CTERA: paro y solidaridad, pero sin resolver los problemas centrales
La transición plantea luchas, deja balances y muestra una perspectiva futura.
Chubut, viene mostrando la cara del ajuste provincial, aun con superávit fiscal, Arcioni ni siquiera garantiza, los pagos escalonados de los salarios atrasados. El mismo comunicado de la CTERA reconoce esto, a pesar de esconder la responsabilidad del gobernador del PJ: «También fue una alerta de lo que puede pasar en el país de Macri si el ajuste, el hambre y la violencia se profundizan».
Les maestres y profesores en todo el país sabemos lo que es no cobrar el sueldo o cobrar fraccionado, la destrucción de los edificios escolares, el hambre de los chicos y chicas, la falta de materiales didácticos. Situaciones que se han ido profundizando a lo largo del gobierno de Macri. Es importante decirle a CTERA, que el ajuste, el hambre y la violencia ya se profundizaron hace rato. Ya circulan diferentes estudios que muestran el impacto del hambre y la desnutrición en el aprendizaje de les niñes, hay alimentos esenciales en los primeros años, que no pueden ser brindados por sus familias, ni tampoco son reemplazados de otro modo. En lugares más vulnerables, con salarios bajo la línea de pobreza, crece la deserción, las repitencias, y aumenta el fracaso escolar. Los comedores escolares tampoco brindan los recursos alimenticios que se necesitan, los cortes de carne se reemplazan y ya vienen solo una vez a la semana, y la dieta es a base de arroz y fideos, con alguna verdura. Una realidad que no apareció hoy, ni después de agosto; ha ido creciendo mes a mes, y preocupa cada vez más.
Este panorama social que recibe la escuela, se encuentra con el estado de la educación pública. Una situación que también ha empeorado sistemáticamente. Escuelas bombas, como la que nos arrebató a Sandra y Rubén, salarios demolidos y un avance privatizador, que pretende dejar la educación publica a su mínima expresión; como lo significo la declaración de Purma-marca, de julio del 2016, llamada por el gobierno la «revolución educativa», o el intento de imponer en todo el país el «Plan Maestro». Aunque el gobierno no haya podido desarrollar en toda su extensión estas planificaciones, gracias a la resistencia por sector, las políticas educativas neoliberales han devastado nuestra educación pública. Avanzaron con modificaciones de carreras, planes de estudio, y ramas completas. Se anularon las ofertas de capacitaciones en servicio, se cerraron escuelas, cursos, y adecuado ramas con programas mínimos de aprendizajes, y precarización laboral. La educación pública está en su peor momento, y solo sostenida por docentes y trabajadores de la educación.
Sin lugar a dudas Chubut puede mostrar la perspectiva que puede nacionalizarse, principalmente en la lucha, en donde desbordando a la dirigencia, son les docentes, estatales, padres y estudiantes los que siguen la lucha meta corte y piquete.
Hay voluntad de lucha: como se demostró este pasado 5, con un parazo ; «no dejamos de enseñar, enseñamos a luchar», «Chubut resiste», fueron las consignas que circularon en las redes de miles de docentes que venimos luchando contra estas políticas, solos, porque CTERA no estuvo a la altura de la situación. Los paros nacionales fueron por presión, y sin ninguna continuidad. Ni siquiera ante la negativa a convocar a la paritaria nacional. Una central que garantizo la gobernabi-lidad, mientras el PJ de cada provincia lleva adelante el ajuste junto con Macri; aun a costa del desguace de la educación pública.
El paro de CTERA del 5 de Septiembre con consignas de apoyo a Chubut, encontró empatía, en cada provincia y en cada escuela, en repudio a esa situación pero fundamentalmente respondiendo a un agotamiento de la estrangulada educación, que necesita repensarse, y es muy posible que refundarse.
Desde el MST en el FIT Unidad, creemos que es necesario un plan de lucha real con continuidad y convocar un congreso pedagógico, en donde el conjunto de la comunidad educativa, puedan debatir esta situación, discutir que modelo de país necesitamos y sentar las bases de una educación pública, democrática, inclusiva, participativa, feminista, al servicio de las mayorías, respondiendo a ese proyecto.
Andrea Lanzette