Se realizó el XI Congreso del MST. De importantes avances a desafíos mayores

Los días 14, 15 y 16 de diciembre, realizamos nuestro Congreso Nacional del MST. Delegades de la mayoría de las provincias del país visibilizaron la extensión y el crecimiento del último período. Socializamos aquí este proceso de construcción, sus causas, las principales conclusiones políticas y las tareas de organización que impulsamos. En un marco de fortalecimiento partidario y de nuevos desafíos planteados, también resolvimos la precandidatura presidencial de Cele Fierro, para renovar y unir a la izquierda.

Llegamos al Congreso tras varios meses de debate colectivo donde la militancia fue debatiendo y aportando sobre cada punto. Un enorme ejercicio de democracia partidaria recorrió la última etapa de 2018, sin por eso dejar de intervenir con fuerza en los grandes hechos políticos y de lucha de clases que signaron la coyuntura. Por lo cual el Congreso reflejó, tanto en su emotivo Acto de Apertura como en cada sesión posterior, esa nueva experiencia acumulada en las batallas contra el macrismo y sus cómplices, contra el FMI y el G-20, contra la burocracia y las patronales.

Un partido internacionalista

El Congreso constató los importantes avances que en el plano internacional está realizando nuestra corriente «Anticapitalistas en Red», nos acompañaron y participaron con sus intervenciones importantes delegaciones internacionales de más de diez países. Con entusiasmo y gran unidad política el Congreso valoró el esfuerzo que venimos haciendo desde el MST de hacer nuestro aporte a esta construcción internacional, y ratifico nuestro compromiso de seguir haciéndolo, aun con más fuerza y compañeres, a disposición de las tareas internacionalistas.
En el plano político internacional, un profundo debate ubicó las características centrales del momento que vivimos, signado por la crisis capitalista, las disputas interimperialistas y una profunda polarización social y política en países centrales, emergentes y también periféricos. Sin caer en unilateralidades ni análisis superficiales, constatamos que en la crisis del capitalismo y de viejas direcciones políticas surgen fenómenos nuevos; y así como los mismos en países importantes se ubican a derecha inmediatamente generan una reacción adversa de ascenso, luchas y sociales y fenómenos políticos.
En lugar de ver solo avances de las derechas como equivocadamente hacen otras corrientes, analizamos que a Trump le salió el movimiento de mujeres y una enorme y nueva corriente socialista, a Macri lo enfrenta un proceso de luchas, a Bolsonaro el movimiento EleNao y lo mismo en otros países. De ahí lo importante de asimilar la existencia y peligros de estas diferentes expresiones de derecha sin por eso darles un carácter superlativo, sino por el contrario, dimensionar la fuerza del movimiento de masas que los enfrenta y que obstaculizará muchos de sus planes. Estamos en una lucha abierta, dura. Vamos a nuevas e importantes confrontaciones y a más movimientos y fenómenos políticos. Es decir, a más polarización y oportunidades para la izquierda revolucionaria, tanto en la construcción internacional como en cada país donde intervengamos.

El proceso de luchas y el gobierno de Macri

En el debate de la situación nacional partimos del balance político de los dos últimos años de Macri para precisar la coyuntura actual y las perspectivas que se abren. Retomamos los hechos y conclusiones de diciembre de 2017, cuando se produjo en torno al enfrentamiento a la reforma previsional, el primer gran quiebre de parte de la sociedad con el gobierno, hecho que encontró al MST en primera fila de esa lucha.
Desde entonces la crisis se profundizó y también el desgaste del gobierno y el enfrentamiento al ajuste. En el plano económico pasamos por dos picos de crisis, una fuerte en abril y una muy grave en agosto que puso contra las cuerdas al gobierno. Este mes y el siguiente fueron los peores de Macri y allí levantamos la política «Macri y el FMI se tienen que ir y elecciones a una Asamblea Constituyente». Mientras el kirchnerismo llamaba a esperar el 2019 y el FIT y el PTS en particular se negaban a plantear que se vaya Macri, capitulándole al gobierno en su peor crisis.
Nuestro Congreso desde ese recorrido avanzó a profundizar sobre la coyuntura actual, donde el gobierno logró sortear sus peores días para llegar a la reunión del G-20 con un poco más de estabilidad relativa y el Presupuesto 2019 votado en ambas cámaras. Las responsabilidades de este cambio están claras; el PJ votando junto al gobierno en el congreso y la burocracia sindical peronista evitando convocar al plan de lucha necesario. Incluyendo al sector sindical ligado al kirchnerismo, que en los días claves de lucha contra el Presupuesto 2019 dejó el centro político del país vacío y se fue a Luján, favoreciendo por esa vía también a Macri. Está claro que a este accionar se le sumó el apoyo burgués al gobierno, la falta de un proceso de desborde y ciertas políticas de relativa contención social en todo el Gran Buenos Aires y otras importantes ciudades, por parte de un gobierno temeroso que el salto de la pobreza le estalle en la cara. De todas estas causas visibilizamos el rol nefasto de las direcciones, porque hace a las tareas que en el plano político y sindical tenemos por delante.
Estamos en un fin de año que mantiene una crisis importante de fondo, vamos a meses de luchas sociales, salariales, feministas, anti represivas y otras tantas. Vamos posiblemente a más tensiones, confrontaciones con inestabilidad económica, riesgo país alto y para el mundo internacional financiero, el fantasma del default en el horizonte. En esa perspectiva la primera tarea que nuestro Congreso definió es ser parte a fondo de todo el proceso de lucha y de surgimiento de nueva dirección obrera y estudiantil. Mantener nuestra política de llamar a enfrentar y derrotar en la calle el plan de ajuste de Macri y el FMI, a la par de impulsar y fortalecer la unidad del sindicalismo clasista. Paralelamente, seguir siendo protagonistas de la impactante ola feminista y disidente que recorre el país y que tiene en las recientes movilizaciones por Lucía y ahora contra Darthés y todos los abusos machistas, nuevas expresiones de este proceso.

Elecciones provinciales y nacionales; precandidatura de Cele Fierro

También definimos nuestra política electoral con las precisiones que la realidad impone. Entramos a las elecciones provinciales y nacionales con una propuesta esencial; frente al macrismo y al PJ en todas sus variantes, hace falta un gran tercer espacio de toda la izquierda anticapitalista y socialista. Le volvemos a plantear al FIT y demás organizaciones de este espacio unirnos en las luchas y en las elecciones. Con la claridad de tener una propuesta seria y revolucionaria y no ser cómplices de quienes dividen y favorecen a los viejos partidos y a la burocracia.
En las elecciones adelantadas que habrá en muchas provincias, el MST dará una fuerte pelea, reflejando por nuestra extensión y militancia la posibilidad concreta de hacerlo. Así arrancaremos en la primera mitad del año nuestra campaña en las elecciones de Neuquén, La Pampa, Chubut, San Juan, Tucumán, Catamarca, Santa Fe, y en Córdoba y Entre Ríos, donde además está planteada la pelea por llegar a las legislaturas de esas importantes provincias. Luego se irán sumando otras elecciones provinciales, donde también disputaremos con fuerza.
Para las elecciones nacionales, conscientes de la necesidad de reflejar a fondo el fenómeno feminista y de la juventud trabajadora y estudiantil, votamos la precandidatura a presidenta por el MST de Cele Fierro, porque además de luchar por unir a la izquierda también creemos en la necesidad de su renovación integral. Desde esta precandidatura, que impulsaremos en forma articulada con las referencias nacionales de Alejandro, Vilma y otras de cada provincia, seguiremos proponiendo unirnos en las elecciones, a través de una gran interna de la izquierda o de algún otro método que garantice la unidad y evite la división.

Hacia un MST más grande y fuerte

En un siguiente punto del Congreso analizamos nuestra intervención de la última etapa, repasamos nuestros puntos fuertes, nuestros aciertos y también las cosas a mejorar. Como toda organización revolucionaria nos tomamos una jornada para profundizar en lo que hicimos y en cómo llegamos hasta aquí, en vernos en la realidad actual y en dinámica, un debate colectivo para mejorarnos, con un método obrero crítico y constructivo.
Un debate muy útil que partió de verificar que nos encontramos en medio de un avance, con nuevas y nuevos compañeros en todo el país, con más cuadros y consolidando un partido de clara extensión nacional, de las más importantes de la izquierda. Todo el recorrido del Congreso estuvo signado por el buen ánimo y la fuerza de la militancia de un partido que crece y jugó roles muy visibles en cada hecho político de importancia en el país.
Valoramos la fundación y lanzamiento de ANCLA en 2017, que es hoy una de las principales corrientes clasistas del país. También el desarrollo de Juntas y a la Izquierda, presente y protagonista en cada lucha feminista del último período, visibilizando ese salto siendo la más importante columna de la izquierda en el ENM de Trelew y recientemente en la movilización por Lucía en Plaza de Mayo. No casualmente, sino como reflejo de un ascenso apasionante y un crecimiento partidario, más de la mitad de les delegades del Congreso fueron compañeras.
También el Congreso evidenció los avances en la juventud universitaria, terciaria y secundaria, expresada en jóvenes delegades y en lo notorio de la presencia de la juventud en cada acción en diversas provincias. También en el avance en la organización y dirección de centros secundarios, en el triunfo en la enorme facultad de Medicina de la UBA y en nuestro regreso a la conducción de la Fuba.
Junto a esto, el sector de compañeres que representó nuestro trabajo político barrial, mostró la importancia del desarrollo militante en las grandes urbes populares, donde un partido revolucionario no puede estar ausente. Y representantes de la Red Ecosocialista reflejaron la importancia de tener una política socioambiental revolucionaria para intervenir en los procesos.
Partiendo de toda esta realidad definimos profundizar la línea de avances. Manteniendo a la construcción en la juventud y a la intervención en el proceso feminista y disidente como prioridades, y al trabajo en sectores obreros prioritarios como un centro neurálgico y estratégico de nuestra intervención y disputa.
Para estas y otras tareas, tanto internacionales como nacionales, la estrategia de un partido dispuesto a todo, de compañeres que se animan a tomar nuevos desafíos, a moverse de ciudad, de provincia, de país, fue el impulso final de las propuestas y resoluciones de nuestro XI Congreso. Tras estos debates, les delegades eligieron democráticamente a la dirección.
Con la convicción que el saber y el aprendizaje se da en la realidad, en la intervención, en el aceptar retos difíciles, en el estudio de la política y la teoría. En cada una de estas tareas estaremos apasionadamente activos el tiempo que viene. De allí vendrán los nuevos avances y también los nuevos desafíos que tendremos planteado detrás de cada paso que demos.

Sergio García