UNGS: pandemia, aula virtual y desigualdades sociales

La llegada del Covid-19 a nuestro país desnudó la precariedad de las instituciones del sistema de salud, educación y trabajo, que se vienen destruyendo y desfinanciando hace años por los distintos gobiernos. Hoy millones de personas nos vemos en la incertidumbre de no saber cómo vamos a continuar con nuestras vidas. La crisis nos viene acorralando y llevando hasta las situaciones más decadentes en la que nos podamos encontrar. Nuestra universidad no está aislada de esta situación, al contrario, pone al descubierto las grandes dificultades con las que miles de estudiantes llevábamos nuestros estudios.

Si el año pasado dejo a muches en el camino, este año se va a llevar de un ondazo a varies estudiantes que esta crisis -además de los estudios- se le ha llevado sus puestos de trabajo. Nada de todo esto se menciona en el comunicado de las autoridades de la UNGS. Son muchos más los problemas a resolver que sólo la continuidad virtual de las clases, que aún en caso de resolverse, la misma demuestra la desigualdad de condiciones entre estudiantes, ya que no todes pueden acceder a una red WiFi que les permita estar conectades en las clases y tener el material de estudio. La vida universitaria no se trata solamente de estar en un aula tomando apuntes.

Entendemos que la complejidad del problema y la crisis lleva a dar respuestas apresuradas e inconsultas al resto de la comunidad educativa. Pero hoy más que nunca debemos fortalecer los canales de diálogos entre los distintos claustros y brindar toda la información necesaria para discutir sobre el presupuesto. Por todo lo mencionado: exigimos la regularización de todes les estudiantes en las materias anotadas a principio de año. Ésta es una situación que nos desborda, ya que muches no pueden garantizarse ni siquiera la comida, mucho menos la continuidad de sus estudios por el Aula Virtual.

Nos parece indispensable la apertura de nuevas inscripciones a las becas y aumento de las ya vigentes, para poder hacerle frente a la crisis ya en curso que la pandemia agravo aun más. ¿Qué herramientas nos brindan a la comunidad educativa? ¿con qué herramientas cuenta la comunidad educativa? Les docentes también se encuentran arrojados a su suerte de lo que se puedan garantizar tecnológicamente para asistir a les estudiantes. Por eso creemos, que no existe una salida sin la organización del conjunto de estudiantes, docentes y no docentes. Es el momento de poner en práctica la más amplia democracia en todos los organismos de discusión como los Comités de carreras, que se haga pública toda la información propuesta y que podamos acceder de manera fácil a las decisiones que se van tomando sobre el presupuesto de la universidad que debería en este momento estar al servicio de resolver los problemas estructurales de la comunidad educativa.

Ésta, es la otra pata de la que no se habla, sobre el relevamiento de la situación socioeconómica y laboral a la que nos está llevando esta crisis y que se ve agravada cada día más. Es necesario poner toda la cabeza no solo para resolver la desigualdad a la que nos arroja la cursada virtual, los finales obligatorios, los itinerarios de cursadas con sus respectivas correlatividades que muchas veces nos traban o la superpoblación en las cursadas; sino de las otras realidades que no se habla como la emergencia alimentaria, las suspensiones y despidos de trabajo. Se requiere repensar las prioridades y para eso necesitamos estar más conectades que nunca para poder garantizar las necesidades básicas de nuestres compañeres y la comunidad en su conjunto.

Presupuesto para democratizar y mejorar la universidad

Una de las cuestiones que tampoco se aborda y que creemos muy importante (en caso de la vuelta a clases) es la condición en la que se encuentra la infraestructura de la universidad. Antes de la pandemia, cursábamos en condiciones lamentables: baños destruidos, cables y enchufes sueltos, muchos vidrios a punto de estallar, falta de insumos básicos como jabón y papel higiénico en los baños, etc. damos cuenta a los años de desinversión en la educación. Con la situación que estamos viviendo, debemos garantizar a les estudiante las condiciones necesarias para cursar y no poner en riesgo la salud de nadie. Para esto necesitamos que se debata y discuta el presupuesto de la universidad con les estudiantes, docentes y no docentes. No podemos permitir que nos sigan exponiendo a posibles accidentes evitables.

En este sentido también proponemos que la universidad, mientras que la cuarentena siga vigente, ponga a disposición los laboratorios para la investigación del virus y la fabricación de los insumos sanitarios necesarios, con la participación de les estudiantes, docentes y no docentes, con goce de sueldo y con distribución gratuita de los materiales necesarios. Todas estas medidas pueden cumplirse con una partida presupuestaria extraordinaria, en base a priorizar la salud de la gente antes que las ganancias de los grandes usureros, los únicos que salen beneficiados en esta crisis. Por ello exigimos el no pago de la deuda externa: que el gobierno nacional destine los millones de dólares que utiliza para el pago de intereses a los especuladores financieros, los subsidios a las iglesias y los refuerzos para las fuerzas represivas, para los únicos que realmente pueden enfrentar el avance del covid-19 en el país: la salud y educación pública. Es de suma importancia tomar medidas de fondo para garantizar las cursadas de les estudiantes de manera justa y sin poner en riesgo su salud, ni la de las de cualquier persona de la comunidad educativa.

Escriben: Micaela Mujica (Profesorado de matemáticas) y Mariel Giménez (Licenciatura en Economía Política), secretaria de difusión y prensa del CEUNGS/ MST.