Ajuste, cianuro y FMI

Las primeras semanas del gobierno de Fernández y el PJ han ocasionado debates profundos. Los mismos se mezclan, no por casualidad, entre los mensajes calculados de aparatos mediáticos cada cual con sus intereses, aparatos políticos planificados en las redes sociales, un ejército de trolls pagos y otras formas de intervenir frente a las primeras medidas de gobierno con falacias ordenadas para confundir, generar intrigas, sospechas y por esa vía evitar debatir los verdaderos hechos y sus nocivas consecuencias.

Frente a esto el rol que tenemos desde la izquierda es precisar los hechos, informar, clarificar, decir las cosas por su nombre sin ningún manto de falsedad ni de maniobras, y hacerlo por supuesto desde una perspectiva de clase, obrera, socialista, anticapitalista.

A diferencias de todas las castas políticas patronales, incluyendo las del nuevo gobierno, nosotros no necesitamos calumniar, ni mentir, ni tergiversar los hechos. Solo los sacamos a la luz tal cual son y a partir de allí damos nuestra opinión sobre los mismos. Le guste a quien le guste, moleste a quien moleste. No es nuestro objetivo quedar bien con el poder de turno sino defender los intereses concretos e históricos de las y los trabajadores, los sectores populares y la juventud. Y eso nos coloca, orgullosos, en la vereda de enfrente de todo poder económico y político del sistema y régimen imperante.

Medidas a la medida del Fondo

El proyecto que envío Fernández al Parlamento, bajo el título “Ley de solidaridad social y reactivación productiva” intenta esconder, sin éxito, un muy fuerte ajuste a la medida del FMI. Esta realidad que solo desde la izquierda denunciamos, trajo el enojo y nerviosismo del aparato político gobernante y sus voceros mediáticos. Tendrán que seguir molestándose, porque no solo no vamos a callar esta denuncia sino que la estamos profundizando mediante datos reales y análisis serios que demuestran el brutal ajuste en curso que nadie puede negar sin recurrir a mentiras o campañas de desprestigio.

Por un lado el propio ministro de economía Guzmán reconoció que el proyecto es así porque es lo que necesitaban para reunirse con el Fondo, a lo cual agregó que los mercados están tranquilos y apoyan, y que lo harán cada vez más, en la medida que conozcan mejor a Fernández. Toda una definición de quién es quién. Esto fue corroborado por el propio FMI que mostró su apoyo públicamente y por la plana empresaria de mayor poder que días atrás almorzó con Fernández.

Esos apoyos son lógicos. Sucede que todo el andamiaje y arquitectura del proyecto tiene el objetivo que los números den bien, para poder iniciar la negociación de pagos al FMI. Por eso el ajuste definido para recaudar y por eso ningún cambio cualitativo en medidas sociales, sino pequeños y parciales anuncios, para tapar el objetivo central del proyecto. Itai Hagman, desde una postura acrítica y funcional al gobierno que integra se preguntaba “hay una enorme transferencia de recursos a los y las de abajo. La nueva ley pone guita en el bolsillo del que está peor, es insólito que quieran instalar que es un ajuste». Mal que le pese a Hagman que con su voto en el Congreso se hizo parte y cómplice del ajuste, la transferencia real que estamos viendo son los 2800 millones de dólares que pasarán de las arcas de ANSES y del bolsillo de los jubilados e irán hacia un Estado que los usará, negociación mediante, para garantizar pagos de la deuda externa. Decir que igualmente Fernández dará un aumento por decreto no soluciona el problema. Porque incluso si fuera así no será superior a lo que les corresponde a los jubilados, ya que si pensara darles un aumento mayor al que venía por la movilidad ¿para qué la elimina? Las matemáticas son una ciencia exacta. Para que los números cierren frente al FMI tenían que sacar dinero de algún lado y eligieron a los jubilados. Es la realidad irrebatible que comprobará cualquier jubilado cuando cobre durante estos meses. Y esto no lo compensa un bono que además debió ser para todos los jubilados y por un monto mucho mayor.

Para profundizar un análisis más integral del proyecto votado, tenemos que agregar que la otra forma de ajuste es el impuesto que lleva el dólar a $82 y que le quita a sectores asalariados y franjas medias que ya venían castigadas por la crisis, la posibilidad de un ahorro mínimo para sus familias o un viaje merecido, mientras los grandes importadores no pagarán ese impuesto. A esto hay que sumarle que a la masa asalariada global no le darán aumento general de salarios, como lógicamente correspondía, tan solo a los que tengan salarios más bajos en el sector privado, le darán un pequeño bono, posiblemente en cuotas a cuenta de futuros aumentos. Una insignificancia.

A la par de esto, lo que no será insignificante es la enorme cantidad de dólares que la ley le habilita al Tesoro a endeudarse con el BCRA para cumplir con compromisos de la deuda. Como también habilita a emitir más deuda con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que no es otra cosa que una gran transferencia de los recursos de los jubilados para pagar deuda. Como ya es público, tenemos que recordar que hay algunos jubilados que sí la pasan mejor; los jueces, los ex presidentes y otros cargos políticos. Indignante.

Los que no fueron ajustados

Paralelamente, hay que reconocer que sí hay sectores que no fueron ajustados para cumplir con el FMI. Y entendemos perfectamente que estos sectores apoyen con fuerza el proyecto del gobierno. Para no ser injustos y decir toda la verdad vamos a enumerarlos; no fueron ajustadas las mineras a quienes se les redujo las retenciones en un 4%, no fueron ajustadas las petroleras, a quienes también se les redujo en un 4% las retenciones. No fueron ajustados los bancos, que han ganado fortunas más que nadie y siguen sin pagar nada por eso, ni fueron ajustados tampoco otros sectores patronales productivos que no pagan los aportes patronales que deberían hace muchos años y tributan aun con los nuevos cambios mucho menos. Tampoco fue ajustada la Iglesia con sus pedófilos a cuestas, que siguen recibiendo millones del Estado cada mes, para desplegar sus ideas reaccionarias sobre la población.

A la vez al campo le actualizaron las retenciones, al decir del propio Fernández “a los niveles que Macri había dejado”, cuando se le podía poner retenciones mucho más fuertes a los que más tienen en el campo. Se podría pensar que al menos con esa actualización se juntara dinero para atender las demandas  sociales, pero no. Fernández declaró anoche con Luis Majul que “las retenciones son importantes porque nos permiten hacernos de dólares que necesitamos para hacer frente a las obligaciones y empezar a pagar la deuda”. Es decir las retenciones no van del campo a la ciudad, sino del campo al FMI.

Un estudio demuestra los datos reales de las injusticias de la ley de gobierno. De lo que será recaudado en este ajuste que es equivalente al 2,2 del PBI, el 0,7% lo ponen los jubilados, el 0,6% gran parte de la población mediante impuesto al dólar y el 0,5% lo pone el campo. ¿Alguien ve en esto una medida popular? En el país de Fernández y el PJ nuestros abuelos tributan más que el campo. Y los asalariados y sectores medios también. Esa es la verdad.

Finalmente, a las empresas privadas concesionarias de servicios públicos les avalan todos los tarifazos previos y no los retrotraen como hasta hace poco el propio PJ en el Congreso decía que había que hacer. Ahora en el gobierno solamente suspenden por seis meses nuevos aumentos. Y después de eso volverán a aumentar y a darle continuidad al servicio privado que gana fortunas mientras le mete la mano en el bolsillo a millones sin invertir en nada.

Cianuro sin grieta

A la par de la votación del proyecto del gobierno en el Congreso se llevó a cabo otra votación de importancia en Mendoza, donde de manera conjunta el PJ y la UCR macrista votaron modificar la Ley 7722 para habilitar que la minería se despliegue a gran escala con su saqueo, su cianuro, ácido sulfúrico y contaminación de nuestras aguas y tierras. Por estos días en Mendoza no hubo grieta entre el PJ y la UCR, la grieta real es entre el pueblo movilizado y el gobierno nacional y provincial que impulsaron esta votación reaccionaria.

En verdad no hay que sorprenderse con estos hechos, Fernández de arranque se ubicó a favor de las grandes corporaciones extractivas y contaminantes, tanto en Vaca Muerta donde reina el saqueo y el fracking como en este impulso a la megaminería contaminante contra el pueblo de Mendoza. La designación de Hensel como Secretario de Minería, fue directamente poner a las corporaciones a gobernar y ahora vemos las consecuencias. En estos hechos se ve también el verdadero carácter del gobierno. Detrás de esto también vienen por Chubut con la zonificación minera a favor de Pan American y su intento de explotar la mayor mina de plata. Allí el pueblo movilizado tiene una gran pelea que dar, contra los mismos responsables.

A la hora de avalar e impulsar el saqueo y la destrucción ambiental no hay grieta entre el PJ y Juntos por el Cambio. Han sido y son cómplices y socios de las grandes corporaciones.

Con el FMI no hay soberanía

Dos semanas de gobierno han dejado las primeras muestras de a qué sectores privilegia el nuevo gobierno. Para la televisión seguirá diciendo que quiere terminar con la pobreza, en los hechos se prepara a un nuevo acuerdo con el FMI y a no tomar ninguna medida profunda y seria que elimine la pobreza, los bajos salarios y jubilaciones. Veremos como tantas veces mucho relato ahora recargado y algunas tibias medidas sociales, pero en el fondo, la injusticia social y la entrega de nuestros bienes comunes continuarán. La dependencia con el FMI mediante el pago de una deuda ilegítima e inmoral, también.

En los programas televisivos afines al gobierno se explica que la deuda es de un gobierno democrático y que por eso hay que pagarla. No es así. La deuda la contrajo Macri sin consultar a nadie, eso no tiene nada de democrático, al contrario, merece una profunda auditoría y castigo a quienes la contrajeron. Además el propio Fernández dijo en el debate presidencial que esa plata del FMI “se la habían llevado los amigos del presidente”. Entonces ¿por qué pagar esa estafa? Muy sencillo, el gobierno la paga porque la convalida aun sabiendo que es un fraude. Cumplirá así con el FMI y con el gobierno de EEUU de Trump que le pide que cumpla. Esa es la verdad. Todo lo demás son declaraciones de ocasión, mensajes para confundir, señuelos para distraídos. Al final del túnel hay más dependencia. La soberanía, Fernández te la debe.

De la grieta entre dos a una tercera alternativa

Unas pocas semanas y las cosas comienzan a aclararse. Nos permitimos anticipar que cada mes que pase se irán aclarando mucho más. Así como sabemos con certeza que el macrismo representa un proyecto de derecha, antipopular y reaccionario que esperamos nunca vuelva, el nuevo gobierno irá mostrando su verdadera cara mucho antes de lo que muchos creen.  La profundidad de la crisis no deja margen y obliga a optar. Y el gobierno optó de arranque por seguir en los marcos del FMI, de la banca privada y de lo peor del extractivismo. Mientras de la mano de lo peor de la burocracia sindical, la UIA y la Iglesia querrán ponernos un Pacto Social para que no reclamemos nuestros derechos.

Por eso se hará cada vez más necesario fortalecer otro camino. Este fin de semana el “Chino” Navarro del Evita y el PJ decía en un programa de TV que en el país hay dos polos, el peronismo y el macrismo, como si esa fuera la única posibilidad de optar. No es  así. No hay un país binario e inamovible, depende de qué hagamos y qué queramos construir. Se puede y es cada vez más necesario pensar en otra salida.

De nuestra parte invitamos a fortalecer un tercer espacio político alternativo. Y solo la izquierda anticapitalista y socialista puede encarar esa tarea, porque somos el único sector político y social que no tenemos ningún compromiso con ningún sector del poder político y económico del sistema. Solo la izquierda tiene el coraje de proponer romper con el FMI, nacionalizar la banca y el comercio exterior, prohibir los despidos, terminar con las privatizadas y los tarifazos en los servicios públicos, prohibir el fracking y la megaminería, hacer ley el aborto legal, separar la Iglesia del Estado, terminar con todo privilegio político, entre otras propuestas.

Nuestro partido el MST, como parte del FIT Unidad, la mayor unidad de la izquierda alcanzada, nos proponemos impulsar la tarea de postular en el 2020 a la izquierda como opción real de poder tanto en las luchas sociales como en la lucha política contra todas las variantes patronales del gobierno del PJ y de la oposición burguesa macrista. Contra unos y otros iremos forjando un tercer camino que invitamos a fortalecer. Es la principal tarea que tendremos en el año que vendrá. Y somos optimistas de poder hacerlo, apoyando e impulsando cada lucha obrera, popular, feminista y de la juventud. Seamos miles aportando a este objetivo.

Sergio García

Dirigente del MST e integrante de la Mesa Nacional del FIT Unidad