Polémica con Estela Díaz (CTA-T) El 8M, la marea verde y la clase trabajadora

El 8M, la postura de las referentes de la CGT y las CTA, así como de la mayoría de las corrientes que se nuclean en el PJ y Unidad Ciudadana o son sus aliadas electorales, fueron derrotadas mediante la unidad de toda la izquierda anticapitalista. Así como dichas referentes no quisieron impulsar el paro general, a contramano del tsunami verde buscaron borrar o diluir la consigna de aborto legal. Como siguen justificando sus posturas equivocadas, seguimos debatiendo sobre el verdadero significado del sindicalismo feminista.

Estela Díaz es la secretaria de géneros de la CTA de los Trabajadores, central que lidera Hugo Yasky. Con ella hemos hecho y seguramente haremos acciones en común por determinados puntos que compartimos. Esto no nos impide cuestionar sus erradas, ofuscadas y macartistas respuestas a un reportaje de la Agencia Paco Urondo (21/3/19). ¿Qué clase de “sindicalismo feminista” construye? ¿Es el que se necesita?

Los 8 temas en debate	Qué dice Estela Díaz	Nuestra postura
1 ¿Quién lidera la resistencia al gobierno?	Las mujeres del movimiento sindical han forjado la capacidad de convocar jóvenes a ésta doble identidad: de clase y de géneros. A partir del triunfo de Cambiemos hemos sido testigos de una gran resistencia liderada por la movilización del sindicalismo y de los feminismos populares.	La ola feminista empezó en 2015, mucho antes que “las sindicalistas”, que recién aparecieron a fin de 2018. Y la resistencia anti-Macri no la impulsan las cúpulas burocráticas sino el sindicalismo clasista, los movimientos sociales y la ola feminista. En esas luchas los sectores K tienen poca participación y casi ninguna en toda la pelea por el aborto legal.
2 ¿Cuáles son sus causas?	Esto tiene mucho que ver con el acumulado del gobierno popular de Néstor y de Cristina, por dos factores decisivos: la politización de la sociedad y el fortalecimiento del sindicalismo y de las organizaciones populares, y el contexto de ampliación de derechos que alienta a ir por más.	Nada que ver. Les pibis que hoy tienen de 15 a 20 años, en 2010 tenían apenas de 6 a 11. Y sobre la “ampliación de derechos” del gobierno K, anular las leyes de impunidad lo logró el movimiento de DD.HH. y el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género las logró la lucha LGBTI. Además, CFK cajoneó 12 años el proyecto de ley de aborto…
3 ¿Cuál es la contradicción principal?	La contradicción principal que tenemos es la derrota de Cambiemos. Es necesario construir la alianza más amplia y el debate central no es el tema del aborto sino la discusión del modelo económico, del tipo de proyecto político que está en juego: popular o antipopular.	Queda claro que para ella el tema aborto es secundario. Es la orden política de Cristina: unir los pañuelos verdes y celestes. Pero patriarcado y capitalismo son un solo sistema y se combate a ambos o a ninguno. Esa es la contradicción: no hay gobierno “popular” sin aborto legal.
4 ¿Qué proyecto político hace falta?	Dentro del proyecto político hay tensiones, las hay dentro del peronismo con sectores que son más conciliadores que otros con el poder… Estamos en un contexto donde el centro del debate es la derrota del neoliberalismo, la construcción de la mayor unidad política.	Al decir “unos concilian más que otros”, reconoce que todo el peronismo es conciliador con el poder. Es imposible “derrotar al neoliberalismo” con “la mayor unidad política” de quienes concilian con él. Para derrotar al neoliberalismo y al capitalismo, incluidos quienes concilian, la unidad que hace falta es la de la izquierda anticapitalista.
5 ¿Qué tensiones atraviesan al feminismo?	El feminismo es muy plural… y está atravesado por tensiones fuertes. Hay sectores de la partidocracia de la izquierda tradicional que observan con preocupación la acumulación propia. Desde allí se promueven tensiones que llevan al límite de la ruptura.	El feminismo abarca desde quienes se supeditan al sistema hasta quienes no lo hacemos. Las “tensiones que llevan al límite de la ruptura” surgen al rebajar el programa e imponer burocratismo, como hace la “partidocracia” del sistema, no la izquierda, que trabajamos con unidad en la diversidad.
6 ¿Qué pasó el 8 de Marzo?	Un ejemplo de esto es lo que pasó en la organización del 8M: asambleas que dividen, que parten, que no permitieron que se trabajara en comisiones, que llevaron los debates desde las 4 de la tarde a la una o dos de la mañana; algo que no podemos hacer las mujeres comunes. Esa espuria estrategia electoral fue llevada adelante en el horario central. Ese era el momento para decirle al país que estábamos… movilizadas en el país entero, contra el neoliberalismo, contra el FMI, contra el ajuste, contra el gobierno de Cambiemos, por el derecho al aborto y contra las violencias.	El problema del 8M no fue el horario de las asambleas preparatorias, sino las diferencias políticas y de método. La burocracia sindical boicoteó el paro general y tampoco consultó democráticamente a las bases: lo impuso. Es falso que las centrales sindicales querían decirle al país que nos movilizábamos “por el derecho al aborto”: su bandera lo omitía por completo, a diferencia de nuestra bandera unitaria, que además de aborto legal decía contra el ajuste de Macri, el FMI y les gobernadores. En todo caso, si el 8M hubo alguna “espuria estrategia electoral” fue la del PJ, el kirchnerismo y sus aliados electorales como el PCR.
7 ¿Quién es funcional a la derecha?	Es la muestra de una acción absolutamente funcional a la derecha, contra-revolucionaria. Es un actor que juega, y este año jugó con mucha fuerza y virulencia en especial contra el sector sindical.	“Funcionales a la derecha” y “contra-revolucionarios” son el PJ (que le votó a Macri la reforma previsional, el Presupuesto 2019 de ajuste y más de cien leyes), les gobernadores del PJ que también ajustan y reprimen en sus provincias, y las cúpulas de la CGT y las CTA que dejan pasar el ajuste. Acusar a la izquierda es macartismo puro.
8 ¿Cuál feminismo crece?	Crece la articulación de un feminismo popular, nacional… aliado de la lucha por el derecho al trabajo y que disputa fortalecer la organización popular para derrotar al neoliberalismo y pensar un gobierno popular que sea despatriarcalizado, descolonizado, feminista y con justicia social	Al revés: decrece, muchas pibas k no se bancan unirse a los pañuelos celestes pro vida,  ni conciliar con la Iglesia, enemiga de nuestros derechos; ni aceptan al FMI.  Con el PJ y los K sigue el neoliberalismo, la colonia y el patriarcado. Lo que crece es nuestro feminismo antipatriarcal, disidente, anticlerical, antimperialista, anticapitalista, socialista e internacionalista.

El sindicalismo feminista que necesitamos es integral: democrático, de lucha y de clase. Ningún espacio que pretenda ir a medias o conciliar con el poder, cediendo a la Iglesia y bajando nuestras consignas, puede ser un sindicalismo que de verdad se plantee transformar la realidad de miles de mujeres, de las disidencias y del movimiento obrero en general. Por todas estas razones, contra Macri y todos sus cómplices hay que dar vuelta todo este sistema capitalista y patriarcal. Sumate a Juntas y a la Izquierda, Libre Diversidad y el MST para transformar todo.

Andrea Lanzette

Juntas y a la Izquierda/MST