Las clases no inician sin paritarias, libres y sin techo

Paritaria trucha. Rechazo de CTERA que sólo plantea judicializar e ir a la OIT. Pero también reunión de gremios de oposición donde se debatió un plan de lucha y propuestas educativas.

El martes 6 hubo una parodia de “paritaria” docente. La armó Macri con su ministro de Educación Finocchiaro. Paritaria trucha a la que ya no podían asistir los docentes privados, condenados a negociar sólo con los patrones y la Iglesia. Tampoco estuvo CTERA que impugnó. Ni la Federación Nacional Docente, donde exigimos paritarias libres y sin techo, al gobierno nacional, el de la Ciudad y de las provincias.
Así, de cinco entidades, sólo hubo tres. En vez de paritarios electos por la base, con proporcionalidad en la representación y mandato como reclamamos, Macri decide, con su decretazo 52/18, cuántos gremios y paritarios pueden “negociar”. Una imposición antidemocrática y reaccionaria.

Consecuencias de una paritaria trucha

Macri quiere evitar la paritaria docente porque actúa como “testigo” para el resto. Además, condenar a la maestra de grado a cobrar $11.400 de inicial, por debajo de la pobreza que el INDEC fija en $ 16.677. Esto es así al decretar que la suba del inicial será un 20% más del valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil.
Como novedad “salarial”, sólo hablaron de una supuesta “mejora sustancial” en los 210 pesos de material didáctico que ahora se pagarían por 12 meses y no sólo en 10. Una vergüenza ya que el “sustancial” aporte de Macri al salario 2018 serían sólo $420 más por cargo.
Además, quieren mantener congelado en $1.210 el Incentivo que la Nación le paga al millón de docentes del país e implica del 10% al 12% del sueldo docente. Y no es poco: el Presupuesto hace referencia a $25.000 millones destinados al Fondo Nacional de Incentivo Docente.
Macri quiere también recortar el 50% de los casi $2.000 millones que deberían destinar al Programa Nacional de Compensación Salarial para 11 provincias que no llegan al piso nacional. Ese aporte de Nación significa entre el 9,8%, el 22,5% o el 31,6% del salario docente, según la provincia (Art. 9º de la Ley 26.075).
Al retomar políticas de los ‘90, Macri y los gobernadores del PJ promueven una creciente desigualdad salarial, según los recursos de cada provincia. Con esa pobreza y con básicos docentes en indigencia, no hay educación de calidad posible.
También anunciaron que se formarían tres comisiones para hacer cambios: • Formación y capacitación docente, • Ingreso y carrera docente, • Condiciones laborales. Además, un mapa sobre las carreras donde faltarían docentes y un “plan de incentivos” quizá monetarios. Pero, ¿con quién consultarán tamaños aspectos normativos y socioeducativos? Máxime, con la contrarreforma educativa que Macri despliega con apoyo unánime de los gobernadores en el Consejo Federal de Educación.

Propuestas educativas y de lucha

Para eso hace falta un Congreso o Encuentro Pedagógico, donde docentes y la comunidad educativa podamos debatir y resolver los cambios que requiere la educación estatal. Que, frente a la provincialización que reivindica el PRO con su Decreto 52/18, se plantee volver a nacionalizar el sistema educativo y democratizar su gobierno.
Que recupere otra conquista como el Nomenclador Salarial Único Nacional, donde todos los docentes cobrábamos el mismo básico, más las bonificaciones como antigüedad, zona, ruralidad o título, según la realidad por provincias.
En este camino, junto a la Federación Docente planteamos jerarquizar la carrera docente con una nueva matriz salarial, donde todas las sumas pasen al básico, incluido el Incentivo. Un inicial de $ 30.000 que cubra la canasta familiar y el acceso a los bienes culturales para poder trabajar en un cargo. Y un aumento en un tramo, no en cuotas, retroactivo a enero e indexado por la inflación real.
Para eso el Estado Nacional debe ser el principal responsable de sostener, con presupuesto propio, el sistema educativo. Con su aumento ya al 10% del PBI, bajo control en su ejecución. Eliminar los subsidios privados, un impuesto a las corporaciones y el no pago de la deuda externa. Así habrá fondos para la inversión educativa, salarial, en infraestructura, cargos, material didáctico, becas, comedores o transporte. Y una educación estatal de calidad.
Para lograrlo insistimos con el llamado y exigencia a la Celeste de CTERA y los gremios, a los estatales y universitarios, a resolver democráticamente un plan de lucha en asambleas, plenario de delegados y congreso.
Ese día 6 pudimos avanzar también en la reunión nacional con gremios, seccionales y agrupaciones de oposición para organizar el “No Inicio” 2018 y una agenda de lucha: Desde el 14 de febrero, asambleas, plenarios y congresos para definir las medidas de lucha. Combinar exigencia a CTERA y el compromiso de concretarlas si no lo hacen.
Entre las acciones a evaluar está el 15 con el paro estatal, como parte de la preparación de la movilización del 22F y la exigencia de paro nacional. El No Inicio con paro de 72hs el 5 de marzo, para empalmar con el paro internacional de mujeres. Evaluar otro paro de 48hs y Marcha Federal Educativa.
Al contrario de la Celeste que llamó a Congreso de CTERA recién el 28 y mandatar los Sec. Generales, todo se debe decidir democráticamente. Por eso es vital el plenario que llama el Hospital Posadas el 17. Y evaluar un plenario nacional de delegados el 27. Así será posible tomar la lucha en manos propias.

Francisco Torres, Sec. Gremial, Federación Docente