Repudiemos la represión en Penta: Reapertura de la fábrica y pago de los salarios adeudados

En el día de hoy, un fuerte operativo de la policía de la Provincia de Buenos Aires reprimió salvajemente a los trabajadores del frigorífico Penta de Bernal que se encontraban montando una olla popular frente a su lugar de trabajo en reclamo de la reapertura del establecimiento y el pago de las dos quincenas adeudadas y ante el temor de quedar finalmente despedidos. La brutal represión con balas de goma terminó con cerca de 20 trabajadores heridos y algunos de ellos hospitalizados.

A mediados de marzo, la gerencia de la empresa intentó impedir el ingreso a varios trabajadores y a los delegados electos a fines del año pasado en un intento por descabezar a los trabajadores de sus principales dirigentes y evitar que se desarrollen las demandas por mejores condiciones de trabajo y  salariales. El rechazo contundente a esta medida por la inmensa mayoría de los compañeros desembocó a los pocos días, el 17 de marzo en un verdadero lockout cuando la patronal decidió cerrar la planta dejando a 240 trabajadores en la calle y sin ninguna notificación. Desviando incluso el ganado a faenar hacia los frigoríficos Arenales y La Huella propiedad del mismo grupo empresarial.

Luego de la intervención del Ministerio de Trabajo en el conflicto, se dicta la conciliación obligatoria que la patronal incumple, negándose a reabrir el frigorífico e impidiendo el ingreso a los trabajadores a la planta apoyándose en un grupo de “trabajadores” contratados en negro para “defender” el edificio y como vimos hoy también en la policía bonaerense.

Un dirigente patronal ligado al poder político

Ricardo Bruzzese, gerenciador del frigorífico Penta y del grupo de frigoríficos otrora llamado “El padrino de Don Corleone” (sí, así de impunes son), es actualmente el presidente de la CADIF (Cámara Argentina de la Industria Frigorífica). Enrolado en las filas del peronismo, dirigente de la agrupación “Bases Nacionales Peronistas”y cercano al ex secretario de comercio Guillermo Moreno, fue también precandidato a intendente de La Matanza por el kirchnerismo en el 2011 y uno de los impulsores del programa llamado “Carne para todos”. Involucrado además en maniobras y hechos de corrupción por esos años a través de los Registros de Operaciones de Exportación. Ya en 2013 tuvo un accionar similar al de ahora cuando despidió y persiguió con amenazas de muerte a sus familias a delegados del frigorífico Arenales de Monte Grande. La entidad que preside, CADIF, con roces con el macrismo en la “mesa de las carnes” de la gestión saliente, hoy se  encaminaba a través de Bruzzese a ser el principal interlocutor del gobierno nacional en el sector. Sobre todo, a partir de la caída en desgracia del otro referente peronista en el rubro, Carlos Samid, luego de una persecución de película clase Z en Belice.

Este escenario, hizo que la actual Intendencia de Quilmes, en manos de Mayra Mendoza de La Cámpora, y el gobierno provincial tuvieran un actitud permisiva hacia este grupo empresarial al que tendrían que haber sancionado hace rato ante el incumplimiento de la conciliación y haber dejado en la calle y sin cobrar sus sueldos a más de 240 familias que viven en los sectores más humildes de Quilmes y la zona sur en plena pandemia del coronavirus. Mostrando, además, la insuficiencia, ineficacia y formalidad del decreto de prohibición de suspensiones y despidos del presidente Fernández.

Fueron los trabajadores, los que luego de movilizarse a la intendencia, lograron al menos un compromiso de palabra del municipio de  que se iban a involucrar en el conflicto sin concretarse ningún avance hasta la fecha.

Crece la resistencia obrera

Desde el 17 de marzo, decenas de compañeros vienen realizando ollas populares en la puerta del frigorífico y cortes intermitentes en la cercana rotonda de Pasco y Camino Gral. Belgrano logrando visibilizar su lucha cada vez más, aún con casi todos los medios de comunicación centrados en la pandemia.

Para eso, vienen contando hasta ahora con el apoyo de una de las CTA y, como siempre, de las organizaciones de izquierda entre ellas nuestro MST.

Se exige la vuelta de la hacienda para el faenado, la reapertura inmediata del frigorífico y el ingreso de todos los trabajadores, el pago de las dos quincenas adeudadas a la totalidad de los compañeros, así como el pago de las obligaciones patronales en materia de obra social y otras que la gerencia también viene eludiendo y el reconocimiento de los delegados elegidos por todos los compañeros.

Ante la brutal represión desatada el día de hoy por la Bonaerense que generó un fuerte repudio social, la intendencia kirchnerista criticó el accionar de la policía, el gobernador Kicillof y el ministro de seguridad Berni deslindaron sus responsabilidades y desafectaron provisoriamente a algunos policías involucrados. Y como suele suceder en estos casos todos despejan la pelota y nunca aparece el que dio la orden. Pero no van a poder mirar para otro lado. Es por eso que ya en un comunicado reciente hemos exigido la investigación de una comisión independiente conformada por organismos de derechos humanos para identificar y sancionar a los responsables.

Poco después de la represión, un dirigente de la Federación de Sindicatos de la Carne (FeSiTCaRa) lanzó la convocatoria a un paro general del sector a nivel nacional para el día lunes 13, siendo este uno de los reclamos que los trabajadores venían exigiendo. Hay que apoyar y fortalecer con todo esta medida. Para garantizar que no se vuelva atrás con este llamado fue clave que los trabajadores hayan decidido profundizar las medidas instalando a partir de esta noche un acampe permanente frente al frigorífico y convocar a todas las organizaciones sociales y políticas a sumarse a apoyar esta lucha.

En el marco de la cuarentena y de la crisis económica en curso, los trabajadores vienen exigiendo la reapertura de su fuente de trabajo. En ese camino, sino hay soluciones urgentes y concretas, hay que avanzar a medidas de fondo. Como bien propone nuestra compañera Vilma Ripoll: «La salida no son balas y palos, sino expropiar y estatizar Penta, con todos adentro. Y poner a funcionar el frigorífico bajo control de sus trabajadores para garantizar carne a bajo costo para las barriadas bonaerenses”.

Desde el MST vamos a seguir participando y apoyando con todas nuestras fuerzas esta lucha y llamamos a rodearla de toda la solidaridad posible. Porque, como decimos siempre, si ganan los trabajadores de Penta, ganamos todos.

Fernando Villoslada