29M: el paro se sintió con fuerza. Ahora, reclamar 36 hs, plan de lucha y luchar por una nueva dirección
Desde muy temprano se pudo comprobar la contundencia de un paro que mantuvo su fuerza a lo largo de toda la jornada. La bronca frente al ajuste pudo más. Lxs trabajadorxs transformamos lo que fue diseñado como un paro dominguero y de baja intensidad, en una verdadera demostración de fuerza contra el Macri, el FMI y todos los gobernadores.
Fue un parazo que dejó las calles desiertas desde tempranas horas y no hubo actividad en la inmensa mayoría de empresas privadas y del Estado, así como en las distintas ramas del transporte. Aunque dispar en el comercio y en el interior por fuera de las grandes ciudades, fue evidente el acompañamiento de las capas medias.
Hay que señalar que debimos superar una verdadera carrera de obstáculos. La campaña de intimidaciones del gobierno para disminuir la intensidad de la medida y luego la represión para impedir que hagamos activo el paro. También los aprietes de las patronales apoyados en el clima recesivo y prometiendo castigos y descuentos salariales. No minimizamos estos factores, pero tal vez el escollo mayor haya sido el carácter que le que le imprimió burocracia convocante.
La medida llegó tarde, sin ninguna preparación, sin programa que responda a las necesidades obreras y populares, sin movilización y sin continuidad. Sin embargo el paro no pudo ser contenido cabalmente en el formato que pretendían las distintas vertientes diligénciales tanto de la CGT como de las CTA. La fuerza de la base garantizó un parazo nacional y desde el sindicalismo combativo y la izquierda rompimos la pasividad organizando 64 cortes y marchas en todo el país. Llevamos a las calles no sólo la bronca, sino el reclamo de seguirla hasta derrotar al gobierno y su plan y postulando un programa de salida a la crisis.
Primeras conclusiones
El paro significó un golpe al gobierno de Macri, que no logra poner un dique de contención a la crisis integral de su modelo, económica, social y política. Y una pendiente que no logra revertir de cara al proceso electoral.
La burocracia no logró imponer su perfil al paro, no pudo instalar una jornada de baja intensidad. Los trabajadores se expresaron con fuerza pese a la falta de preparación porque el rechazo al gobierno y al FMI es claramente mayoritario y alimentó la disposición a la lucha.
Nuevamente el Plenario del Sindicalismo Combativo en unidad con otros sectores antiburocráticos y la izquierda jugó un papel importante para marcar una perspectiva y romper la pasividad Los cortes en los accesos a la CABA, las acciones y marchas en todo el país le cambiaron la fisonomía al paro. Y el acto en el Obelisco, contrastando con el cierre de escritorio de Daer, fue, al decir de la prensa, “el acto de cierre de la jornada de paro”. Mostrando la potencialidad de la unidad de la izquierda clasista. Se plantó un polo alternativo a través de esta unidad de sectores antiburocráticos recuperados, las principales corrientes sindicales de izquierda (ANCLA/MST; CSC/PO, IS) que componen el Plenario, los movimientos piqueteros de lucha (Teresa Vive, Polo Obrero, entre otros) con la suma del MAC/PTS.
Esta unidad es la que posibilitó postular desde la izquierda un programa de salida obrera y popular a la crisis, imprimirle un carácter activo al paro y plantear la necesidad de seguirla con un paro de 36 hs y un plan de lucha hasta derrotar a Macri y su plan de ajuste.
Nuestra intervención arrancó en los días previos al paro, convocando y reclamando asambleas y preparando la medida en los lugares de trabajo. Y tuvo un destacado rol en la Jornada del 29M. ANCLA, con Alternativa Docente, Alternativa Estatal, Alternativa Salud, La Bordó de Sanidad, La Gris del Sutna, la juventud y el Teresa Vice aportaron una de las principales contingentes tanto en los cortes como en las acciones del interior del país y en el acto de cierre en el Obelisco. Mónica Sulle (MST Teresa Vive) y Guillermo Pacagnini fueron oradores en el acto. Cele Fierro y Vilma Ripoll apoyaron la jornada.
Lo que se necesita ahora
La resistencia expresada en pequeñas y grandes luchas de lxs trabajadorxs, las mujeres (como se volvió a ver en la jornada del 28 por la ley de Aborto) y la juventud es un factor causal importante de la crisis política del gobierno y su modelo. Le impidió ir a fondo con el ajuste y meter las reformas estructurales exigidas por el Fondo y las corporaciones.
Pudimos haber derrotado a Macri y su ajuste y no lo logramos por el rol de sostén de la gobernabilidad tanto de la burocracia sindical como del PJ en todas sus variantes. Por eso la tarea es superar a estas direcciones. De allí se desprenden los próximos desafíos para los luchadores combativos.
En el terreno sindical, consolidar y ampliar el Plenario del Sindicalismo Combativo sumando nuevos contingentes, delegados, activistas. La unidad del clasismo es clave para apoyar las luchas, las próximas elecciones sindicales como la de ATE con la Lista Multicolor y para impulsar la unidad de acción reclamando y preparando la continuidad.
En el terreno político, es menester sacar conclusiones del poder de amplificación que da la unidad puesta en movimiento como sucedió en esta jornada del 29M. Como lo planteamos en nuestra intervención en el acto, necesitamos que las reuniones entre el FIT, nuestro MST y otras sectores de izquierda, avancen en una unidad positiva. Un frente político de toda la izquierda obrera y socialista, vertebrando una integración que contenga a todas las fuerzas para lograr disputar en las mejores condiciones con los cantos de sirena del mentado Frente Patriótico que auspician los Fernández. De nuestra parte, haremos los máximos esfuerzos para lograr la unidad que hace falta, en las calles y en el terreno político electoral.
Guillermo Pacagnini
Coordinador de ANCLA y dirigente del MST