Violencia, hipocresía sistémica y complicidades

Los debates alrededor de la jornada en Congreso cuando se votó el Presupuesto 2019, han sido muchos y muy variados. No cabe duda que el tema central que atañe a la inmensa mayoría de la población es el contenido del presupuesto votado, que de aplicarse colocará a millones de trabajadores, mujeres y a la juventud en una situación social de mayor crisis, pobreza, indigencia, desempleo, trabajo precario y degradación de la salud y educación pública.

Cómo no va ser también central, en un análisis serio de lo sucedido, explicar que se acaba de votar un Presupuesto 2019 que recorta todas las partidas de los temas que hacen a la vida cotidiana de la población y que a la vez aumenta exponencialmente lo destinado al pago de la deuda externa usuraria e inmoral y sus intereses impagables. Ese hecho merecería la atención de programas enteros y largas columnas y artículos en medios gráficos, por la importancia vital para el tiempo que viene. Ya que allí, en cada uno de esos millones de dólares que se votaron destinar al pago de este robo, se va la vida y las necesidades sociales de millones.

Complicidades repetidas

Esa es la esencia de lo votado por el macrismo y por el PJ que, una vez más, le hizo de cómplice necesario y responsable partícipe del desastre social que se viene. Y que obliga a tomar notas a aquellas y aquellos que desde el kirchnerismo continúan agitando la “unidad del PJ” como alternativa a Macri; cuando salta a la vista que desde el propio Parlamento y desde las provincias que gobierna, la mayoría del PJ ha sido y es coautor del ajuste y aplicador directo del mismo. Ahora repitiendo el desastre hecho en diciembre de 2017 contra los jubilados, votando a favor y en gran número el Presupuesto 2019, absteniéndose otros, faltando a la sesión algunos. Diversas maneras de ponerse del lado del gobierno y el FMI.

Sin olvidar que la CGT, como brazo sindical del PJ, no convocó a ningún paro ni movilizó ese día, permitiendo con su también repetida anuencia, que el Presupuesto de Macri y el FMI siga avanzando sin más sobresaltos. Enorme favor de la vieja burocracia sindical al gobierno que ahora dice convocará a un paro “dominguero” a fines de noviembre, cuando el plan del FMI ya este cocinado. Mención aparte merece otra ala sindical peronista que centró en marchar con la Iglesia a Lujan días atrás y que casi no tuvo presencia en la jornada frente al Congreso. Evidenciando que no están a la cabeza de la lucha sino simulando acciones variadas, menos poniendo el centro de la fuerza cuando hacía falta.

Desvío informativo e hipocresía

Volviendo sobre lo sucedido y frente a una realidad tan inocultable de un Presupuesto 2019 que liquida derechos sociales por todos lados y favorece a los acreedores financieros internacionales, lo que vimos, en forma mayoritaria en diversos medios de prensa, no fue una crítica a este paquete económico antisocial, sino que, durante varios días, los grandes medios han centrado el debate sobre los disturbios afuera del Congreso. Y no precisamente para denunciar la cacería y feroz represión del gobierno y sus fuerzas de seguridad, sino para invertir la carga de responsabilidades y además desviar el debate central; poniendo el aparato mediático a disposición de que todo el país debata solo una cuestión y un ángulo de lo sucedido; quien tiró una valla, quienes eran los encapuchados, quien puso las piedras en la plaza, quienes son los violentos.

A partir de allí se desarrollan todo tipo de intrigas, acusaciones, hipótesis, mentiras y un gran barro revuelto para enlodar la lucha de miles contra el ajuste siniestro. Para  eso se valen de informes armados e intencionalmente seleccionados para desprestigiar, ignorando la existencia comprobable de infiltrados vestidos de civil provocadores pagos de disturbios planificados como un gran montaje; o dándole una magnitud exorbitante a muy pequeños sectores que no representan en nada a las mayorías movilizadas ese día.

Todo un combo mediático para desinformar, confundir, desviar, concentrar la atención en “los violentos”, sacando el foco para que no tome a la política real con su nuevo presupuesto, que ocasiona la violencia más nociva, la que más duele socialmente, la que liquida el futuro de millones, la que deja en la calle sin empleo, sin salud ni educación a las mayorías populares. De esa violencia sistémica, que se cuenta en miles de familias empeorando su nivel de vida, muchos no hablan e incluso pretenden ocultarla. Esa violencia que engendra el gobierno es la que debe ser enfrentada y denunciada.

Y es una violencia que nace y se multiplica en las instituciones vetustas del régimen capitalista, con sus desigualdades planificadas, con sus voceros e ideologías reaccionarias, con sus justificaciones y falsas proclamas “democráticas”. Y con sus aceitados aparatos represivos acompañando la jornada con golpes, detenciones y persecuciones diversas y repudiables. Todo un régimen antidemocrático donde la jefa del FMI y 138 diputados deciden arrebatarle a millones la posibilidad de una vida mejor. Eso sí es violencia política y social. Pero de esa, casi no se habla.

La Nación y el MST

Con el correr de los días el diario La Nación además agregó un supuesto estudio sobre “cómo actúan las fuerzas políticas que instigaron a la violencia” dentro de las cuales destaca en 1º lugar a nuestro partido el MST, quienes aparecemos en su artículo señalados como uno de los protagonistas principales de la violencia que el oligárquico diario denuncia. Sin embargo, en todo lo que cita no puede demostrar nada acorde al pretencioso título de su nota, más que una coherencia antimacrista y anti FMI reflejada en todo lo que decimos y hacemos.

No nos sorprende que ataque al MST, ya que en verdad fuimos protagonistas principales durante todo el día en la jornada de movilización contra el Presupuesto y en tantas otras acciones que hicimos contra Macri y el FMI. Solo que en la democracia falsa que defiende este diario, oponerse al gobierno, movilizarse, opinar, proponer, convocar a marchar y a luchar contra el FMI serían sinónimos de “instigación a la violencia”.

Por si este medio no lo sabe, le recordamos que todas esas cosas que “nos denuncia” son posiciones políticas firmes y lícitas, son también derechos constitucionales a movilizarnos e invitar a hacerlo. Y además proponemos sin esconderlo, lo que dice en su artículo: que Macri y el FMI se tienen que ir. Y lo hacemos públicamente y con todo derecho, no es eso tampoco ningún delito. Es una propuesta política muy clara; quien estafó, mintió y trajo al FMI a que nos gobierne, tiene que irse, esa es la propuesta más democrática. Y el pueblo tiene derecho a elegir y decidir qué hacer con el país. Por eso también proponemos que se adelanten elecciones a una Asamblea Constituyente libre y soberana, otro derecho democrático también válido en la constitución que supuestamente ellos defienden y que nosotros consideramos arcaica y desigual; ya que tenemos y proponemos un modelo político, económico y social mucho más democrático que está constitución jamás podría reflejar.

A las calles y a los actos del MST

Por todo esto invitamos a miles y miles de mujeres, a los trabajadores y a la juventud a seguir en la calle las próximas semanas contra todo el plan de Macri y el FMI. A rodear de apoyo y solidaridad cada lucha obrera, popular, feminista y de la juventud. A movilizarnos de nuevo cuando el presupuesto se trate en el Senado y a marchar también contra la cumbre del G20 y las repudiables presencias de Trump y Bolsonaro.

Para profundizar este camino de lucha y de enfrentamiento a las derechas en toda la región, desde el MST seguiremos difundiendo todas nuestras propuestas políticas, porque también creemos imprescindible construir frente a Macri y al PJ, un gran tercer espacio político  independiente. Para eso los días 9 y 10 de noviembre, haremos más de 25 actos en todo el país convocando a unir a toda la izquierda política y social. El acto central será el sábado 10, a las 16hs en Plaza Congreso, con la presencia y las palabras de Alejandro Bodart, Cele Fierro y Vilma Ripoll. Allí te esperamos. Para hacer más grande y fuerte una izquierda feminista, laica y ecosocialista que se planta y tiene propuestas alternativas a este régimen de violencia y exclusión.

Sergio García