Artesanos: Larreta y la CTEP negocian contra la mayoría en San Telmo

Entrevistamos a Omar Guaraz que es el Secretario General del Sindicato de Vendedores Libres sobre la situación en la Feria de San Telmo y el acuerdo entre el gobierno macrista de CABA y la cooperativa de artesanos que reporta a la CTEP, la organización kirchnerista ligada a Grabois, La Dignidad y el papa Francisco.

Omar, contanos la situación de los vendedores.

Los vendedores en la calle en su mayoría son revendedores y hay muchos que trabajan en espacios públicos. En estos momentos en ferias están artesanos, manualistas, artistas. Desde Vendedores Libres lo que nosotros dijimos en el año 2011 es que iban por todos, porque el primer grupo atacado fueron los revendedores. Pero esta represión, esta exclusión, este intento de dejarnos sin laburo era para todos. Que no había preferencias. Quizás los compañeros tenían otro grado de legitimación social, relacionados con el arte, pero nosotros independientemente de eso veíamos un proyecto de avanzar sobre todos los espacios de vendedores del espacio público y en esos espacios hablo de ferias que son los lugares establecidos por ley o legales, y que iba a haber una ofensiva sobre esos trabajadores que a pesar de ser manualistas o artesanos. Existía un proyecto no solo de ir contra la venta callejera, sino había un intento de privatización del espacio público.

Omar Guaraz

En relación a lo que está sucediendo hoy, vemos una ofensiva contra los manteros en general en la sociedad, vemos el avance en Parque Centenario contra centenares de trabajadores porque ese es uno de los lugares donde se va a entrar a desarrollar un modelo privatizador, porque se expulsa a trabajadores con la excusa de la ilegalidad o la inseguridad para poder después ir con sus verdaderos intereses. Y en este sentido también aparece la feria de San Telmo.

¿Cómo funciona la Feria de San Telmo?

La Feria de San Telmo está constituida de la siguiente forma: tenés físicamente ocupadas 11 cuadras del 0 al 1000. Del 0 al 600 es una feria dentro de las 33 ferias de la CABA que es legal. Pero después con el paso del tiempo esa feria se fue extendiendo en 4 cuadras más, son básicamente artesanos, manualistas y artistas callejeros. Dice hoy en una nota la periodista Echenique del diario Clarín que son manteros y no es así: son artesanos que armaban sus mesas. En esas cuadras, desde el 800 al 1000 había 450 personas, de ese grupo 280 eran de la cooperativa el Adoquín (CTEP), el resto eran artesanos, artistas que convivían todos juntos. El 18 de diciembre, un día después de una nota que tiene el presidente de los anticuarios que se llama Medrano con Jorge Lanata donde el mismo Medrano dice que Larreta tenía miedo a  la organización del Adoquín que es parte de la CTEP y que lo tenían amenazados, porque esos lugares no estaban regulados y de manera ilegal, el día posterior del ataque de Medrano a Larreta, que para nosotros queda claro que fue una operación política donde todos estaban de acuerdo, Larreta, Medrano y Lanata; ellos van a Perú con la excusa de hacer arreglos en la calle, la vallan. En todos los intentos anteriores el Adoquín salió con sus banderas de lucha, cuando había ofensiva en años anteriores, pero en esta oportunidad la manifestación fue de 1 o 2 semanas, luego del acuerdo los compañeros del Adoquín fueron reubicados en Defensa al 700.  Los vendedores de Defensa del 0 al 600 se solidarizan con los artesanos y en ese contexto es que los artesanos del 700 se enteran de una resolución en la cual el gobierno le daba el permiso o la legitimación al Adoquín de la calle 700.

¿Y tu análisis de esta situación cuál es?

En primer lugar, es una irresponsabilidad por parte del gobierno ya que ellos que tienen controladores de la feria, saben que la gente del 700 tiene más de 10 años ahí. Inclusos los mejores artesanos se encuentran en ese lugar, los más destacados. Es decir, otorgar un permiso a una organización para ocupar el lugar de otros trabajadores.

Bodart con Guaraz

Y una irresponsabilidad del Adoquín que acepta ese acuerdo, porque lleva a la confrontación y por otro lado quedan nulas sus banderas de lucha porque están ocupando el lugar de otros trabajadores. Esto generó una reacción muy buena de todos los vendedores de la calle defensa en solidaridad con los artesanos, manualistas y artistas, la difusión de esa lucha, hizo que otros espacios, colectivos fueron a solidarizarse, ante esta ocupación.

¿Y cómo sigue el panorama?

Hasta ahora ese proyecto es inviable porque hay mucho repudio, también hacia la organización el Adoquín, ya que para adentro se provocó una fractura, porque son los trabajadores del Adoquín los que se vieron expuestos más allá de la dirigencia que es la que pactó. En primer lugar, porque los artesanos en la zona del microcentro se conocen todos. Ellos van a Defensa el domingo, pero en la semana van a Perú. Y son repudiados. Y no pueden trabajar. Se generó una confrontación, entonces ahí lo que plantea la gente que es del Adoquín, el militante, el trabajador, el artesano, que este acuerdo se firmó a espalda de ellos. Sin una asamblea ni consulta, porque no es razonable si vos sos parte de una organización y tus dirigentes te dicen “ganamos vamos a ocupar la calle tal”, un laburante que ejerce el oficio tiene empatía por su trabajo y no va a ir a confrontar con sus compañeros.  Es razonable lo que plantean los compañeros. Esa situación hizo que haya un quiebre muy grande dentro del Adoquín y en esa lucha se están sumando los artesanos del 700, del Adoquín, del 800 al 1000.

¿A qué se juega el gobierno de Larreta entonces?

El avance desde la expulsión siguió porque a mi entender el gobierno apela al desgaste. El gobierno lo que hizo estos últimos 10 días fue tener un plan B digamos: si lo del 700 es inviable vamos a esperar que pase y fue notificando de expulsiones a feriantes de años del 0 al 600 de Defensa. Se habla de 400 personas.  Se generó un lío muy grande a través de un acuerdo que políticamente se opone a los intereses de los vendedores.

¿Qué respuestas dio la conducción de El Adoquín-CTEP?

El Adoquín- CTEP lamentablemente hoy sigue en la misma posición para afuera como organización, en sus páginas, en sus apariciones públicas, sobre todo Gabriela Olguín: seguir marcando que fue un triunfo de los trabajadores y que no ha tenido consecuencias para los trabajadores. Insiste en ese discurso a pesar de que ese acuerdo ha marcado muchísimos problemas. Este hecho se intenta legitimar en los medios, notas de Nación, Clarín, radio Mitre, poniendo desde el gobierno y los grandes medios la posición del Adoquín. Dicen: “estos trabajadores organizados lograron un acuerdo gracias a su sensatez y sus dirigentes, en un acuerdo provechoso, porque se legalizaron y que hay una disconformidad, que pasa por personas que desde la ilegalidad quieren imponer sus intereses.”

¿Cómo ves lo que va a pasar?

El costo político muy grande que tuvo la CTEP al hacer esa entrega que hoy los golpea por dentro tiene una causa: pactaron la privatización de la Feria de San Telmo. Es decir, nosotros vimos ese acuerdo espurio, la irresponsabilidad del Gobierno de la Ciudad y esa entrega de una organización de la economía popular, vimos una operación de los grandes medios, los anticuarios como Medrano. Utilizando la caída de las ventas, todos en conjunto jugaron para el proyecto de privatización de la Feria de San Telmo. Hay dos hechos muy fuertes: uno de esos es la prohibición de los choripanes, porque quieren los “food truck” y ante eso también se ve una pelea interna porque también los anticuarios quieren sacar sus puestos a la calle porque ya lo han hecho. Entonces lo central es la privatización de la Feria de la Calle Defensa donde ya no solo Rodríguez Larreta persigue, criminaliza a la venta callejera en el espacio público, en un momento donde en la Ciudad de Buenos Aires se está generando la postal de la consecuencia del país, más gente sin laburo, más jubilados que no le alcanza, un pibe que no encuentra su laburo, los extranjeros que se revelan a la explotación y van a la calle, de todo eso una parte va a la venta ambulante. No solo avanza contra la venta ambulante fiel a la derecha violenta, xenófoba, sino también avanza en aquellos lugares donde el gobierno decía que era para los trabajadores, no importa si son artesanos, manualistas, revendedores, somos primero trabajadores. No solo despide, sino que avanza sobre los lugares de los trabajadores para privatizar los espacios públicos en el marco de la desocupación que hay. Entonces esta lógica, que es muy simple: muestra a Larreta como administrador de negocios inmobiliarios.

¿Cuál es la perspectiva de este proceso entonces?

Yo creo que el gobierno apostó a la confrontación de los laburantes y hoy se les hace impracticable por lo menos en este momento llevarlo a cabo. Porque tienen mucho apoyo de manualistas de Defensa, de artesanos. Ya la gente, los turistas se están interiorizando del conflicto. Hay mayor consenso en esta lucha. Una postal muy interesante. El gobierno está tan dispuesto a llevar a cabo el compromiso que tuvo con el Adoquín – CTEP, que puso la fuerza de seguridad, infantería, para que en primer lugar los artesanos del 700 que trabajaron mucho tiempo en ese lugar no se pongan a trabajar y garantizarle a la cúpula del Adoquín el acuerdo espurio. Y hoy la policía sigue y el gobierno avanza con la justicia de la ciudad por medio de la fiscal Celsa Ramírez de la Fiscalía 35. La venta ambulante es un pequeño recurso que tiene la gente para sobrevivir.

¿Qué mensaje le plantearías a los artesanos y manualistas que no están en El Adoquín?

En primer lugar, nosotros nos solidarizamos con los compañeros porque son trabajadores y se quedaron sin laburo. Y los artesanos no escapan a la lógica de que no quiere este gobierno vendedores, en la calle de la ciudad. Y que se organicen entre ellos, que tienen mucho aval social, son parte de la cultura. Y que el conflicto se basa en que venga un empresario para que se haga más millonario en complicidad con el gobierno y con las cúpulas de algunas organizaciones que no pueden no saber esto como el Adoquín. Cuando hablo es de la cúpula del Adoquín no de los trabajadores.  Porque los compañeros del Adoquín son artesanos, manualistas y tienen que pelear todos juntos en defensa del espacio público para poder trabajar y vivir.

Entrevistó: Moni Sulle