Discurso de Fernández: Demasiadas palabras para esconder el ajuste

Durante más de una hora el presidente del país Alberto Fernández habló en la inauguración de las sesiones del Congreso. Recorrió una gran cantidad de temas, en algunos con propuestas claras, aunque incorrectas, y en otros bajo frases generales. La vida de millones de trabajadores, jubilados y sectores populares que no llegamos a fin de mes, no cambiará a causa este discurso, que no anunció ninguna propuesta que vaya a cambiar el rumbo de ajuste y sometimiento al FMI que vivimos actualmente y del cual el gobierno actual es responsable.

Fernández intentó en todo su discurso buscar un equilibrio entre los problemas que heredó, las soluciones que busca mediante el diálogo entre todos los sectores y el anuncio de propuestas que ataquen varios frentes de importancia. Pero la lógica del proyecto que él encarna junto a todo el PJ lo hace partir de un modelo regresivo donde pueden entrar muchas palabras pero todas conducen a un mismo ajuste. Porque está clara la responsabilidad previa de Macri en el desastre al que llevó al país, pero ahora hay otro gobierno, que olvidando sus promesas de campaña, decidió seguir por un rumbo que también sufren las mayorías populares. Su discurso evidenció también esta realidad.

Atados a la deuda con salarios de miseria

Un punto de central de su discurso, referido a la reestructuración de la deuda, liquida toda posibilidad de un cambio progresivo para el país. Fernández insistió en el camino de pagar toda esa deuda ilegítima y odiosa tanto al Fondo como a los fondos de inversión (buitres). Puede adornar esa política con palabras bonitas en torno “a que el pueblo no sea el que pague” pero en los hechos es el pueblo el que pagará, una deuda fraudulenta que no contrajo ni utilizó. El verdadero Fernández es el que prioriza el pago de esta estafa millonaria, que no piensa ni investigar, ni auditar y sí pagar, más allá de los plazos que finalmente acuerde. No es casual que mañana reciba una nueva misión del FMI que viene a auditar nuestras cuentas, mostrando en ese hecho quien domina nuestra economía y nuestro futuro próximo.

Con esta estrategia de fondo que nos ata en forma dependiente y nada soberana, el paso siguiente es que el gobierno no puede anunciar en su discurso ningún avance verdadero en materia salarial y de planes laborales. Todo lo contrario. Lo que Fernández llama “solidaridad” y “esfuerzo” es el nuevo relato que pagamos los trabajadores de a pie. No hay manera de separar el tema de la deuda externa del debate salarial. El ajuste brutal desplegado contra los jubilados y la miserable propuesta salarial docente de días atrás, como intento de modelo para todos los debates salariales que vienen, son la muestra más concreta de que el combo con el FMI incluye ajuste a varias puntas.

Por eso podes hacer un ejercicio muy sencillo; volver a escuchar o leer el discurso de Fernández y fijarte lo siguiente; ¿habló de algún anuncio que cambie tu retrasado nivel salarial positivamente? ¿Escuchaste alguna medida que frene la inflación? ¿Alguna que muestre un plan de obras públicas para dar trabajo? ¿Alguna que termine con la precarización laboral? ¿Alguna que mejore la vida de nuestras y nuestros jubilados? No busques más, no hace falta. No vas a encontrar nada de eso.

Lo que sí vas a ver es que volvió a proponer un acuerdo entre empresarios y trabajadores, expresado a través del “Consejo Económico y Social” que pretende impulsar los próximos meses y que ya tuvo varios encuentros previos. No te alegres por esto, mejor date una idea real de lo que es. Es una reunión entre los principales jefes de las corporaciones financieras y patronales que más han ganado todos estos años junto a lo peor de la burocracia sindical que supuestamente  representa a las y los trabajadores. ¡Imaginate lo que saldrá de ese encuentro! Una nueva entrega de tus derechos bajo el manto de mentiras de “ser solidarios” y “hacer el esfuerzo entre todos”. Para muestra basta un botón, dice una vieja frase. Hoy se movilizaron al Congreso la CGT y las CTA´s en apoyo a esta política de ajuste. Son los mismos que no se movilizan en defensa de las jubilaciones ni de nuestros salarios, como tuiteó Vilma Ripoll: “veo banderas de la CGT y las CTA, pensé que ya no tenían, porque no las vi ni en el Posadas, ni en Cresta Roja ni en tantos conflictos”. Esa misma burocracia, cómplice del ajuste, va a la mesa del consejo social. Lo que saldrá de allí está más que claro. Nada bueno.

Más saqueo y contaminación

Siguiendo con su discurso, Fernández volvió a  reivindicar su política sobre petróleo y minería. Dijo; “Enviaré a este Congreso un proyecto para el desarrollo del sector hidrocarburífero y minero que promueva y estimule la inversión nacional e internacional en el sector”. No está de más aclarar que las inversiones de grandes corporaciones que busca, son las que exigen una legislación que asegure sus fabulosas ganancias, permita la explotación sin límites ni controles ambientales y un mecanismo de contratación laboral flexible, es decir de mayor explotación y más barata. Aunque lo diga con otras palabras a eso se refiere el Presidente. A un  apoyo total e impulso de un plan que ya está en marcha y que saqueará nuestros recursos estratégicos mediante medios nocivos para las poblaciones y la naturaleza.

Justicia y poder político

Por otra parte, Fernández anunció el envío de un proyecto de reformas de la justicia, diciendo entre otras cosas que “Nos proponemos impulsar un reordenamiento de la Justicia Federal que evite el cajoneo o la activación de expedientes en función de los tiempos políticos”. Si hay algo que no lograra este anuncio es terminar con un modelo de justicia dependiente del poder político y vergonzosamente privilegiado. La creación de un nuevo fuero penal y uno acusatorio entre otras reformas, no buscan un cambio real en la justicia actual. Fernández defiende el modelo el modelo de jueces y fiscales elegidos por el poder político de turno, con sueldos millonarios y mandatos vitalicios. Alejandro Bodart correctamente decía al respecto vía Twitter; “que los jueces sean elegidos por voto popular, que sus mandatos sean revocables y ganen como un trabajador”. Pero nada de esto propone Fernández. Justicia  privilegiada y poder político seguirán juntos y a la par. Lo demás es discurso para la ocasión.

Un nuevo proyecto sobre aborto ¿legal?

Como estaba previsto, Fernández se refirió al aborto. Lo hizo en medio de frases confusas, elogios a la Iglesia que se opone a este derecho y sin definiciones precisas sobre el proyecto a presentar. Allí radica el principal problema, porque ya hay un proyecto presentado que es muy claro y que construyeron en común miles de mujeres los últimos años. Como bien dijo desde su cuenta de Twitter Cele Fierro; “habla de despenalizar y es ambiguo sobre qué significa legalizar ¿Para qué otro proyecto si el de la campaña lo sostuvimos miles? Sigamos alertas, todo muy confuso. Y una más: la ESI existe, la clave es que se aplique obligatoriamente”. Las próximas semanas veremos en concreto el proyecto presentado, que parece venir con claras partes celestes en su redacción y señales a la Iglesia, cuando lo que hace falta es ninguna concesión y además avanzar en la separación de la Iglesia del Estado.

Detrás del discurso, lo que viene es peor

Hay muchas otras cosas que dijo Fernández en su discurso que en otros artículos iremos desarrollando. Ahora quisimos centrarnos en estos ejes que entendemos son los centrales y los que marcan el tiempo que viene. En concreto entramos a un período de acuerdo con el FMI y los bonistas por el tema deuda y detrás de eso más ajuste e incluso apertura de cambios estructurales que pide el Fondo, como cambios regresivos en el sistema de jubilaciones y en el plano laboral, como los representantes del capitalismo internacional vienen impulsando en todo el mundo. A eso nos enfrentamos aunque Fernández lo quiera ocultar en frases de ocasión. A eso nos enfrentamos con el peso de la burocracia sindical jugando, como siempre, para el otro equipo.

Frente a esta realidad la izquierda anticapitalista y socialista es la que juega el rol de denunciar el ajuste en curso y de apoyar las luchas que comienzan a desarrollarse. Lo haremos mañana en apoyo a las y los docentes que rechazan el acuerdo entre la burocracia y el gobierno, el jueves junto a los movimientos piqueteros que salen por sus demandas, el 8 y 9 de marzo junto a miles y miles de mujeres, y el 24 de marzo con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, porque no damos vuelta ninguna página. En estas y otras jornadas se va forjando la resistencia a este plan de ajuste que irá creciendo a la par del descontento social, que de a poco comienza incluir a sectores votantes del propio Fernández. Desde el MST en el FIT Unidad estamos en primera línea del apoyo a esas luchas, y convocamos a fortalecer una alternativa política de izquierda que de verdad proponga un camino de ruptura con el FMI, contra el flagelo de la deuda y a favor de las y los trabajadores, las mayorías populares, las mujeres y la juventud.

Sergio García – dirigente del MST en el FIT Unidad