Trump mostró los dientes en la ONU

El presidente yanqui habló por primera vez en la Asamblea General de la ONU el 19 de septiembre. Amenazó a Corea del Norte con su “destrucción total”, puso en duda la continuidad del acuerdo nuclear con Irán e intentó ubicarse como líder mundial, llamando a formar una “alianza de naciones soberanas contra amenazas globales”.

Con su intervención, Trump dejó en claro su posición de jefe imperialista. Demostró que, más allá de su discurso aislacionista en las elecciones, el Departamento de Estado yanqui no piensa retroceder un paso de su papel de gendarme mundial, en defensa de los intereses del gran capital. El discurso, milimétricamente calculado, marcó un giro en su política internacional acorde a una reorientación para disputar la hegemonía estadounidense en la escena mundial.

Se dedicó a relativizar el lema de su campaña electoral “América primero”, dejando atrás sus anteriores muestras de desprecio hacia la OTAN, la Unión Europea y la propia ONU, y planteando que busca una alianza de “naciones soberanas que trabajen juntas dese el respetuo mutuo”. Al mismo tiempo, buscó ubicarse a la cabeza dicha alianza, recriminando la pasividad del organismo internacional y exigiéndole un rol más activo y bélico contra Irán y Corea del Norte. Hacia este último país, dirigió una especie de ultimátum:

“No se puede aceptar que esta banda criminal se arme con misiles nucleares. Tenemos una gran paciencia, pero si nos vemos obligados a defendernos o a defender a nuestros aliados, no tendremos otra opción que destruir totalmente a Corea del Norte.”

Hay quienes habían opinado que Trump sería un presidente más inocuo por su supuesto aislacionismo. Hoy queda claro que no es más que el nuevo amo del imperio del norte, y que está dispuesto a todo para sostener la posición hegemónica que EE.UU. ostenta en el mundo y que viene siendo cuestionada crecientemente desde que estalló la crisis capitalista de 2008. Avanza con nuevas amenazas de perpetrar un genocidio contra millones de personas, destruir una nación entera y desatar un conflicto nuclear, cuestión que habrá que ver si en verdad puede hacer o es parte del juego de presiones. Por ahora, coloca el tema en su discurso oficial y es repudiable.

Desde el MST nos solidarizamos con el pueblo norcoreano y llamamos a la más amplia movilización mundial contra el imperialismo de Trump.

Federico Moreno