No al convenio con CONIN Un cavernícola, asesor del Ministerio de Educación de la Nación
El acuerdo entre el Ministerio y la Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil) se firmó el 20 de diciembre. La cartera publicó un breve comunicado en su web, donde afirma que el objetivo del programa es “mejorar las condiciones de educabilidad de alumnos de nivel Inicial de 3 a 5 años, para garantizar una mejora en sus trayectorias escolares y la detección temprana de la desnutrición”. Para ello “se impulsarán espacios de encuentro y debate con la comunidad educativa en las distintas jurisdicciones del país con el propósito de instalar el tema, se generarán instancias de acompañamiento a las familias y de formación para supervisores, directivos, docentes y equipos de orientación escolar y, así, poder asistir a los niños generando las condiciones necesarias para que el aprendizaje se produzca satisfactoriamente”. La misma perorata figura en la web de la Fundación CONIN.
Detrás de este acuerdo, como titular de dicha fundación está el cuestionado Dr. Abel Albino, de quien son conocidas sus posiciones ideológicas retrógradas sobre cómo “combatir la desnutrición” y cómo “prevenir las enfermedades de trasmisión sexual”. Albino muchas veces ha expresado definiciones contra la homosexualidad, a la que considera una enfermedad; contra la masturbación, y sobre el lugar subordinado de la mujer en la familia y la relación con la pobreza.
Varias entidades profesionales ya se expresaron críticamente. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI) manifestaron su repudio al convenio celebrado entre el Ministerio de Educación y CONIN.
Es evidente que el “asesoramiento” que busca el Ministerio que conduce Alejandro Finocchiaro lejos está de querer resolver las verdaderas causas de la desnutrición y de las problemáticas posteriores en las trayectorias escolares de los niños. Solo busca falsas causales retrógradas, basadas en ideas arcaicas y sin sustento científico.
La primera infancia es el momento justo para desarrollar las máximas potencialidades de los niños. Varias posturas que sostiene Albino resultan en esta época caducas y claramente discriminatorias, contrarias a la perspectiva de género y al criterio de igualdad que se pretende en el ámbito escolar. Afirma que la “promiscuidad” y la sexualidad indiscriminada son la causa de la desnutrición y de la falta de educación de los niños, cuestionando también la masturbación.
Desde la SAPI responden que “es un tema architrabajado en el desarrollo emocional infantil, que no puede generalizarse o simplificarse diciendo ‘la masturbación genera frustración’, como dijo el doctor”; “son afirmaciones de una ideología que ya hace rato se descartó científicamente, y que desde los aspectos psicológicos, sanitarios y educativos es arcaica”.
Es necesario exigir al Ministerio la baja inmediata de este convenio, que va en contra de la formulación y objetivo que proclama. Lo mismo deberían exigir la CTERA y los distintos sindicatos del área educativa, que aún no se han expresado en este sentido.
Desde Alternativa Docente insistimos en que somos los docentes quienes conocemos bien las carencias y penurias por las que pasan los niños y sus familias, como así también las diferentes causales de tales falencias y cómo impactan luego en las trayectorias escolares. Un debate franco con toda la comunidad educativa confirmaría lo limitado de las asistencias sociales y planes que el gobierno otorga a familias con vulnerabilidad. También demostraría la necesidad de políticas públicas en red, que permitan articular entre Educación, Salud y Desarrollo Social, así como los escasos recursos de los centros de salud y hospitales para implementar una salud preventiva.
Seguimos luchando por una educación estatal libre, laica, igualitaria, científica, inclusiva y con perspectiva real de género, para nuestros niñxs y en especial para quienes están en situación de vulnerabilidad. Le decimos No al convenio con CONIN y proponemos que quienes jugamos un rol en la primera infancia (docentes, médicos, preceptores, orientadores sociales, comunidad) empecemos a organizarnos para no permitir su aplicación.
Necesitamos capacitaciones con valor científico para los docentes, padres y comunidad en su conjunto. Y espacios reales para la participación, debate y construcción de acuerdos en la comunidad educativa a fin de mejorar las potencialidades en la primera infancia y sus trayectorias escolares posteriores de la mano de prevenir y lograr una mejor salud física, psíquica, afectiva y social.
Andrea Lanzette,
Alternativa Docente y
Juntas y a la Izquierda / MST