Estatales: Que la pandemia no postergue nuestros derechos
A la cuarentena les trabajadorxs estatales llegamos arrastrando un cúmulo de problemas. Con una inflación interanual del 53% en 2019, una mega-devaluación del 118% entre abril del 2018 y 2019 y paritarias a la baja en cuotas, nuestros salarios se habían licuado hace rato. En este año, con el cambio de gobierno, la inflación no se detuvo y se aceleró con la cuarentena y la remarcación de los productos básicos. Encima las sumas fijas extras compensadas a través de horas extras, unidades retributivas y viáticos, fueron eliminadas a discreción por les funcionarios a partir del cambio del gobierno.
Se estima que hacen falta $66 mil para cubrir la canasta básica familiar (1), mientras que un salario promedio está por debajo de los $30 mil.
El trabajo precario y en negro es el otro gran problema de larga data. Mediante diversas modalidades de contratación, afecta a más del 30% de nuestres compañeres, atados a la renovación de contrato y golpeados por el aumento del Monotributo en más del 50% (sólo a principios de año). Si sumamos las tareas que el Estado terceriza a empresas privadas, la estabilidad laboral pende de un hilo.
¿Derechos en cuarentena?
El aislamiento social obligatorio desde el 17 de marzo agrava la situación. El gobierno aprovecha las condiciones extraordinarias que impone la pandemia como excusa para cajonear nuestros reclamos y vulnera aún más otros derechos.
En primer lugar, les compañeres de la salud pública son expuestes en la primera línea de la lucha contra el coronavirus, sin los elementos de bioseguridad en cantidad y calidad adecuada. A nivel nacional el contagio de les trabajadorxs de la salud representa a más del 17% sobre el total de contagios, y en Provincia de Buenos Aires representa más del 20%. De la misma forma, les trabajadorxs del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano de la Ciudad realizan atención al público sin elementos de cuidado y protección, también les que trabajan en paradores con personas en situación de calle.
En segundo lugar, el teletrabajo o trabajo remoto que se ha impuesto en muchos ministerios y reparticiones evidencia y profundiza la precarización. La falta de recursos tecnológicos, las condiciones en las que se sostiene y el gasto en servicios básicos, queda a cargo de les propios trabajadorxs. Junto con esto, el Estado no ha creado una normativa que contemple el respeto del horario laboral pero no cesan las exigencias de informes para justificar el trabajo realizado. La falta de regulación habilita a la presión para trabajar por parte de jefes y funcionaries sobre quienes están de licencia, al cuidado de hijes o mayores.
El teletrabajo es inviable sin la inversión en infraestructura y desarrollo de plataformas de conectividad entre les trabajadorxs, los organismos gubernamentales y la ciudadanía. Una estrategia que va a contramano con los miles de despidos y desfinanciamiento del sector público.
Por último, les compañeres tercerizades. En la AFIP, les 130 trabajadorxs de limpieza no cobraron el sueldo desde marzo. En el INCAA, recibieron presiones para trabajar en hoteles y hospitales, sin elementos de bioseguridad, o les avisaron que no cobrarían sus salarios si solicitaban licencias por hijes o mayores.
Como si la situación general fuera poco, algunes funcionaries se animan a decir que por la falta de fondos no sabrían cómo pagar próximos salarios y que habría “sobrante” de planta y que tendrían que achicar al levantar la cuarentena. Sean irresponsables o falsos, muestran que las medidas que se les ocurren son de recorte por lo más fino y precario, como ya varios intendentes y gobernadores vienen haciendo con les trabajadorxs estatales.
Conducciones atadas al Estado patrón
Hay un problema adicional para afrontar esta grave situación, y es que nuestras conducciones gremiales integran el proyecto político del gobierno que, a la cabeza del Estado, es efectivamente nuestra patronal.
Las conducciones sindicales de la CGT y las CTA, vienen de avalar las sumas fijas de 4 mil pesos en cuotas a cuenta de futuras paritarias y la regresiva Ley de Emergencia Solidaria que redujo las jubilaciones a principio de año. Ahora, el Gobierno, la CGT y la UIA acordaron una reducción salarial del 25% para les trabajadores privades. Y si bien las CTAs y las Verdes de ATE no formaron parte de esa reunión, es sólo porque el Gobierno no los invitó a sentarse a la mesa. Por eso no movieron un dedo para frenar ese acuerdo nefasto que anticipa los ataques que se pueden venir hacia el salario de les estatales.
Pero las conducciones gremiales no sólo se encolumnan detrás del Gobierno Nacional, también lo hacen detrás de Larreta. La Ley de Emergencia Económica y Financiera votada el jueves pasado en la Legislatura, fue aprobada por la pasividad cómplice de la Verde y Blanca. No movieron un dedo, un día antes festejaron que se quitara el artículo del pago del salario en cuotas, y con un twitazo intentaron tapar lo inocultable: avalaron el congelamiento salarial y de los pase a planta.
Con todo esto, no sorprende que Catalano en el plenario de delegados de ATE Capital y de cara a la discusión paritaria, diga que “no podemos discutir un piso salarial” o que “por suerte tenemos un gobierno con el que no hace falta preocuparnos”
Organización independiente para enfrentar la crisis
Nuestros derechos y reclamos no pueden quedar en cuarentena. Por eso, desde nuestras agrupaciones impulsamos y realizamos ruidazos en los hospitales y presentamos amparos en más de 10 hospitales exigiendo que cuiden a quienes cuidan. Desde Alternativa Estatal también rechazamos la Ley Larreta y movilizamos a la Legislatura, y junto al sindicalismo combativo, estamos preparando una acción callejera para el 19 de Mayo, en la cual levantemos todos nuestros reclamos.
- No podemos permitir ningún despido, suspensión o rebaja salarial. Por el contrario, tenemos que exigir la reincorporación inmediata de les miles de trabajadorxs despedides durante los últimos cuatro años, porque no se puede seguir engrosando esos millones de personas que en medio de la pandemia no tienen ingreso alguno. Más que nunca tenemos que exigir que se garantice la estabilidad laboral mediante el pase a planta permanente de todes, dando por finalizado las distintas modalidades de contratación y rediscutiendo los convenios colectivos de trabajo.
- De cara a las paritarias, rechazamos que las conducciones vayan sin una propuesta que permita revertir el atraso salarial actual. El piso tiene que ser discutido en asamblea, tiene que ser definido por el conjunto de les estatales. Nuestra propuesta de cara al conjunto de les compañeres es iniciar la lucha por un salario que se equipare a la canasta básica familiar. No podemos ser de vuelta les trabajadorxs quienes paguemos los platos rotos.
- Las Verdes de ATE no van más. Es necesario reorganizarnos por la base y la coordinación de todes les delagades y Juntas combativas para impulsar la lucha. Empezando por convocar de conjunto a la jornada de lucha del próximo 19 de Mayo.
Para dar pasos en ese rumbo, te invitamos a contactarte y empezar a coordinar y trabajar juntes en la conformación de un sindicalismo independiente, democrático y para la lucha, y en la conformación de una organización que enfrente al modelo capitalista que nos dejó en esta barbarie, confinades mientras vemos miles de trabajadorxs en todo el mundo sin acceso al trabajo, a un ingreso o muertos.
Ingrid Urrutia y Germán Villareal
(1) Ejercicio actualizado por la Junta Interna ATE INDEC al 31/03/2020.