Chubut: Cuarentena, educación y crisis capitalista

 

La crisis económica mundial estalló. La concatenación de elementos previos, económicos y políticos que anunciaban un pronóstico de crisis capitalista mundial, se han desatado junto a la expansión mundial del COVID-19.

En este marco, la crisis social, económica y política que vive Chubut es la expresión de una crisis terminal, tras el agotamiento del modelo de acumulación extractivista, post 2001/2002 en la provincia.

 

Chubut y la génesis del ajuste provincial

 

Un modelo que descansó básicamente en los favorables precios internacionales del petróleo en la década siguiente, como fuente principal de ingresos públicos, vía las regalías provinciales. Según la OPEP, de U$S 23 el barril de petróleo en el inicio de la década, llegó a U$S 109 en 2012 para volver a ubicarse nuevamente hacia abajo, a U$S 64 dólares el barril en 2019.

Hoy, en el marco de la crisis económica mundial, con un ciclo signado por tendencias recesivas, guerra comercial entre las principales potencias, políticas de austeridad en países centrales y periféricos, centralización del capital, rentismo y parasitismo financiero, con una caída abrupta del precio internacional del petróleo, se inserta el modelo extractivista provincial, absolutamente dependiente de los vaivenes del comercio exterior y sus eventuales ingresos.

Un primer anticipo de esta crisis terminal se manifestó ya en 2015 con la lucha de los trabajadores del petróleo, en defensa de sus puestos de trabajo en el sur provincial. Y fue tal que puso en jaque la gobernabilidad de Chubut.

Una vez asumido el tercer mandato de Mario Das Neves la salida a este episodio de la crisis fue una producción petrolera subsidiada por el Estado -a costa de sus ya insustentables arcas públicas-, con un “precio sostén” del barril del crudo para asegurarle a las patronales imperialistas llegar a los U$S 50 por cada barril de crudo que la provincia exporta en su totalidad.

Es decir, si el precio internacional del barril del crudo no llegaba a U$S 50, el Estado provincial les ponía el resto. El endeudamiento externo en dólares, sistemático desde 2015 al menos, fue el detonante de este final de ciclo que hoy vive la provincia.

 

La situación actual con el gobierno de Arcioni

 

En Chubut no sólo no se pagan hoy los salarios de la administración pública regularmente, desde hace al menos 2 años. Cuando se transita la segunda semana de abril, los sueldos de febrero aún no se pagaron para más del 50% de asalariados del sector, entre ellos la docencia. Y el abandono de la infraestructura social es dramático en servicios básicos como Salud y Educación.

Esto se da en medio de la parálisis de la cuarentena, extremada en la provincia con un virtual estado de sitio de hecho, con toques de queda diarios a las 19:30hs, prohibiendo la circulación total y la detención masiva de ciudadanos por supuesta violación de la cuarentena, política represiva que se ensaña fundamentalmente con jóvenes de sectores populares.

Para esto el poder Ejecutivo provincial ha dictado una serie de disposiciones que han extremado las medidas nacionales. Los audios filtrados de la cúpula policial son solo una muestra del ensañamiento represivo del súper ministro Massoni, titular de seguridad, en una provincia que no registra afectados por la pandemia.

La camarilla gobernante, con Arcioni y su partido que hacen parte del gobernante Frente de Todos que encabezan Alberto Fernández y el PJ, aprovecha la licuación momentánea de la oposición gremial, cuarentena de por medio, y profundiza el ajuste. Un claro ejemplo se da en Educación, con profesorados donde cierran carreras y sedes y no hacen los nombramientos pendientes básicos para su continuidad funcional.

En el resto de los niveles educativos, el abandono de los edificios es total y completo. No hay transporte educativo en el medio urbano y rural, etc. Aprovechan y profundizan la política de destrucción, para lo cual cuentan con el aval del todo el arco político burgués con representación parlamentaria.

 

Medidas de fondo para el pueblo y la educación

 

Hacen falta cambios de fondo a favor del pueblo trabajador para salir de esta insoportable situación provincial. Algunas medidas básicas son suspender los pagos de la usuaria deuda externa, convocando a una auditoría social que investigue la misma. Esas riquezas producidas con el sudor de la clase obrera, deben colocarse a atender las demandas sociales, al fortalecimiento del presupuesto en salud para atender la emergencia sanitaria, pago de los salarios adeudos, en educación y asistencia social.

Además, para atender la emergencia sanitaria es indispensable unificar el sistema de salud con todas sus existencias en el sector privado, declaradas de utilidad pública. Cono parte de un plan integral democrático, elaborado con el concurso de profesionales y trabajadores de salud.

Basta de extractivismo, es fundamental nacionalizar los recursos estratégicos como el petróleo, la pesca, aluminio, orientados a reinvertir sus ingresos en función de las necesidades sociales en un plan sustentable con el ambiente, sin megaminería.

Junto a estas medidas, reformar la política tributaria ajustando al gran capital con impuestos progresivos, donde paguen más los que más tienen. Sin medidas de este tipo no hay salida para el pueblo trabajador. Para lograrlo, desde Alternativa Docente y el MST en el Frente de Izquierda Unidad venimos planteando una Asamblea Constituyente, libre y soberana para que el pueblo decida sobre éstas y otras cuestiones fundamentales.

 

Corresponsal

Alternativa Docente, Chubut

MST en el Frente de Izquierda-Unidad