Murió Franco Macri. ¿Quién fue el padre del Presidente?
“De obrero a empresario” titularon muchos medios de comunicación al referirse a quién había sido Franco Macri, padre del Presidente. Muchos, dando a entender una virtuosa evolución de un honesto trabajador que logró con esfuerzo convertirse en un exitoso empresario. Nada más lejos de la realidad. La verdadera historia de Franco está plagada de estafas y negociados que de manera directa o indirecta pagamos la mayor parte de los argentinos.
Desde su llegada a la Argentina procedente de Italia, Franco Macri fue fundando diferentes empresas y holdings, siempre amparado en el Estado que desde los militares, siguiendo por todos los gobiernos democráticos le garantizaron enormes ganancias, condonaciones de deudas, amparos ante la justicia, etc. Todo lo cual le permitió no sólo obtener ganancias extraordinarias sino fundamentalmente, prácticamente nunca tener pérdidas, lo que en términos de la economía de mercado resulta como “el ideal del capitalista”.
De manera resumida y sucinta describiremos, década por década las empresas que fundó y los negociados que hizo, en los que el Estado Argentino le garantizaron sus ganancias, siempre extraordinarias. Y cuando hubo pérdidas, éstas fueron transferidas al propio Estado, de manera que las pagamos todos nosotros.
Desde su llegada a la Argentina hasta convertirse en uno de los “capitanes de la industria”
Para comenzar digamos que Franco Macri nunca fue un trabajador común, ni mucho menos un obrero. Cuando llegó al país su padre (un empresario de la construcción en Italia) ya se encontraba aquí haciendo negocios. Al poco tiempo dejó la universidad y fundó su propia empresa de construcciones. Pero el comienzo de su fortuna vino de la mano del primer contrato de la obra pública, bajo el Gobierno de Frondizi. Luego llegarían numerosos contratos más. Digamos al pasar que en todo Estado capitalista, los contratos de obra pública, siempre garantizan al empresario una cuota de ganancia extraordinaria (los famosos sobreprecios de los que tanto se habla en los últimos años achacándoselos al kirchnerismo como una novedad). Es decir funcionan como forma de asegurarle a cambio de favores (coimas) al capitalista una plusvalía extraordinaria, que lógicamente pagamos todos, fundamentalmente los trabajadores a través de impuestos, inflación, etc. Así fue como empezó el ascendente camino de Macri por la década del ´50-´60. Posteriormente aprovechando sus lazos con Italia y el Vaticano, se asociaría a Fiat donde pasó de ser un socio minoritario a manejar el 83% de Sevel años después.
El gran salto: de la mano de la dictadura
Poco antes de 1976, Franco Macri ya tenía siete empresas. Pero fue bajo el Proceso que su fortuna creció exponencialmente, pasando a manejar más de 46 en los más diversos rubros, como construcción, bancos, automotrices, peajes y manejo de los residuos. De nuevo, la utilización del Estado para su beneficio fue clave. Nombrado junto a otros como uno de los “capitanes de la industria” Macri se benefició mediante la bicicleta financiera de los ´80, que consistía ni más ni menos que en pedir préstamos en dólares en EEUU (a quien le sobraban por la gran afluencia de petrodólares árabes en sus bancos con necesidad de colocación de créditos en países periféricos), traerlos a la Argentina, transformarlos en pesos, que depositaban a una tasa altísima en nuestro país, al año los cobraban, compraban otra vez dólares (sólo que 150% más de dólares) devolvían el préstamo y se quedaban “con el vuelto”, ya que la tablita de su amigo Martínez de Hoz le garantizaba el precio del dólar a futuro (cualquier parecido con la situación actual, mediante Lebacs y Leliqs es pura coincidencia). Cuando la dictadura y su plan empezaron a hacer agua y lo yanquis empezaron a reclamar la devolución acelerada de los créditos otorgados a estos Capitanes de la especulación, vino Domingo Cavallo a auxiliarlo y las deudas de estos privados fueron estatizadas: esto es el estado se hizo cargo de la deuda en dólares y se las pesificó a ellos, quienes podían devolverlas en cómodas y devaluadas cuotas, cosa que por cierto nunca hicieron tampoco. Otra de las estafas que cometió fue la compra del Banco de Italia, que por escandalosa terminó siendo investigado en nuestro país y en Italia, pero de nuevo sus amigos de la dictadura en el poder salieron a auxiliarlo y la causa quedó en la nada. Fue en esta época que Macri se benefició con cientos de contratos de la obra pública también, citemos a Yaciretá, la Central Termoeléctrica de Río Tercero, Autopistas de Buenos Aires y Manliba (recolección de residuos de Bs As).
Con la democracia se come, decía Franco
El discurso de transparencia y honestidad encarnado por Alfonsín, fue sólo eso un discurso. Los negocios de las 46 empresas de Macri siguieron intactos a través de sus relaciones con el Coti Nosiglia. Mantuvo sus contratos de la obra pública, lo beneficiaron con la promoción industrial y condonación de deudas por U$S 30 millones de dólares
Las privatizaciones de Menem, otra oportunidad para estafas
Bajo el menemismo además de continuar con los contratos de la obra pública, Macri se mete en el negocio de las privatizaciones, obteniendo empresas a precio vil. La más resonante de todas es la adquisición del Correo, donde no sólo los costos de las correspondencia se multiplicaron por 10 sino que bajo la excusa que no le dejaban aumentar las tarifas. Se negó durante más de 10 años a pagar el canon correspondiente por la concesión del Servicio de Correos. Así acumuló una deuda que superó los U$S 300 millones. La estrategia de Macri fue nuevamente que se la pesificaran y ofreció pagarla a valores nominales sin actualización, es decir lo mismo que había hecho bajo la dictadura, pagar $ 300 millones de devaluados pesos (una cuenta simple hecha por la fiscal del caso, la ubicaba antes de la reesatización por el kirchnerismo, en más de $ 4.700 millones).
Sin dudas los beneficios siguieron bajo el kirchnerismo, ya que no sólo no le cobraron la deuda del Correo, sino que lo siguieron beneficiando con contratos de obra pública, acuerdos de pagos y comisiones con Pago Fácil (otra de sus empresas). Todo lo que indujo a Franco a decir que Mauricio no se debiera presentar en las elecciones, ya que los Kirchner estaban haciendo un buen gobierno.
Una vez con su hijo en el poder no sólo logró que le licuara la deuda del Correo Argentino a un décimo de su valor, sino que a través de SOCMA su holding de empresas, siguió usufructuando la obra pública con Calcaterra a la cabeza.
La corrupción no es sólo Franco Macri: es el estado capitalista
Lo que hemos descrito de Macri padre, es sólo una pequeña muestra de alguno de los mecanismos de corrupción del Estado burgués, que utiliza todos sus recursos económicos, legales y de represión en beneficio de toda esa clase parasitaria, que como Franco amasó enormes fortunas a costa de estafas y negociados que terminamos pagando todo el pueblo y los trabajadores. Por eso cuando hoy los medios hegemónicos hablan horas y horas de la corrupción kirchnerista, están diciendo una media verdad que como siempre termina en mentira. Ya que los corruptos no son solo los kirchneristas, sino como hemos visto todos los gobiernos; aquí y en todos los países del mundo. La única salida para los trabajadores y pueblos del mundo, para acabar con la corrupción y las extraordinarias ganancias de esta clase parasitaria que siempre nos traslada sus pérdidas a nosotros, cambiar este Estado y construir uno Socialista, al servicio de la inmensa mayoría de los trabajadores y el pueblo.
Gerardo Uceda