Cana en las calles = ciberpatrulla en las redes

Cana en las calles = ciberpatrulla en las redes

Pablo Vasco, CADHU-MST

Según explicó días atrás la ministra nacional de Seguridad Sabina Frederic, el ciberpatrullaje “tiene un sentido análogo al del patrullamiento en los ambientes físicos”. ¿Pero cómo, ministra? ¿No era que el despliegue policial en las calles es para hacer cumplir la cuarentena? ¿Qué aislamiento obligatorio debería cumplir la población en Facebook, Twitter o Instagram? ¿Será que el coronavirus no sólo se contagia por los estornudos, sino también por las redes sociales?

Es obvio que no. La frase pública de la ministra Frederic es un reconocimiento indirecto de la verdad: ambos controles dispuestos por el gobierno nacional tienen un mismo sentido, que es el control social y represivo. Supervisan los barrios con policía y las redes con ciberpatrullaje para “detectar el humor social”. Si esta última “tarea” también la hacen con fuerzas de seguridad y no mediante simples encuestas, es porque el gobierno prevé que la preocupación y el descontento popular están creciendo. Eso es lo que quieren “detectar”.

Para el patrullaje de las redes se utilizan algoritmos, que son fórmulas matemáticas de búsqueda de determinadas palabras, por ejemplo saqueo o protesta. Hasta pueden controlar las críticas. Ahora bien; si hay en danza algún saqueo o protesta es porque existen causas sociales que lo generan. Y en todo caso dichos problemas requieren del Estado respuestas de carácter social y no persecutorio ni represivo.

Ningún espionaje

Desde ya, repudiamos la hipocresía de Cambiemos. No tienen cara. Macri debutó en la Ciudad poniendo al Fino Palacios en la cama, luego echado por espiar a familiares y opositores. Y cuando fue presidente, junto con Bullrich no sólo espió a los familiares de Santiago Maldonado sino que ordenó toda una batería de medidas represivas, que incluyó desde la doctrina Chocobar para legalizar el asesinato policial por la espalda hasta las picanas Taser.

Pero somos coherentes. Anteayer criticamos el Proyecto X de espionaje de Gendarmería y el tuneo de la ex SIDE como AFI en tiempos de Cristina. Ayer criticamos toda la represión macrista cuando todo el PJ y casi todo el FPV callaban. Y hoy criticamos este ciberpatrullaje del gobierno de Alberto Fernández, que es más de lo mismo pero envuelto en el celofán de la crisis por la pandemia.

Ante el gran escándalo que se armó, ahora Frederic propone elaborar un “protocolo”. Pero con o sin él, el “patrullaje” ataca la privacidad y la libertad de expresión e incluso transgrede la Ley Nacional de Inteligencia y tratados internacionales de derechos humanos.  Es espionaje contra las luchas y el activismo social y político. Por eso los gobiernos capitalistas lo aplican siempre, aunque envuelto bajo distinto discurso. Porque garantizar la calma del sistema capitalista requiere monitorear y en su caso reprimir la protesta popular.

Sólo desde la izquierda somos realmente consecuentes en enfrentar estás prácticas autoritarias en todas sus variantes y en defender los derechos democráticos gobierne quien gobierne, precisamente porque estamos en la vereda de enfrente: la de las luchas y lxs luchadorxs sociales, en la perspectiva de derrotar este sistema y avanzar a una sociedad socialista, sin explotación, opresión ni espionaje.