Paro internacional de repartidores

El 22 de abril no fue un día normal de cuarentena, la jornada arrancaba con la movilización callejera de los obreros despedidos del frigorífico Penta y además se desarrolló a nivel internacional un paro de repartidores de las apps.

Ajuste patronal, con cómplices

Como venimos denunciando, la cuarentena por coronavirus profundiza la crisis económica que afecta fundamentalmente a los trabajadores y sectores populares, pues, ante la inacción del estado, la patronal aprovecha para despedir a millones, cerrar fábricas para cuidar sus fortunas y en muchos casos rebajar los salarios hasta en un 50 o 70%. A esto lxs trabajadores vienen respondiendo con luchas en distintos niveles, la semana pasada asistíamos a la pelea de los trabajadores de comida rápida que denunciaron a Multinacionales como Mc Donald´s o Burguer King por pagar salarios de hambre, ahora tocó el turno a los repartidores de empresas de plataforma como Pedidos Ya, Rappi y Glovo.

Además de que no son reconocidos como trabajadores de las empresas, los repartidores denuncian que las tarifas que cobran por cada entrega son las mismas que hace un año y medio atrás, con muchas devaluaciones del Peso, aumento de alquileres y alimentos, etc. ¿Cómo un trabajador vive con el mismo salario de hace mas de un año atrás? También, denuncian que las empresas les enviaron tutoriales de cómo hacer barbijos “con lo que hay en casa” ¡Indignante desde donde se lo mire! Los trabajadores de reparto no cuentan con seguro laboral, ni contra accidente, si se contagian nadie se hace cargo y esto es peor para los cientos de trabajadores migrantes que en muchos casos se encuentran solos en el país sin ningún tipo de apoyo. No olvidamos el caso de Emma Riosendaulv que falleció atropellado por un colectivo mientras estaba trabajando.

Tampoco podemos dejar pasar a los cómplices de los patrones, el gobierno de Alberto Fernández nada hace contra estas patronales explotadoras que ganan millones, no hace uso de su mano dura para sancionar a los que despiden o explotan. Como parte del acuerdo social, la CGT sólo hace silencio con los trabajadores, no responde a los reclamos, ni encabeza ningún plan de lucha, con paros, ante el ajuste y los abusos patronales.  Con quien si tiene diálogo fluido es con las patronales, con las que ya están pactando rebajas salariales con el chantaje de “mantener el trabajo”. El “modelo UOM” de colaborar con los capitalistas.

La lucha es el camino, sigamos por ahí

Ante semejante situación obviamente responden con lucha, con un importante paro de carácter internacional. Además de Argentina, hubo movilizaciones de repartidores en España, Guatemala, Costa Rica, Perú y Ecuador, de manera coordinada, denunciando los mismos atropellos y exigiendo los mismos derechos básicos: Aumento de las tarifas por entrega de pedidos y que las empresas entreguen los elementos de bioseguridad ante el peligro de contraer coronavirus.

La lucha tiene frutos. Los trabajadores de Fast Food obtuvieron algunas conquistas parciales como el pago del salario adeudado y los repartidores también pueden arrancar derechos que mejoren su nivel de vida, pero para eso no hay que aflojar, es necesario estar en alerta y movilización permanente. Desde el MST entendemos eso, por eso impulsamos la unidad en la lucha de los trabajadores de comida rápida y de reparto, porque sabemos que la solidaridad de clase es importante en tiempos dónde los patrones solo promueven el sálvese quien pueda.

En ese sentido hoy acompañamos el paro a través de las redes sociales, impulsando tuitazos y difusión masiva del reclamo con #22ANoReparto y #BoicotALosMiserables. También nos hicimos presentes junto a nuestra joven referente Cele Fierro en la concentración en Obelisco, para llevar nuestro apoyo a los repartidores que salen a luchar contra estas poderosas multinacionales. Estamos impulsando encuentros de debates y coordinación para seguir peleando por condiciones dignas de trabajo, para acabar con la explotación laboral. Este es el momento para dar grandes peleas, porque nuestras vidas valen más que sus ganancias y para que los patrones entiendan eso es clave la organización.

Carlos Mareko