Más cuarentena y un bono miserable

Dos noticias dominaron la escena del lunes que culmina. Una, la aparición del primer caso autóctono de Coronavirus. Van 301 infectados, pero ese es un dato de calidad. Y el gobierno sigue apostando como casi excluyente a la cuarentena general obligatoria, amenazando incluso con extenderla. Nosotros venimos diciendo que es insuficiente como medida aislada para frenar el crecimiento del virus que amenaza con ser exponencial. Desde hace días venimos realizando una fuerte campaña por el testeo masivo como parte de un plan de emergencia integral que, salvo algunas tibias medidas, brilla por su ausencia. Sectores ligados al oficialismo nos han refutado sin fundamentos. El propio Fernández dijo que “es inseguro”. Sin embargo, el test de screening, por método pcr, es el que fue implementado en otros países con resultados positivos. Más allá de las diferencias de escenario epidemiológico, es fáctico que Corea tiene una mortalidad menor al 0,6%, diez veces menos que la de Italia. Y, categóricamente resultados muy diferentes si los comparamos con España. En Corea se realizaron 5000 tests por millón de habitantes mientras que en España fueron 625. Bueno, las evidencias parece que se empiezan a imponer sobre la necedad de los gobiernos ajustadores. Anunciaron la compra de 640.000 tests en España, cuestión que habrá que confirmar y ver cómo se implementa. Y en nuestro país, empezaron a mover el tema. Junto a una muy tibia, parcial y desigual distribución de insumos, empezaron a aparecer las pruebas diagnósticas, pero en un número que aparece irrisorio frente a la necesidad de detectar a los portadores asintomáticos y atacar científica y certeramente a la pandemia. Serían 11.000 en general y de ellos 9.600 en la Pcia. de Buenos Aires, lo que implica solo una prueba por barrio populoso. Pese a las restricciones democráticas, hay que reclamar no solo el testeo, sino las demás medidas que venimos planteando para que haya un verdadero plan de emergencia sanitaria, comenzando por un aumento presupuestario en salud en base al no pago de la deuda usuraria.

Salvataje a los empresarios, migajas a lxs de abajo

La segunda noticia del día, vino a dar de baja alguna expectativa generada en los anuncios que iban a efectuar los ministros Guzmán (economía) y Moroni (trabajo). El famoso salvataje para el 40% que navega en la economía informal ultraprecarizado, fue un mísero bono de $10.000, que se pagaría en abril, sería por única vez y sólo alcanzaría a los informales y monotributistas de las categorías más bajas. Sobre un universo de 5 millones de informales, serían $330 diarios. Una vergüenza. Cuando hace unos días habían anunciado un paquete de medidas claramente direccionadas a las patronales en salvaguarda de sus ganancias, se olvidaron de lxs trabajadorxs y también de lxs sectores populares. Queda claro, quieren que la crisis la sigamos pagando nosotrxs. Con la excusa sanitaria, se hace una utilización impúdica de la pandemia y ante el agravamiento de la crisis económico social que provocaron los empresarios, banqueros y el FMI, otras vez los platos rotos son facturados a lxs de abajo, trabajadorxs registrados, precarizadxs, informales y sectores populares.

Los socialistas insistimos. Necesitamos no solo un programa de emergencia sanitaria, sino un verdadero salvataje, con medidas universales, a todo el pueblo trabajador. Comenzando por prohibir despidos y suspensiones, garantizar el cobro del salario completo y otorgar un subsidio que no puede ser menor a los $40.000 y mientras dure la emergencia para todos los informales y monotributistas, actualizado automáticamente según inflación. Tenemos que organizar el reclamo por estas y otras medidas para que la crisis la paguen los que la provocaron y no nosotrxs.

Guillermo Pacagnini