La imperiosa necesidad de unir al clasismo

El rol traidor, divisionista y desmovilizador que juega la burocracia sindical en las luchas contra el ajuste macrista evidencia, para miles de trabajadores, la necesidad de una nueva dirección democrática y luchadora, que realmente represente los intereses de la clase trabajadora.
La crisis en la que se hunde esa burocracia abre, a su vez, una gran oportunidad para avanzar en esa renovación de conducción. En las luchas surgen miles de nuevos activistas, la izquierda y otros sectores clasistas y antiburocráticos avanzan en diversos lugares en cuerpos de delegados, comisiones internas y sindicatos. Para que esas conquistas “moleculares”, esparcidas por el movimiento obrero y relativamente aisladas unas de otras, puedan avanzar hacia la construcción de una alternativa sindical que le dispute la conducción del movimiento obrero a la burocracia, necesitan converger para aglutinar a sus dispersas expresiones y funcionar como un polo de referencia para miles de trabajadores que buscan con quién y desde dónde organizarse.
En ese camino, la unidad de las nuevas conducciones combativas y de izquierda se torna imperiosa y necesaria, en primer lugar, para impulsar la mayor unidad de acción para movilizar. Un polo unitario de toda la izquierda sindical, sería una palanca tremenda para potenciar la exigencia, a las centrales sindicales, del paro nacional y el plan de lucha que se necesita. Y a la vez para prepararlos desde abajo, comenzando por los lugares donde se dirige ahora.
Una convergencia del clasismo, de todos los sectores combativos y de la izquierda sindical, además supliría otra urgente necesidad de los trabajadores. Funcionaría como centro coordinador de las luchas abandonadas, aisladas o traicionadas por las direcciones burocráticas. El gran encuentro que realizamos en el Posadas el 17 de febrero fue un importante paso en esta dirección, por la participación de diversos sectores en lucha, y permitió una fuerte muestra del potencial del clasismo y la izquierda en la columna independiente con la que concurrió a la movilización del 21 de febrero. Lamentablemente, esta política de unidad y coordinación se estancó tras esa iniciativa. El encuentro había resuelto una reunión el 6 de marzo para dar nuevos pasos, pero la misma no se realizó; no solo por el boicot de quienes rechazaron el encuentro del 17F (PO/FIT, etc) sino también lamentablemente por la falta de voluntad de darle continuidad por parte de sectores impulsores del encuentro del Posadas como el MAC/PTS. Dada la necesidad y la oportunidad que existen, seguiremos insistiendo en esta propuesta.