Alto a las persecuciones políticas del gobierno

Esta madrugada fue detenido Luis D’Elía, acusado por encubrir a Irán en el atentado a la AMIA. A su vez detuvieron al ex secretario legal y técnico Carlos Zannini y le dictaron prisión preventiva domiciliaria al ex canciller Timmerman por el Memorándum de entendimiento con Irán de 2013. En el marco de la causa abierta tras la muerte del fiscal Nisman, el juez Bonadio también pidió el desafuero de Cristina Kirchner y su detención y embargo, procesó a Oscar Parrilli y a Larroque, y detuvo al dirigente islámico Yusuf Jalil. Por dicha causa, además, se entregó Fernando Esteche.

Repudiamos toda esta persecución y las detenciones de procesados sin condena que, por medio de Bonadio y la justicia adicta, lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri y Cambiemos. Más allá de nuestras profundas divergencias políticas y metodológicas con los dirigentes detenidos y/o perseguidos, y de nuestro desacuerdo con el Memorándum, el oficialismo macrista está atropellando abiertamente derechos democráticos y garantías constitucionales básicas con el único objetivo de obtener rédito político.

Por lo tanto, desde el MST en Izquierda al Frente exigimos la libertad inmediata de los detenidos y el fin de todas las persecuciones gubernamentales a los opositores políticos y a los luchadores sociales.

Este operativo persecutorio del gobierno no es un hecho aislado. En los últimos meses, Santiago Maldonado y Rafael Nahuel han muerto a consecuencia de sendos operativos represivos de Gendarmería y Prefectura. Sigue habiendo presas y presos políticos. Hay una campaña oficial de demonización del pueblo mapuche, con complicidad mediática, y con la excusa del “extremismo” el gobierno busca fortalecer los dispositivos represivos. En una actitud claramente antidemocrática, la ministra Bullrich pretende dar carta blanca e impunidad a esta política de mano dura afirmando que “las fuerzas de seguridad no deben probar nada”.

Toda esta operatoria represiva no es casual: se profundiza justo en el momento en que Macri y su gobierno avanzan con su plan de reformas en materia laboral, previsional, fiscal, educativa y de salud, todas ellas en contra de los derechos de los trabajadores y el pueblo, en contra de los intereses y la soberanía de nuestro país, y en beneficio directo de los bolsillos de las corporaciones, bancos, terratenientes y demás grandes capitalistas, el FMI y la OMC.

En cuanto al atentado a la AMIA y el asesinato de Nisman, no va a ser esta justicia dependiente del poder político la que llegue a la verdad. El propio Bonadio fue apartado años atrás de la causa AMIA por no haber investigado a Menem y Corach, encubriendo su responsabilidad política y la del Estado.

A 23 años del atentado, los sucesivos gobiernos no han investigado como corresponde. Cabe recordar que el Memorándum con Irán se firmó en el marco de un giro de la política de EE.UU. hacia un mayor acuerdo con Irán, y el gobierno kirchnerista de entonces acompañó esa línea. El Congreso aprobó el Memorándum con la supuesta idea de avanzar en una investigación común, pero nunca se aplicó porque no lo votó el parlamento iraní. En aquel momento nos opusimos al Memorándum reclamando una investigación independiente, tal como lo volvemos a exigir ahora.

El único camino para lograr verdad y justicia sobre el atentado a la AMIA y el asesinato de Nisman es crear una comisión investigadora independiente, al estilo de lo que fue la CONADEP, integrada por los familiares de las víctimas y personalidades intachables, para abrir todos los archivos secretos, sacar todo a la luz pública y que haya juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de ambos hechos, incluida la “conexión local” y el rol de la cúpula de la DAIA y todos los que fueron parte de las negociaciones en los años previos al Memorándum.

En lo inmediato, convocamos a todos los sectores políticos y sociales democráticos, más allá de toda divergencia, a defender las libertades y garantías vigentes hoy amenazadas por la escalada autoritaria y represiva del gobierno nacional.

Sergio García y Pablo Vasco