quienes están pensados. ¿Por qué lo hacen? Para justificar una mayor privatización de la escuela estatal, como ya hicieron en la Ciudad de Bs. Aires. Para precarizar más las condiciones de enseñanza de las mayorías; flexibilizar al docente; introducir la diferenciación salarial con criterios de “mérito”, productividad o capacitación; y avanzar sobre otras conquistas del Estatuto del Docente, que también aspiran a reformular.

Desde el gobierno se intenta mostrar que los resultados educativos en las escuelas estatales son peores que en las privadas. Y culpan a los trabajadores de la educación, a los días sin clases por paro, “al desinterés” que supuestamente la escuela le genera a los alumnos (no cuentan los días sin clase por lluvia, inundaciones, falta de agua, falta de luz y los terribles problemas de ausentismo de los alumnos que se presentan en las escuelas por problemas que exceden el ámbito escolar; o la terrible falta de recursos que se acrecienta en algunas zonas).

También se pretende instalar la idea de la escuela pública estatal de baja calidad, sin mencionar en la “consulta” cuáles son los deficientes recursos con los que cuenta la escuela pública, y cuáles necesita, para evadir la discusión presupuestaria y responsabilidad oficial. Pretenden sembrar un campo propicio para instalar la mal llamada “escuela del futuro”, un nombre para una escuela que contradictoriamente verá cercenado su presente en pos de un futuro poco claro.

En relación al Aprender es necesario plantear un Congreso Pedagógico Nacional de docentes, familias y alumnos para que las políticas educativas no las sigan definiendo los gobiernos capitalistas, las corporaciones y el Banco Mundial. Y las puedan discutir las comunidades educativas. Y rechazar estas supuestas consultas que niegan la participación, el debate y son absolutamente dirigidas y parciales.

 

Los estudiantes también enseñan

 

La gran resistencia de los estudiantes porteños es un ejemplo también de cómo luchar contra estas políticas privatistas. Existen decenas de colegios tomados y varios más en proceso de toma en un expreso rechazo de “la escuela del futuro”.

Una reforma en escuelas secundarias que será similar a la que intentan en la Provincia y tiene un fuerte rechazo entre docentes y alumnos. Porque se plantea que, en su último año, su trayectoria quede reducida al 50% de carga horaria y de materias específicas, para cambiarse por oficios y pasantías no pagas convenidas con empresas, lo que tampoco resulta ser el primer trabajo o la primera experiencia laboral. Recalcando ser una reforma inconsulta a hacia los docentes, pero a los primeros que deberíamos tener en cuenta que son los alumnos, a quienes se supone se dirige la reforma.

Ante estas tomas y el rechazo público que estudiantes secundarios y centro de estudiantes han manifestado, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, pretendió poner en práctica un “protocolo de toma” que violaba derechos y vulneraba las garantías consagradas a favor de niños y adolescentes. Un protocolo que además irrumpe en el ambiente escolar con mecanismos y personajes que nada tienen que hacer ahí, como la policía, fiscales, letrados y escribanos. Lo que iba en un sentido más general, en línea con la cada vez mayor utilización de fuerzas represivas para hacer pasar el ajuste y las reformas que recortan nuestros derechos, cuando las mismas no tienen consenso. El repudio que recibió, llevó al gobierno de Rodríguez Larreta a descartar ese “protocolo” y decir que no lo habían promovido…

Es claro que buscan amedrentar para que nadie presente batalla frente a estas modificaciones sustantivas en el nivel. Como también viene ocurriendo con la campaña organizada por el gobierno contra los docentes que mencionen a Santiago Maldonado o toquen su desaparición forzosa.

Pero las y los trabajadores de la educación en muchísimas escuelas de la provincia y también los estudiantes de la Ciudad de Bs. Aires, venimos mostrando firmeza y voluntad de lucha en defensa de la escuela pública, su presente y su futuro.

Es necesario acompañar ese proceso como docentes, como antesala de lo que se viene. Organizarnos y debatir en cada escuela con los alumnos y padres la importancia de no dejar pasar una reforma que, a las claras, busca precarizar aún más a los docentes y encontrar mano de obra gratuita para las empresas.

Para tener un verdadero futuro es necesario defender nuestros derechos y construir nuestro presente. La escuela pública estatal no se toca, se defiende.

 

Andrea Lanzette, Congresal SUTEBA Lanús

Secretaria Adjunta de la CTA Autónoma de Lanús

Francisco Torres, Sec. Gremial de la Federación Nacional Docente

Alternativa Docente | MST en Izquierda al Frente