23J: se viene el Plenario Nacional de Trabajadores

Estamos ante una nueva oportunidad de dar un paso firme hacia una coordinación de los sectores sindicales combativos, luego de varios intentos que fracasaron por sectarismo o pretendidos hegemonismos. El Encuentro del 17F en el Hospital Posadas demostró que cuando hay voluntad política de buscar la unidad en la diversidad se puede avanzar, aunque lamentablemente, pese a nuestros esfuerzos, no tuvo continuidad. Nuestra corriente sindical, ANCLA, pondrá los mayores esfuerzos en que el plenario del 23J se convierta en un polo de referencia. Coincidimos en la convocatoria con sindicatos recuperados como el SUTNA, donde realizamos la reunión original y las corrientes sindicales referenciadas en el PO, IS y otros sectores. Reproducimos a continuación la primera declaración del espacio.

Guillermo Pacagnini, Integrante de la Comisión Organizadora

 

Carta abierta a los trabajadores

¡Todos al Plenario Nacional de Trabajadores, convocado por el sindicalismo combativo!

Por una nueva dirección del movimiento obrero. Abajo el pacto de Macri, los gobernadores y el FMI. Paro activo nacional y plan de lucha

Sábado 23 de junio en el estadio cubierto de Lanús (9 de julio 1680)

Sindicatos, direcciones seccionales, cuerpos de delegados y organizaciones clasistas y antiburocráticas, acordamos la convocatoria a un gran Plenario Nacional, para definir un programa y acciones comunes frente al plan de ajuste de Macri, los gobernadores y pacto con el FMI.
El Plenario será una instancia importante de la lucha por una nueva dirección del movimiento obrero.
Coincidimos en la necesidad inmediata de un paro activo nacional y un plan de lucha de todos los sindicatos, que supere la política colaboracionista de la burocracia sindical; una respuesta obrera unificada, que permita quebrar la enorme tregua de la CGT, las acciones testimoniales de la CTA, que aíslan las luchas, y de Moyano, los K de la Corriente Federal y el espacio del 21F, enfocados a “votar bien en el 2019”.
Se trata de burocracias sindicales articuladas con los sectores políticos que le han aprobado a Macri todas las leyes del ajuste en el Congreso. Que ni siquiera reaccionaron ante el veto presidencial, para convalidar el tarifazo.
No sirve el paro “dominguero”, aislado y sin movilización. Cuando decimos paro activo, nos referimos a un paro nacional con abandono de tareas, previas asambleas en los lugares de trabajo, que hoy, ante el repudio a la política en curso, movilizaría millones de trabajadores con acciones callejeras en todo el país.
Las consecuencias de la profundización de ajuste tras la corrida cambiaria y el pacto Macri-FMI, las vemos ya; en la devaluación acelerada del peso, en los tarifazos permanentes, en centenares de despidos y suspensiones y en una criminalización de la protesta obrera cada vez más acentuada, como se ve en la persecución a los luchadores del Subte, de Cresta Roja o del INTI.
La intención de habilitar a las FFAA para la represión interna expresa el temor de un gobierno, debilitado y golpeado por su propio fracaso, a una rebelión popular contra la profundización del ajuste.
La convocatoria al Plenario busca dar respuesta a estos brutales ataques al salario y a las condiciones de vida, de activos y de jubilados. Viene precedida de diversos plenarios regionales y del gran encuentro combativo que tuvo lugar en Neuquén, en solidaridad con la huelga indefinida de los docentes de esa provincia (que culminó quebrando la política de los topes salariales del 15% suscripta por la burocracia sindical en todo el país).
Estos y otros ejemplos, que fueron instancias de deliberación y de resoluciones de lucha frente a los ataques del Estado nacional y los Estados provinciales, expresan una tendencia de fondo de los trabajadores, – bloqueada por el freno de las direcciones sindicales traidoras – a intervenir con sus métodos: la huelga y la movilización.
El paro activo y el plan de lucha dan una respuesta de conjunto, que, como se comprobó en diciembre es convocante y puede reunir la fuerza social y el apoyo de otros sectores populares como ocurrió con las cacerolas de la noche del 18D, contra el robo a los jubilados. Es necesario promover asambleas y plenarios de delegados y una campaña unitaria por el paro activo nacional, para que la lucha sea tomada en sus manos por las y los protagonistas en cada lugar de trabajo.
Al mismo tiempo se trata de ofrecer un programa de los trabajadores de salida a la crisis cuando todos los sectores y partidos políticos patronales apoyan el rumbo de Macri y los gobernadores, todos firmantes del pacto fiscal y ejecutores del ajuste contra los trabajadores.
Reivindicaciones urgentes como el doble aguinaldo para compensar los desfajes inflacionarios y la reapertura de paritarias – sin topes y con cláusula de actualización automática, como consiguieron los docentes de Neuquén -, el aumento de emergencia a los jubilados, el rechazo a la Reforma Laboral, la defensa de los convenios colectivos y de las empresas recuperadas bajo gestión obrera, deben combinarse con otras medidas, más profundas, como la estatización de las empresas privatizadas para terminar con los tarifazos, el monopolio estatal del comercio exterior para combatir el cierre de industrias, la nacionalización de la banca para evitar la sangría de la fuga de capitales y, fundamentalmente, cesar con el pago de la deuda externa, entre otras medidas. Un programa de industrialización y desarrollo nacional, bajo la dirección de los trabajadores, que permita dar trabajo, salario, salud, educación y vivienda a todo el pueblo argentino.
El Plenario será también, desde luego, un instrumento para rodear de apoyo activo todas las luchas en curso: el subte, el Inti, camioneros, docentes, docentes universitarios, Telam, Cresta Roja, el Posadas, Ci5 y tantas otras. Impulsemos en todos los lugares de trabajo la más amplia deliberación y la participación masiva de las bases obreras, en 23 de Junio en el estadio cubierto de Lanús.