Editorial: Tarifazo 2018
Llegó el tarifazo del gas. La indignación va saltando de casa en casa, de depto a depto, en la medida que van llegando las boletas con el brutal aumento del 40% establecido por el ministro de Energía Juan José Aranguren. Para peor, llegó un mes antes de lo establecido legalmente. Este nuevo manotazo al bolsillo popular se justifica con la supuesta necesidad de recortar subsidios, que, en el caso del gas, es una mentira descarada. Solo está subsidiado el transporte y distribución del fluido una parte menor de la factura. Es decir, ya pagábamos el costo real del gas, pero el gobierno LO modificó arbitrariamente. De esta manera, los usuarios le subsidiamos las ganancias a las petroleras en su negocio.
Boletazo volumen II. La fecha adelantada del aumento del gas, lo hizo coincidir con el segundo round del aumento de tarifas del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En los primeros días del año llegó el primer sacudón, con un aumento promedio de 33% en los boletos. Y el 1º de abril entró en rigor el segundo aumento.
Sobre llovido… En mayo aumenta también el servicio de agua y cloacas un mínimo de 26%, y se eliminarían los subsidios para casi un 30% de los usuarios, más de un millón de hogares del AMBA. En esos casos los aumentos ascienden a 68%. Al igual que con el gas, y la luz a fin de 2017, los aumentos no guardan relación con los costos ni con las posibilidades económicas de los usuarios, particularmente de los sectores populares. Lo cual no importa mucho, ya que Macri «bajó» la pobreza con una maniobrita contable.
Todo sube menos los salarios. A lo anterior -como si fuera poco- se le suma la explosión de los precios mayoristas, que aumentaron 4,8% en febrero, acumulando un aumento de 9,6% en los últimos dos meses. Los precios mayoristas están muy atados a la cotización del dólar, que aumentó casi un 11% en lo que va del año, y se trasladan rápidamente a la inflación minorista. Una dinámica similar se prevé a causa del aumento del gas, sobre los precios del pan y todos sus derivados. Lo único que no sube en el modelo M son los salarios. El gobierno sigue obstinado en imponer un techo del 15% en los aumentos salariales, aunque todas las proyecciones indican una inflación anual por encima del 20%.
Frenar el ajuste. El tarifazo es parte del ajuste global que el gobierno de Cambiemos aplica sobre el pueblo trabajador para mejorar el margen de ganancia capitalista. El jueves 5 paran docentes, estatales, médicos y judiciales en Provincia de Buenos Aires contra el techo salarial. El viernes 6 paran docentes, estatales y judiciales en la CABA, y a lo largo y ancho del país hay luchas semejantes en curso. Pero hace falta coordinación y un verdadero plan de lucha nacional para derrotar a Macri. Las masivas movilizaciones de diciembre demostraron que hay fuerza por abajo para llevarnos puesto todo el plan macrista. Y las movilizaciones que frenaron el primer tarifazo en 2016 demostraron que en este plano también se le puede ganar al gobierno.
Servicios estatales con control social. En el lugar del plan de ajuste de Cambiemos, haría falta implementar un plan económico contrario. En lugar de los tarifazos, hay que reestatizar los servicios públicos. El acceso al gas, la electricidad, el transporte, el agua potable y las cloacas, es un derecho. Es una cínica estafa que estén en manos de empresas que lucren con su prestación, ya que su interés imperativo es la ganancia, siempre por encima y a expensas de cumplir con sus clientes. Por eso se llevan las ganancias y no invierten, por eso cobran todo lo que pueden y brindan servicios pésimos. Por todo esto, es el Estado el que debe garantizar servicios públicos de calidad a costos accesibles. A su vez, se tiene que implementar un riguroso control social -de los trabajadores y usuarios- sobre los servicios públicos, para asegurar su transparencia y eficiencia.
Un plan económico alternativo. Además, se tendría que aplicar un plan económico de emergencia, con prohibición de despidos y suspensiones y estatización de las empresas que no cumplan; con blanqueo de precarizados y salario mínimo acorde al costo real de vida; con control de precios para frenar la inflación, y aplicación de la Ley de Abastecimiento a las empresas que incumplan; con estatización del comercio y la banca para frenar la fuga de capitales; con la eliminación del IVA y la implementación de fuertes impuestos a la renta financiera y las ganancias corporativas; entre otras medidas. Por esta salida alternativa peleamos desde el MST en Izquierda al Frente.