Fondo solidario en UNaHur: ¿solidaridad o reparto de la miseria?

En el día miércoles 13 de este mes sesionó por segunda vez en el año el consejo directivo de nuestra universidad, para tratar algunas cuestiones que atañen a su funcionamiento, refrendar resoluciones que se tomaron durante estos meses de cuarentena, y comunicar decisiones tomadas.

Deserción en alza 

En su discurso inicial el rector interino contó que actualmente cursando en nuestra casa de estudio somos 13.000, y que al menos 3.000 compañeres abandonaron este cuatrimestre, nos llama la atención esta cifra ya que en nuestras clases el porcentaje de deserción es mucho mayor al 23%, en clases de 50 personas actualmente cursamos 15, 20 como mucho y hay muchísimos que no se conectaron jamás lo cual arroja un porcentaje de entre el 30 y 40% de deserción. Lo vemos reflejado en los mismos grupos de la uni, donde llueven los memes sobre la deserción como única salida para elaborar la frustración que nos conlleva.

Con respecto a la cursada el rector afirmó: la única opción que había era no hacer un cuatrimestre o hacer un cuatrimestre virtual, cosa que apoyamos pero para poder garantizarlo hacen falta insumos materiales que lo puedan sustentar, por otra parte como también dijo en su discurso cuando se refirió al home office, no solo los elementos materiales garantizan la cursada, sino que hay muchos otros factores que hacen a nuestra posibilidad de permanecer o no cursando como la atención de les hijes, la crisis económica y sanitaria, las rebajas salariales despidos y suspensiones pactados por el gobierno con las burocracias sindicales y las patronales por nombrar algunos.

Fondo solidario

Luego de manera resolutiva comunicó la creación de un fondo solidario compuesto por aportes del sindicato docente, no docente y de personal de la universidad, y que más tarde se agregarían los aportes de docentes que de manera voluntaria podrían donar parte de su sueldo para ayudar a solventar las necesidades de la comunidad en un porcentaje que va del 0,5 al 5%.

Por supuesto que estamos a favor de toda muestra de solidaridad en momentos difíciles como el que estamos viviendo siempre y cuando sean realmente voluntarios y no obligatorios, pero nos planteamos un interrogante, ¿esta solidaridad es un paliativo que encubre otros faltantes, como pueden ser nula entrega de alimentos a los comedores? Cosa que vienen denunciando muchas organizaciones sociales, incluso adherentes al gobierno.

Nuestra solidaridad no puede ocultar que el gobierno acaba de pagar 320 millones de dólares al fondo monetario, que podrían servir para cubrir subsidios de emergencia, mercadería para comedores, incluso las propias necesidades de estudiantes y trabajadorxs de UNaHur, a las cuales se destinaría este fondo.

Esos fondos tiene que salir de los que más tienen, no de los sectores como los docentes que no tuvieron paritarias y la educación pública que sigue funcionando por con el presupuesto que dejo el macrismo (prorrogado por el gobierno actual).

Ajuste para muchos, ganancias para pocos

En esta misma sesión el rector afirmó: (…)”Entendiendo que ningún derecho es nunca un privilegio, pero también un derecho es un derecho de verdad cuando es universal” (…) (refiriéndose al trabajo como un privilegio), explicó por qué los trabajadores de la universidad que cuentan con trabajo seguro podrían entonces  aportar un grano más a la situación de nuestros estudiantes y vecinos. 

En primer lugar estamos completamente en contra de definir el trabajo estable como un privilegio, y por lo tanto nos parece aberrante que sobre la base de considerar privilegiados a los trabajadores se los impulse a donar parte de sus ingresos, de esta forma lo que se entiende es que deberían aportar no por solidarios, sino por privilegiados. 

En este país, los privilegiados son: los bancos, las petroleras que acaban de recibir un subsidio millonario a través del barril criollo y las grandes empresas, es a ellas a quienes habría que cobrarles un impuesto, como el proyecto de ley que fue presentado por el FIT-Unidad y que decidieron no tratar.

Detrás de considerar privilegiados a los trabajadores se esconde la regresiva y reaccionaria maniobra de distribuir la pobreza y no distribuir la riqueza, es decir: sacarle un poquito a los que tienen migajas en lugar de sacarles a los que tienen toda la torta.

Para nosotros lo primero que debería hacer la universidad, como formadora de profesionales con pensamiento crítico y comprometidos con el pueblo y las necesidades populares, es desarrollar un movimiento por el no pago a la deuda externa y el impuesto a las grandes fortunas  que pueda cubrir que los trabajadores puedan tener un salario acorde a la canasta básica, podríamos incluir en ese fondo notebooks para todos los alumnos que dejaron de cursar este cuatrimestre porque es imposible sostener una cursada por celular o con una única computadora, garantizar acceso a Wi-Fi para poder conectarse al campus, combatir la escasez de mercadería en los merenderos y demás necesidades que se vienen expresando en nuestro municipio.

Para poder resolver todas las necesidades que en el contexto de la crisis que se expresa en nuestro municipio hay que cuestionar privilegios reales para poder contar con presupuesto real, por eso planteamos: ni  un peso para la deuda, que la plata la pongan los bancos y les grandes empresas, así podremos generar un urgente aumento del presupuesto educativo, aumento a les docentes y un plan conectar para que todes les universitaries tengan un insumo básico con el cual afrontar  esta cursada que está siendo inviable para la mayoría, también mercadería para los comedores y para todo lo que necesite la clase trabajadora de nuestra comunidad educativa.

Ayelen Rogers

Estudiante del profesorado Universitario de inglés en UNaHur