Vidal hundió la provincia, con apoyo del PJ. Propuestas ante la crisis bonaerense
Vidal hundió y endeudó la provincia como nunca. Esa es su verdadera “obra”. Pero pudo hacerlo por el apoyo del PJ y los K. Para dar vuelta todo, la salida es por izquierda.
Vidal, Macri y Pichetto del PJ nos llaman a “seguir cambiando juntos…”. Pero el “cambio” macrista fue para peor. Todos los indicadores económico-sociales, ya deteriorados antes de asumir, son mucho más críticos de lo que eran en diciembre de 2015. Eso sí, hay que reconocer que no lo hicieron solos.
Esa “obra” de demoler la provincia más rica del país, la que concentra el 38% de su producción, el 40% de habitantes, las tierras más fértiles, la de mayor concentración de empresas, Vidal la pudo hundir y endeudar como nunca en su historia, gracias a la “oposición” que dejó hacer.
Vidal ajusta junto al PJ y los K
Vidal y Macri aplican un ajuste brutal y gobiernan gracias al PJ, el massismo y los K que le han votado todos sus presupuestos de achique del 2015 al 2019. Aprobaron todos sus paquetazos impositivos y tarifazos. Todo el endeudamiento, que requiere de una mayoría especial de dos tercios de los votos, cuando el macrismo no pasa de ser la primera minoría.
Por eso diputados que responden a los intendentes, elegidos con Cristina y Unidad Ciudadana, le dieron el voto a Vidal a cambio de prebendas y “beneficios” para sus intendencias. También Massa logró cargos en el Banco Provincia, Tribunal de Cuentas y otros organismos a cambio de votarle todo. Una vergüenza, pero eso es el capitalismo.
Tanto que el jefe de los senadores del PJ, que condujo ese bloque con Cristina y después, es el candidato a vice de Macri. Y Massa –al que le decían “traidor”- o Alberto Fernández que también despotricaba contra CFK, van juntos como si nada. Es que todos han bancado a Vidal, Macri y su proyecto de derecha y entreguista.
Párrafo aparte merece la traidora CGT y sus burócratas que niegan el plan de lucha para derrotar el ajuste. Así, los gremios estatales como UPCN y FEGEPPBA corren a traicionar y firmar paritarias de ajuste. Es el otro pilar de Vidal para precarizar, rebajar salarios y presupuestos sociales.
Ahora nos dicen que debemos sacarnos a Macri y Vidal –claro que con el voto a ellos (porque de luchar ni hablar…)- ya que si no, vendrían por todo. Pero hay que decir toda la verdad: los dejan venir por todo. Es importante tenerlo claro para no contribuir a una nueva y dura frustración.
Servicios públicos: derechos, no negocios
Al desastre del apagón general y el de 4 días en gran parte de La Plata, más los persistentes cortes de luz, le siguió la falta de gas y estufas que afectó también el servicio alimentario escolar, ya que muchas escuelas no tenían ni para calentar agua o cocinar. Eso ocurre en 100 escuelas de la capital bonaerense y más de 400 en la provincia, con medio millón de estudiantes afectados.
Por eso surgieron “frazadazos” en las escuelas. Vidal y sus funcionarios hablaron de las “obras” realizadas… Pero lo cierto es que el pasado 2 de agosto asistimos a los crímenes del ajuste, con Sandra y Rubén en la Escuela 49 de Moreno.
Además, desde SUTEBA y la Multicolor denunciamos 850 escuelas con clases suspendidas por los déficits de infraestructura: fugas de gas; artefactos defectuosos; instalaciones eléctricas deplorables; ventanas, paredes, techos y baños rotos. Esto por años de desinversión, más el abandono y negligencia del gobierno actual.
Por eso, junto a Vilma Ripoll, candidata a senadora del frente FIT-MST, dijimos que no se trataba del clima ni de algo inesperado, sino de la falta de presupuesto. Y reclamamos una partida de emergencia para calefacción y las reparaciones necesarias en las escuelas. Al señalar a Vidal como responsable, propusimos una salida: que la plata se destine a gas, estufas e infraestructura escolar, no para subsidiar colegios privados. Primero la deuda social.
También urge establecer un control social sobre el Presupuesto, porque si sumamos el fondo educativo, más lo que va a los consejos escolares y a infraestructura educativa, superan los $ 26.000 millones. Pero las escuelas sufren deterioro y ni calefacción tienen. Esa montaña de dinero permitiría destinar $1.6 millones a cada una de las 15.815 escuelas de la provincia. Controlar esos fondos con comisiones de relevamiento, Control y Seguimiento, eligiendo representantes docentes, auxiliares, estudiantiles y de la comunidad, es parte de dar vuelta todo.
También, a través de dos proyectos presentados con Ripoll en la Legislatura, proponemos reestatizar EDELAP y todas las empresas de energía de la provincia, pero bajo control y administración de sus trabajadores y usuarios populares. Única forma de dar corte a este drama recurrente, porque si siguen las privatizadas, ¡volvemos al medievo! Como Vidal es corresponsable del desastre energético, presentamos un pedido de informes y su interpelación.
Lamentablemente, Cambiemos y el PJ-K coinciden en rechazar esta salida. En pleno apagón llegaron a hablar de rescindir el contrato a EDELAP. Y Kicillof deslizó una frase que parecía avalar su estatización, pero ahí nomás se desdijo. No vaya a ser que “asusten” al empresariado y deban volver a manos del Estado las privatizadas, medida que está lejos de lo que harían si vuelven.
Por eso, en la Asamblea Vecinal de Villa Elisa, donde la gran mayoría aplaudía la necesidad de reestatizar, en la última reunión, los sectores que responden al PJ se negaron a que se incluya ese planteo. Con la izquierda, en unidad, vamos por EDELAP y todas las privatizadas. Lo público no puede ser negocio privado.
Pagar o “renegociar” es ajuste. No pagar e investigar
La deuda es un tributo imperial que condena todo proyecto de desarrollo soberano. No hay salida con “pagar” como quiere Vidal o “renogociar” como plantea Kicillof. Una u otra forma de abordar la deuda implica seguir ajustando. Sobre todo si vemos que Vidal quintuplicó la mal llamada deuda “pública” provincial, la que ascendía a $518.429 millones en marzo (Clarín, 6/6/19), cuando el gobierno anterior dejó $91.000 millones de deuda. Un incremento exponencial que pagaremos por décadas las familias bonaerenses, aprobado por el PJ, massismo y diputados de Unidad Ciudadana.
Tal es el peso de esta carga que Vidal duplicó los “Servicios de la Deuda” este año, hasta superar los $56.400 millones. Para tener una idea, esto implica que Vidal destina a pagar intereses el equivalente a un cuarto del presupuesto educativo, o un monto mayor al destinado a salud o el doble del presupuesto para desarrollo social. Y hablamos de una provincia con el 50% de pibes en la pobreza.
¿Qué podría hacerse con eso, si no pagamos? Solo con lo que Vidal destina a pagar intereses se podrían construir 400 escuelas nuevas, es decir, 3 escuelas más por cada municipio de la provincia. Y construir además 25.000 viviendas populares, esto es el equivalente a un municipio como Berisso o un cuarto de la populosa Avellaneda, generando así 125 mil puestos de trabajo genuino.
También crece el deterioro en la salud, cuyo presupuesto era del 6,3% en 2018 y Vidal lo recortó al 5,5% este año, con hospitales donde se caen techos, faltan insumos, medicamentos y personal. Son ellos o nosotros. El trabajo, la educación, salud o la deuda externa. Si ganan Kicillof o Vidal, lamentablemente quien nos va a gobernar es el Fondo Monetario.
Por trabajo y salario, que paguen los capitalistas
Vamos por un aumento general de salarios, jubilaciones y planes. Donde nadie gane menos de $40 mil. A crear trabajo, en particular para la juventud, sin precarizar. A partir de un plan de obra pública y viviendas populares, elaborado y puesto en marcha bajo control social. Vamos a reestatizar sin pago a las privatizadas (luz, gas, agua, telefonía, petróleo), bajo control social. Anular los tarifazos y dar un servicio de calidad.
Los fondos deben salir de no pagar y auditar la deuda externa, de una reforma tributaria donde paguen los que más tienen; de eliminar los subsidios a la Iglesia y la enseñanza privada; y terminar con las dietas y privilegios de legisladores, gobernantes y jueces. Así habrá recursos para una Buenos Aires en marcha, pero al servicio del pueblo que vive de su trabajo.
Francisco Torres