Corte Suprema adicta

Sale Lorenzetti, entra Rosenkrantz de presidente cortesano. Macri lo nombró por decreto, pero luego tuvo que entrar vía el Senado. Tuvo 1428 impugnaciones, entre ellas la de Vilma Ripoll. Rosenkrantz negó el derecho al aborto en caso de violación, fue abogado del Grupo Clarín y promovió el «2×1» a los genocidas. Un impresentable.
Hasta que en este país los jueces y fiscales no se elijan por voto popular, la Corte y toda la justicia serán dependientes del poder de turno. Para mal de todes.

Pablo Vasco