Radiografía de Entre Ríos a un mes de la cuarentena

Se cumplió un mes del anuncio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Hoy, con el formato de cuarentena «administrada», Entre Ríos se encuentra hace días sin reportar casos nuevos de COVID – 19. En la provincia que, antes de incurrir al confinamiento nacional, se desató una ola de repudios a distintxs funcionarixs y crisis política por el femicidio de Fátima, se suman una cantidad de denuncias por falta de insumos sanitarios, crecen exponencialmente los casos de dengue y aumentan los pedidos de paritarias salariales. Las medidas que se anuncian siguen siendo parciales y a cuenta gotas, cuando urge que se tomen medidas estructurales económicas y sociales frente a la crisis en curso.

Nadia Burgos

La realidad provincial empaña el discurso oficial del “Yo me quedo en casa”

Bordet se siente muy cómodo bajo el libreto nacional, repite una y otra vez que en la provincia se sigue los lineamientos nacionales de Fernández. Con conferencias de prensa diarias, ministrxs y funcionarixs de segunda línea explican las medidas que se han ido dictando, además de agregar un panorama sobre el impacto del virus en la provincia. La realidad que no cuentan, es la que, desde el inicio de la cuarentena, dejó a muchxs entrerrianxs en una situación límite.

Con un índice de pobreza en la capital provincial del 30% y en Concordia del 51% (siendo esta la ciudad más pobre del país), no salir de casa significa, para muchxs, no tener para comer. Es así que, tras el anuncio nacional del confinamiento, miles de personas se volcaron al pedido del Ingreso Familiar de Emergencia y, a pesar de las maniobras del gobierno para reducir el número de beneficiarixs, lo recibirán más de 200 mil entrerrianxs. Esta medida tardía e insuficiente provocó la bronca de los trabajadores informales que no pueden trabajar desde sus hogares y tampoco perciben ingresos fijos. Volviendo así, para ese sector, casi una obligación romper la cuarentena para conseguir los medios para subsistir, poniendo en riesgo su salud.

Si bien, como se refleja en el relato oficial, se anunciaron más de 50 millones de pesos destinados a partidas alimentarias, la burocracia administrativa demora y dificulta el reparto de los bolsones de comida en los barrios más populares. Los artículos que componen los mismos, no contienen alimentos de calidad ni en cantidad necesaria. En tiempo de crisis, desde el Estado, siguen atentando contra la salud de miles.

El panorama en el que se encuentra Entre Ríos cuenta con el ataque, por parte de la gobernación, al sector laboral con más peso, el estatal. Si bien desde el ejecutivo aclaran que el impacto económico, que cuenta con una reducción del 50% de la coparticipación y caída en las recaudaciones provinciales, no va a perjudicar el pago de salarios, en los hechos no se llama a paritarias y se pretende que los trabajadores vivan con un salario mínimo de $22.000. Además, los anuncios de aumentos de los códigos de riesgos para los trabajadores de salud fueron una estafa, estos consistieron en cifras de entre $690 y $1.700, totalmente diferente a lo anunciado oficialmente. Otro ataque al bolsillo fueron los descuentos en salarios municipales, en varias ciudades donde persiste el asueto administrativo, generando una situación de descontento creciente.

Para completar la situación laboral de la provincia hay que agregar que se sigue trabajando sin condiciones de bioseguridad garantizadas. Como reflejo no solo las denuncian empiezan a escucharse desde los hospitales y centro de salud, sino también se multiplican las campañas solidarias en búsqueda de barbijos y otros insumos que el estado no provee.

Cuarentena administrada…por capitalistas

En estas semanas de flexibilización de la cuarentena vimos cómo, actividades no esenciales, comenzaron a funcionar poniendo en peligro la salud de lxs trabajadorxs. Fumigaciones y agronegocio no detuvieron nunca su actividad. Las madereras, como la multinacional EGGER, se suman a las más de 11 actividades recientemente permitidas. Con estas medidas, no hace falta explicar cómo las ganancias de unos pocos se ponen por encima de nuestra salud.

Para contener el malestar provocado por estas decisiones, en la provincia se denota un correlato del accionar represivo de la Ministra Nacional de Seguridad Frederic. Así lo manifestó Rosario Romero, la Ministra de Gobierno y Justicia de la provincia, anunciando que están realizando ciberpatrullaje y ya hay causas abiertas. Siguiendo esta línea represiva, los barrios y lxs trabajadores son quienes más sufren del hostigamiento y presencia policial que va en aumento.

Virus parte dos, el dengue en la provincia

Como si fuera poco, además de la situación socioeconómica y la pandemia mundial que aqueja a Entre Ríos, se suma la propagación del virus del Dengue. A raíz del impacto y producto de la presión social, saliéndose del libreto, el gobierno tuvo que dar explicaciones del aumento exponencial de casos de este virus en la provincia. Con más de 300 casos, con epicentro en Paraná y Nogoyá, los gobiernos siguen poniendo el eje en el cuidado individual por sobre el accionar del Estado. Frente a esta situación es necesario un aumento de presupuesto para salud que permita activar las campañas de prevención, cuidado y acción específicas para detener el avance de la enfermedad.

Las propuestas de la izquierda

Sin llegar al pico de contagio de la pandemia no se puede estar pensando en abrir actividades que no respondan a urgencias sanitarias, alimentarias y de primera necesidad. Hay que priorizar la vida y el salario de todos lxs entrerrianxs. Por eso creemos que hay extender la cuarentena total, y a la vez acompañarla de medidas económicas y sociales adecuadas.

Como medida sanitaria, es indispensable que se avance en realizar test masivos, integrar toda la infraestructura de salud público y privado, en un Sistema Único y Estatal, incorporando a lxs trabajadores a comités de crisis y toma de decisiones.  El acuerdo que Bordet propicia con la medicina privada, va a ser un gran obstáculo para garantizar la salud en unos meses. Ninguna pretensión de ganancias puede estar primero que la atención de la salud.

En sentido económico, hay que declarar esencial a toda rama de producción de insumos claves para la crisis sanitaria, para alimentos y productos de consumo popular. Y obligar a las empresas a reconvertirse para producir lo que el Estado necesite. Declarar el no pago soberano de toda la deuda y volcar la totalidad de esos recursos a la salud pública. Sancionar fuertes impuestos a todas las grandes riquezas y corporaciones. Centralizar y estatizar el sistema bancario y no permitir que la gran banca privada haga negocios con la crisis y con los sectores afectados. Implementar un salario universal de $40.000 para atender las necesidades de desempleadxs, precarizadxs y autónomos, para que quedarse en casa no sea una cuestión de privilegio. Prohibir efectivamente los despidos, suspensiones y rebajas de salarios. Sancionar con multas y expropiación a las empresas que no cumplan. Aumentar salarios, jubilaciones y bonos con cláusulas de indexación a la inflación para que ningún trabajadorx esté por debajo de la línea de pobreza. Impulsar un cambio estructural del modelo productivo de la provincia, prohibiendo agrotóxicos y el agronegocio, redistribuyendo la tierra y expropiando a los pooles de siembra. Sólo con agroecología y democratización de la tierra y las decisiones podremos garantizar la producción de alimentos sanos al servicio de las necesidades sociales.

Desde el MST en el FIT UNIDAD luchamos  porque es posible y necesario planificar la economía y la salud desde las necesidades de las mayorías sociales y no desde los bolsillos de unos pocos y te invitamos a sumarte a dar esta pelea!