#CuarentenaAdministrada ocultando despidos y rebajas de salario

#CuarentenaAdministrada ocultando despidos y rebajas de salario

Sergio García

Finalmente el gobierno explicó anoche, en conferencia de prensa, que medidas decidió para las próximas dos semanas. Como dijo Fernández, se trata de una cuarentena “administrada”, es decir que es la extensión de la misma hasta el 26 de abril, incorporando algunos rubros más y viendo la apertura de otros en cada provincia que lo solicite.

Durante toda su presentación, el presidente buscó mostrar las diferencias entre Argentina y los países más afectados del mundo e insistió en la importancia de mantener el distanciamiento social. Lo hizo hablándole a un país donde, supuestamente, todos estamos tranquilos en nuestras casas, sin problemas a cuestas. A tal punto intentó dar esa idea que incluso se animó a decir que esta nueva etapa “hay que tomarla con alegría” por lo que hemos logrado.

De eso no se habla

Seguramente no deben sentir la misma satisfacción los miles y miles de asalariados que vienen sufriendo las consecuencias de los atropellos patronales que el Estado que encabeza Alberto Fernández deja que se realicen, sin tomar ninguna medida. Desde que arrancó la cuarentena se han multiplicado despidos en diferentes empresas, se extendieron suspensiones en otras y en todas las cadenas de comidas rápida y otras ramas comerciales se le ha rebajado el salario de manera brutal a las y los trabajadores. No es casual que desde sus cuentas en Twitter, esos sectores en lucha salieran rápidamente a criticar el discurso oficial.

El gobierno no habla del tema, lo ignora, y por esa vía no toma ninguna medida para solucionarlo. En su momento dijimos que el DNU de prohibición de despidos era muy limitado y parcial, y así se ha demostrado. Pese a la existencia del mismo las patronales siguen descargando la crisis sobre las familias trabajadoras. Por eso es urgente que se prohíban de verdad todo tipo de despidos y suspensiones. Que se prohíba también la reducción salarial y que se obligue las empresa a cumplir con esto, y si no cumplen que sean multadas con altos costos o incluso estatizadas poniéndolas bajo control de sus trabajadores. En medio de la cuarentena el trabajo y el salario es “esencial”. Y eso hay que garantizar en primer lugar. Referentes políticos del MST en el FIT Unidad fueron reflejando en las redes estas propuestas.

Salir a correr…la ayuda estatal que no llega

Como parte de una presentación que buscó en su forma ser “amigable” hacia la población, el presidente abrió la posibilidad de que la gente pueda hacer algo de deporte cerca de sus casas y mostró preocupación hacia sectores medios, como los monotributistas C y D, ya que según su presentación de anoche, las categorías A y B ya están contempladas en el subsidio de $10.000 y lo mismo millones de trabajadores informales. El único problema que tiene el discurso de Fernández, es que eso no es verdad.

La realidad que encuentran millones de anotados a ese subsidio parcial e insuficiente, es que a gran parte le rechazan la solicitud. Estamos ya a 11 de abril y todavía siguen bloqueados a esa posibilidad una mayoría de los 11 millones de inscriptos. Así maltrata el Estado a los que menos tienen. Quienes podrán salir a correr si les gusta esa actividad, pero lo que seguro no podrán hacer es comprar todos los alimentos que necesitan, pagar sus alquileres y gastos personales, ya que no pueden trabajar y tampoco el gobierno les garantiza un ingreso digno. Esa es la realidad que vivimos, que lamentamos contradecir al presidente, no provoca ninguna alegría.

Trabajo esencial y negocios que no

Por otra parte, los anuncios presidenciales si bien parten de extender la cuarentena, a la vez sigue ampliando sectores que sí pueden trabajar, algo que ya había hecho la semana pasada cuando incorporaron doce rubros más, entre ellos insólitamente a la minería y sectores a cargo, por ejemplo, de deforestar, que nada tienen de esencial y si mucho de ganancia capitalista y destrucción ambiental. En estos casos, como posiblemente en otros que se irán sumando, se ve la presión corporativa para volver a producir y las facilidades que el gobierno les da, aunque luego por televisión nos expliquen que priorizan la salud.

Lo que en verdad debe ser esencial, es todo lo necesario para enfrentar la pandemia y para garantizar los insumos elementales de las familias como alimentos. En este sentido, en lugar de ir abriendo en forma administrada la economía y la producción en general, lo que hace falta es obligar a las empresas a una reconversión productiva, para que las que estén funcionando, solo sean las que se pongan a producir respiradores, camas, barbijos, camisolines, sabanas, alcohol en gel, lavandina y todos los insumos que la salud pública necesitará las semanas y meses que vienen. Lo mismo con los insumos que las familias necesitan para vivir dignamente. Esto y todo el rubro alimentario es esencial, lo demás, en general son negocios capitalistas que presionan sobre el Estado sin importarle la vida de millones.

A la vez, en esos sectores verdaderamente esenciales, hay que garantizar normas sanitarias plenas para las y los trabajadores. Si son trabajadores esenciales, tratenlos como tal. Que tengan los cuidados óptimos, el salario que se merecen y las condiciones laborales sin precarización que hacen falta.

Priorizar la vida y el salario de todes

En realidad, si de verdad se quisiera priorizar la salud de todes, y a la vez garantizar la vida cotidiana de millones de familias hay que tomar una serie de medidas integradas y coordinadas que el gobierno no toma. Porque es necesario extender la cuarentena total, y a la vez acompañarla de medidas económicas y sociales adecuadas, para atender las necesidades de millones.

Por un lado, más allá de los cuadros presentados anoche por el gobierno, y el hecho evidente de que nuestro país no está todavía en un pico ni entre los peores países afectados, la realidad es que la pandemia sigue avanzando a diario. Y frente a esta realidad sigue sin tomarse una medida esencial; realizar test masivos. Solo haciendo eso vamos a saber realmente cuantos contagiados tenemos, como aislarlos realmente y prepararnos a fondo para lo que viene. En esto el gobierno no cumple con las recomendaciones más seria de la ciencia y así andamos a tientas, sin saber realmente cuantos ni quienes están de verdad contagiados.

Junto con esto, como decíamos antes, hay que lograr producir a gran escala todo lo que sea necesario. Y hacen falta informes serios de cuantas cosas tenemos. No alcanzan las frases del tipo “nos estamos preparando” o “para cuando llegue el pico tenemos que tener las camas necesarias”. ¿Cuántas tenemos? ¿Cuántos respiradores? ¿Hay barbijos para millones de personas? ¿Tenemos el personal necesario en los hospitales? Nada de eso informa el Estado realmente. Eso tenemos que saber y volcar recursos para garantizar avanzar en las cantidades acordes a lo que se viene.

A lo que hay que agregarle que, lamentablemente, el gobierno no se animó a tocar la salud privada. En tan solo 24hs tras haber dicho algo al respecto, retrocedió y cedió a toda la presión de las corporaciones de las prepagas. Cuando una medida urgente y necesaria es poner bajo gestión del Estado toda la capacidad sanitaria el país y garantizar una atención esencial e igualitaria, para toda la población.

Junto a todo esto, hay que tomar tres decisiones económicas muy esenciales. Por un lado declarar un no pago soberano de toda la deuda y volcar la totalidad de esos recursos a la salud pública. A la vez ponerles un fuerte impuesto a todas las grandes riquezas y corporaciones que tienen millones y millones en sus arcas y en sus cuentas nacionales y en el extranjero. Y para poder acceder a todos los recursos necesarios y dar todo tipo de créditos accesibles, también el Estado tiene que centralizar el sistema bancario y no permitir que la gran banca privada haga negocios con la crisis y con los sectores afectados. Con toda esa masa de recursos garantizar todo lo necesario para atacar la pandemia y garantizar un ingreso universal, por encima de los $40.000 para todas las familias que hoy no pueden salir a trabajar.

Estamos en una situación excepcional de crisis económica y pandemia. Hacen falta medidas excepcionales y urgentes. No alcanzan las medidas insuficientes, limitadas y fragmentadas. Menos aún sirve ceder a los intereses y presiones de los capitalistas, que son ajenos a la vida de millones. Las y los socialistas tenemos un plan integral y global para enfrentar esta crisis. Es un plan y modelo socialista, que prioriza la vida de millones, por encima de las ganancias de unos pocos.