Amenaza a la inmersión lingüística con el 155: De las cargas a las aulas

El secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, planteó que el gobierno de Mariano Rajoy está analizando sí le corresponde o no cambiar la lengua vehicular, a elección de los padres, entre el castellano y el catalán, a través de los formularios de preinscripción. Esto se debe a que en pocos días tendrán que publicar las normas 2018-2019 para la matriculación de alumnos.
Desde el 2014 los alumnos catalanes pueden optar por estudiar en castellano sí así lo solicitan. La modificación sería que puedan optar desde un casillero en el propio formulario.
Esto ha generado un gran debate ya que no se trata de un pequeño cambio de orden técnico ni democrático. De aplicarse sería un nuevo ataque a la autonomía de Cataluña.
Hoy el gobierno se encuentra intervenido con la aplicación del 155 y con la amenaza de ser extendido no sólo en el tiempo, sino en sus alcances. A los presos políticos, las persecuciones y las causas a granel a dirigentes y activistas independentistas, se suma esta intromisión en la educación y el idioma.
Hace tiempo que desde el poder hacen campaña por un inventado “adoctrinamiento” independentista en las escuelas. La nueva ofensiva sobre el idioma es un mecanismo más de opresión del Estado español y uno muy importante.


En Cataluña, la Generalitat aplica el programa de inmersión lingüística desde la cursada 1983-1984, a partir de la iniciativa y organización de los padres y maestros que se unieron para reclamar una escuela pública en la que la lengua vehicular fuera el catalán. También se habla castellano, para que se manejen como mínimo esos dos idiomas. Estas medidas contaron con consultas y un amplio apoyo social y de distintos partidos políticos.
Más allá de las necesidades sociales concretas, estaba el telón de fondo de la prohibición del franquismo, e incluso anterior, de hablar catalán. En ese momento, los que querían hablar su idioma tenían que acudir a la enseñanza privada.
No se puede abstraer este debate, que puede encararse desde distintos ángulos, sin considerar la situación concreta de Cataluña intervenida por Rajoy y Soraya Sáenz Santamaría. Desde el gobierno el PP intenta aprovechar la intervención y la falta de gobierno electo para avanzar sobre distintos aspectos de la vida económica, social y cultural catalana.
Los rechazos, ya comenzaron. El portavoz del sindicato USTEC, Ramon Font, la central mayoritaria entre los docentes de Cataluña, llamó al PP a «estudiar qué pasó en las Islas Baleares», en referencia a la huelga indefinida de docentes que provocó la «marcha atrás» de medidas similares. Según Font, no descartan movilizaciones, huelgas e incluso desobediencia llegado el momento.
Tenemos que enfrentar este ataque movilizados y unificadamente, ya que se trata de una ofensiva del Estado español en su carácter de opresor del pueblo catalán.

Manel Pere Lecha