ENTRE RÍOS: Coronavirus, dengue y ahora inundaciones

La pandemia no da tregua en el mundo y el número de infectados sigue aumentando conjuntamente con el número de muertes. Nuestro país sigue la sintonía del resto de los países y se prepara para el pico de propagación del virus. Entre Ríos, lejos de estar exenta de esta realidad sufre un doble padecimiento en salud. No sólo se ve afectada por el COVID – 19, también es golpeada por el dengue. Ahora, a estos virus que ponen en vilo a la población y el sistema de salud provincial diezmado por años de desinversión, se suman inundaciones en algunas localidades.

No culpes a la lluvia

Como lo informó el Servicio Meteorológico Nacional esta semana se encontró en el inicio enmarcada por climas de lluvias y tormentas. Al día de hoy, producto del temporal, se ha registrado en promedio 90 milímetros de lluvia en todo el territorio entrerriano. La primera fotografía de algunas partes de las localidades de Gualeguay, Concordia y Paraná, ha sido la de encontrarse tapadas por agua.

Los anegamientos que se provocaron en las calles, fueron los motivos de que cuadras enteras de estas tres ciudades se encuentren inundadas. Este fenómeno recurrente en Entre Ríos tiene una explicación concreta y sobrepasa argumentos que echan todas las responsabilidades a las condiciones climáticas y naturales.

Boca de tormentas colapsadas y un sistema que no soporta un mínimo de precipitaciones, son la consecuencia de una lógica que responde al urbanismo violento que se rige por la construcción constante de edificios en detrimento de las infraestructuras (descuidadas) de las ciudades. Otro factor y de relevancia mayúscula en nuestra provincia, es la soja. El modelo extractivista-sojero, con su combo de deforestación, siembra directa, transgénicos y agrotóxicos, desgasta e impermeabiliza los suelos y es una de las causas mayúsculas de las inundaciones.

Las razones siempre son políticas

Para comprender por qué Argentina es vanguardia en personal de salud afectado por el Covid-19, hace falta echar un vistazo a las políticas de constante ataque a la Salud Pública efectuada por los gobiernos hace varios años. En nuestro caso, la razón de las inundaciones direcciona la responsabilidad hacia los gobiernos del peronismo. Tanto en el período Urribarrista, como en todo lo que va de la gestión de Bordet, nunca se tomaron políticas en dirección contraria al modelo denunciado anteriormente.

El gobierno provincial, como se sabe, es defensor a ultranza del modelo de saqueo agro – extractivista, tanto que lo seleccionó como actividad esencial en el marco de la cuarentena. Pero, además, todos los intendentes de las ciudades nos niegan el derecho a habitar en ciudades al servicio del pueblo trabajador. Tal es así que someten a grandes franjas a vivir sin servicios ni infraestructura urbana mínima. Mucho menos se ocupan de las obras hidráulicas, pasan las gestiones y las ciudades ribereñas siguen sin pensar en una integración y cuidado de los ríos, arroyos y  habitantes a sus alrededores. El extractivismo urbano avalado y fomentado por los gobiernos, nos arrincona a ciudades pensadas para la especulación inmobiliaria, que atenta contra un metabolismo sano entre la naturaleza y sus poblaciones. Esto muestra como la ganancia privada está en la raíz del problema, y así  hoy las consecuencias las pagamos los sectores más pobres. Las inundaciones agravan así una situación de emergencias preexistente y nos obligan a exigir medidas de fondo.

Terminar con el extractivismo urbano y el agronegocio, es acabar el modelo de las inundaciones

Así como sostenemos que hay un modelo inundador y responsables políticos de ese modelo, creemos que es posible y necesario superarlo. En lo inmediato, el estado debe hacerse responsable de asistir social y económicamente a las víctimas. Esto tiene que ser con la mayor urgencia, ya que por la pandemia hay que garantizar las condiciones de salud de manera inmediata a la parte de la población afectada.

Hay que avanzar en una transformación radical del modelo extractivista, que en nuestros territorios implica realizar una reforma agraria radical y agroecológica que termine con el agronegocio. Además de pensar modelos de ciudades sustentables, totalmente opuesto al de las especulaciones inmobiliarias. Un modelo de ciudad al servicio del pueblo y no de las ganancias, donde acceder a una vivienda no sea un problema sino un derecho. El modelo nos inunda, construyamos una alternativa para superarlo.

MST en el FIT Unidad, de Entre Ríos

  • Fotos de Walter Cejas/ElTeroSociales