Molinos Minetti: Años de lucha. Momentos de definición

Los trabajadores de Molino Minetti se han convertido en un ejemplo de lucha indiscutido para todos los laburantes de Córdoba y del país. Con tenacidad, mucha garra, democracia interna y un gran apoyo social, vienen haciendo frente a la patronal, al gobierno y al gremio, que actúan de conjunto para desgastarlos y derrotarlos.

La ausencia de respuesta de la patronal y el gobierno llevó a los trabajadores a tomar la fábrica hace 6 meses. En un primer momento para reclamar por lo adeudado y luego para exigir la reincorporación de todos los despedidos ilegalmente. Las deudas de servicios, los alquileres impagos, la angustia por no poder poner el plato de comida en la mesa se fueron acumulando. Pero  las soluciones nunca llegaron.

El mismo gobierno que permite a la empresa negrera especular con el salario de los trabajadores, despedir ilegalmente y mantener ociosa una planta productiva fundamental. Cae con toda la fuerza sobre los trabajadores. Un ejemplo de esto es el hostigamiento policial que sufren los compañeros. Tal como sucedió el martes pasado, cuando los policías apostados en la puerta del molino intentaron impedir el ingreso de nuestro compañero Gastón Vacchiani, médico de los trabajadores y Secretario General de UTS. Quien iba a llevarles medicamentos para el tratamiento de las enfermedades crónicas que padecen algunos de ellos y su familiares, y no pueden tratar apropiadamente debido a que hace meses no tienen obra social.

Sin embargo estos maltratos y los grandes despliegues policiales, con caballos, perros, infantería, vallados y demás ataques no han conseguido su cometido. La lucha ya frustró dos intentos de desalojo y sigue firme, con más apoyos y con una exigencia clara: la policía se tiene que ir y los compañeros tienen que entrar a trabajar ya!

Luego de años de conflicto, estamos en momentos de definición. La patronal y el gobierno quieren sacarse de encima a los trabajadores de Minetti. Cuentan para esto con el inestimable apoyo de la UOMA (Unión Obrera Molinera), el sindicato burocrático que entregó la lucha desde un primer momento, negándose incluso a representar a los trabajadores cuando fueron despedidos. Su Secretario General, Fernando Sabir dijo en declaraciones públicas recientes que está en contra de la toma y desconoce todas las medidas de fuerza que vienen tomando los compañeros, a los que acusa de infiltrados y discrimina por sus ideologías políticas.

Del lado de los trabajadores está el apoyo popular, de vecinos, organizaciones y sindicatos. También de legisladoras como nuestra compañera Luciana Echevarría, quien ha estado acompañando desde el primer momento. Esa es la razón por la cual, aunque la orden de desalojo ya está librada, no pueden ejecutarla. Nadie quiere pagar el costo político que significa desalojar a quienes defienden su fuente de trabajo con el único recurso que tienen: su cuerpo.

 Es hora de avanzar hacia una solución de fondo al servicio de los trabajadores de Minetti y de las mayorías populares. La única salida real es declarar de utilidad pública la planta y expropiarla para ponerla a funcionar bajo control de sus trabajadores.

Hoy más que nunca hay que redoblar el apoyo y la solidaridad con los trabajadores. Ellos han hecho todo para defender sus puestos de trabajo. La empresa se ha quedado con toda la ganancia y la puso en la timba financiera, en lugar de producir. En nuestro país hay hambre, sólo en nuestra provincia hay 250 mil personas que no cubren sus necesidades alimentarias básicas. En ese contexto jugar con el pan de la gente es criminal. Por eso insistimos en que la responsabilidad es del gobierno de Schiaretti. No se pueden permitir más maniobras, Minetti se tiene que estatizar y los trabajadores tienen que volver a sus puestos.

Con un gobierno que ajusta y hambrea lo que está en juego en este conflicto es el futuro, no solo de las 150 familias, sino de todos los cordobeses. Los únicos que pueden torcerlo a favor de las mayorías son los trabajadores. Para tan fundamental tarea la solidaridad es clave y desde el MST Nueva Izquierda convocamos a  toda la comunidad a rodear de solidaridad el conflicto, tal como vienen haciéndolo los vecinos del barrio, las organizaciones de izquierda, el sindicalismo combativo y un gran arco de apoyo. Con una meta clara: si Minetti gana, ganamos todes!