Rosario: gastronómicos en lucha, la otra cara de la cuarentena

La cuarentena obligatoria paralizó la actividad gastronómica de la ciudad. Esto aceleró y profundizó la crisis del sector, que ya venía golpeado por años. Les trabajadores, siendo de les más informales y precarizades, decidimos organizarnos en defensa del empleo y  por nuestros derechos. Acá te contamos nuestra lucha y perspectivas.

La gastronomía en Rosario es una de las principales fuentes laborales para la juventud trabajadora, de la ciudad o de la que viene a estudiar. Reviste, como es tendencia en todo el mundo y nuestro país, niveles de informalidad y precarización atroces que, combinado con la crisis de los últimos años con caída del consumo, despidos y cierre de locales, hacen del sector uno de los más golpeados. En estas condiciones afrontamos el parate de la actividad producto del Decreto de Aislamiento Obligatorio, y fue entonces que todas nuestras dificultades laborales y salariales se agravaron despertando enorme preocupación entre les trabajadores.

El pago de nuestros sueldos quedó preso del grado de precarización en el que nos encontramos. Entre les más vulnerables están quienes tienen contratos en negro, sin obra social, sin aportes, sin ART, mucho menos aguinaldo y adicionales, y que en su mayoría cobran por día. El resto está registrado por menos horas de las que trabaja, los aportes son irregulares y esporádicos, y los adicionales casi inexistentes. En todos los casos, al implementarse el cierre de los locales por las medidas dictadas, no tenemos garantías de que sean abonadas las licencias obligatorias.

A esto se suma la política que tiene el Sindicato de Gastronómicos, que lejos de combatir las condiciones laborales en las que nos encontramos, se apoya en ellas para negociar con la patronal y el Estado, con el único interés de percibir los aportes del trabajador. En esta situación especial de cuarentena obligatoria y desprotección total es que decidimos empezar a organizarnos por nuestros derechos.

La puerta giratoria del rubro que nos ha cruzado trabajando en gran variedad de locales fue la base que permitió crear una red de laburantes conectades. En los relatos de cada grupo de trabajo visibilizábamos las mismas características de precarización, y fue así que logramos sacar un primer comunicado en el cual expresamos nuestra preocupación, nuestras propuestas y nos autoconvocamos para dar la pelea de conjunto.

En estos días, el gobierno ha sacado una serie de Decretos, de subsidios a las Pymes y prohibición de suspensiones y despidos, y además está hablando de flexibilizar la cuarentena. Ante esta situación planteamos tres cosas: respecto de los subsidios, que los montos usados en salarios sean acordes a la canasta básica familiar y cobrados por les trabajadores directamente, evitando a las patronales como intermediarias. Para eso, organizarnos en comités de control es clave. Respecto del decreto de prohibición de suspensiones y despidos, advertimos las trampas e insuficiencias que implica para todes les trabajadores en general, que no abarca los despidos anteriores a la cuarentena, que en gastronómicos fueron miles; que solo se extiende por 60 días, cuando sabemos que la real política de ajuste vendrá en los próximos meses cuando veamos las consecuencias del parate, y que también al excluir de la prohibición a los despidos relativos al art. 223 bis de la LCT, deja librados a los trabajadores a los pactos entre la patronal y la burocracia sindical. Tercero, respecto de la posibilidad de levantar aunque parcialmente la cuarentena, advertimos que si no se garantizan las condiciones de seguridad e higiene necesarias, esa política nos conduce a un desastre.

Por todo eso, creemos que es necesario vertebrar un movimiento de trabajadores gastronómicos que pelee por esas reivindicaciones urgentes e inmediatas, pero también por el fin de toda precarización laboral, la efectiva prohibición de despidos y suspensiones y que si una empresa no cumple, se discuta la posibilidad de expropiarla y ponerla a funcionar por sus propios trabajadores, como lo hacen todos los días.

En este breve camino de lucha, tuvimos la posibilidad de ver cómo quienes nos mandan, las patronales, en sociedad con los sindicatos y los gobiernos cómplices, están organizados y tienen sus asociaciones. Quienes somos jovenes trabajadores gastronómicos, tenemos que activar en política para organizarnos nosotres también. Para luchar por nuestras reivindicaciones y unirlas a las del resto de la clase trabajadora, para que esta vez la crisis no la paguemos les laburantes. Por eso te invitamos a sumarte en el MST.

Ivana Aquino, trabajadora gastronómica y militante de la Juventud Socialista del MST.