En medio del coronavirus, el dengue no da tregua en Nogoyá

Por: Keiki González, con la colaboración de Víctor Romero y María Julia Cardozo

Mientras el país está en cuarentena por el COVID-19, los casos de dengue siguen creciendo a ritmos exponenciales en todo el país y Entre Ríos  no es la excepción. En Nogoyá la cantidad de casos es alarmante generando preocupación en miles de familias obreras y populares.

Ayer, viernes 3 de abril, mediante conferencia de prensa y en los diversos medios de comunicación, el intendente de Nogoyá, Rafael Cavagna, el director del hospital San Blas, Javier Ascúa y autoridades provinciales confirmaron 100 casos de dengue hasta el día de la fecha. Cuando a finales del mes pasado, recién se había confirmado el primer caso en la ciudad. Un verdadero foco de infección.

El gobierno municipal y provincial habían anunciado el riego espacial para la jornada de ayer viernes 3 de abril. El pánico invadió la ciudad por la incertidumbre de las formas en las que se iba a fumigar. Claro, no era menor si el ex diputado provincial, Daniel Koch celebraba en sus redes sociales la fumigación llevada a cabo en las juntas de gobierno del XX de Septiembre, Betbeder y Gobernador Febre a través de maquinarias que se emplean para pulverizar con agroquímicos. Realmente nada tranquilizante el uso de esos instrumentos para una desinfección sanitaria, prohibidos absolutamente para estas prácticas.

Todo falló

El Gobierno nacional, provincial y municipal transfieren su responsabilidad a las acciones individuales, cuando no solamente expertos, sino la sociedad en su conjunto confirman la falta de políticas públicas en materia de prevención. Debemos convocar de urgencia a un Comité de científicos y organizaciones de profesionales de la salud pública y tomar todas las medidas requeridas.

La municipalidad y el gobierno provincial han llevado a cabo publicidades preventivas de forma esporádicas, pero estas fueron y serán insuficientes mientras las políticas mantienen condiciones estructurales que precarizan y exponen la vida les trabajadores y sus familias.

El sistema público de salud se ve saturado y sin la capacidad de responder debido a la histórica falta de inversión. Sabemos que quienes vienen sosteniendo los hospitales y centros de salud son les trabajadores. Sin ellxs, no habría salud pública. Lo hacen con una gran exposición al riesgo por las malas condiciones laborales que implican un prematuro desgaste laboral.

Desde el Movimiento Socialista de les Trabajadores (MST), en el Frente de Izquierda Unidad, sostenemos que si realmente se quiere avanzar en la prevención ante el foco infeccioso, el Estado en su conjunto deberá invertir el orden de prioridades y aumentar el presupuesto de salud de manera urgente, apuntando a planificar democráticamente todos los lugares de trabajo y estudio como así también la atención primaria en todas las barriadas populares, avanzando hacia un sistema único nacional y estatal, que articule todos los recursos existentes.