San Juan: los despedidos de ITEC (ex Delphi) exigen solución

Fue un final anunciado. Después de más de un año con suspensiones, pagos parciales, deudas salariales y seis meses sin producción ni perspectivas para los trabajadores, finalmente la autopartista ITEC (una de las principales fábricas de San Juan) anunció el cierre definitivo de su planta.

La empresa, que funcionó durante 31 años en nuestra provincia en manos de sucesivos dueños, dejó a sus 359 empleados en la calle y sin cobrar indemnización, inmersa en un proceso que desembocará en una quiebra en febrero, cuando finalice la feria judicial. Nuevamente son los trabajadores quienes pagan las consecuencias de la crisis que no provocaron.

Hace más de dos años que viene conflicto tras conflicto y hay un verdadero vaciamiento de ITEC, en un panorama en donde los trabajadores pagan la crisis y se quedan en la calle, sin indemnización, víctimas de los acuerdos que los gobiernos de turno hicieron para salvar a los empresarios y perjudicar a los empleados. Hace dos años eran 700 y se fueron desgranando con miserables retiros “voluntarios” hasta los 359 que hoy quedan sin trabajo. El único beneficiado fue Héctor Méndez, ex presidente de la UIA, que hace dos años se hizo cargo de ITEC a cambio de una cifra millonaria que los trabajadores nunca vieron.

El gobierno de Uñac (PJ), cómplice

Con la promesa mentirosa de un fondo de desempleo doble, reinserción laboral e indemnización, el gobierno, el sindicato y la patronal acordaron el cierre.

El cierre de ITEC se suma a otras cinco empresas que ya cerraron sus puertas, dejando a cientos de trabajadores suspendidos o despedidos sin perspectiva laboral, desde el inicio de la gestión del gobernador sanjuanino Sergio Uñac.

En una provincia donde se prometió que los emprendimientos mineros iban a generar trabajo, crecimiento y progreso, lo único que crece día a día es la desocupación.

Funcionarios de Uñac intervinieron en el conflicto de ITEC: la ministra de “Producción”, el subsecretario de “Trabajo”, y hasta el ministro nacional de Producción, Cabrera. Todos con salvavidas para la empresa, pero para los empleados sólo la incertidumbre de no saber siquiera a quién cobrarle sus indemnizaciones.

La burocracia del Plástico, también

Rolando Manzanelli, el secretario general del sindicato Plástico y candidato a senador por el PJ, no se priva de sacarse fotos con Uñac en el Dakar, mientras los 359 compañeros de ITEC y sus familias siguen en la calle, sin un peso. Durante todo el conflicto mantuvo aislados a los trabajadores y frenó sus iniciativas. Y la CGT ni apareció.

Esta traición y borrada hizo que tras la noticia del cierre, y sin amparo sindical, los trabajadores saquen dos importantes conclusiones. Una es que esos dirigentes burocráticos los llevaron a un callejón sin salida y de ellos no se puede esperar nada. La otra es que el gobierno es responsable de preservar los puestos de trabajo y tiene que hacerse cargo.

Nueva etapa: los trabajadores toman el conflicto en sus manos

A partir del cierre, Manzanelli declaró que no puede hacer ninguna “acción gremial”, lo cual es falso porque se podría exigir la apertura de los libros contables e incluso que Uñac estatice la planta y preserve los puestos de trabajo.

Pero los trabajadores y sus familias no están derrotados y han tomado la lucha en sus manos. Están pidiendo la solidaridad de las organizaciones sociales, políticas y sindicales. Convencidos de que Uñac es responsable de dar una salida al conflicto, preparan un petitorio para presentarle el jueves 25 junto una movilización unitaria. El primer punto es exigir que Uñac se haga cargo de los 359 puestos de trabajo, con tratamiento especial a quienes están cercanos a jubilarse, más el pago de los salarios adeudados y la indemnización. Se inicia así una nueva etapa, que requiere de la más amplia solidaridad para que los trabajadores puedan triunfar. Desde el MST reiteramos nuestro compromiso de seguir respaldando estos justos reclamos.

Mary Garrido

MST – San Juan