Priorizan sus ganancias y exponen nuestras vidas; ¿hasta cuándo?

Llegamos al fin de semana y estos últimos días han sido de gran preocupación, dado el importante salto en la cantidad de contagios de coronavirus y un aumento lamentable de muertes, que afectan zonas muy importantes de nuestro país, en particular a toda el área del AMBA, que integra a CABA con el Gran Buenos Aires. Surgen preguntas lógicas: ¿Por qué abrieron antes de tiempo? ¿Por qué ahora demoran en cambiar y frenar? ¿Por qué no implementar otro plan frente a esta crisis económica y sanitaria?

Sergio García

Sufrimos un importante avance de la pandemia cuando tan solo pasaron siete días desde que en una conferencia de prensa conjunta, Fernández, Larreta y Kicillof, anunciaban nuevas flexibilizaciones a la cuarentena. Lo hacían bajo el diagnóstico de que veníamos bien y logrando achatar la curva de contagios. Ya en un artículo del sábado pasado, en forma crítica a esos anuncios, decíamos lo siguiente:

“Tanto en las palabras iniciales de Fernández como en las siguientes de Larreta y Kicillof, se combinó un diagnóstico exageradamente optimista con repetidas autofelicitaciones por las medidas tomadas y felicitaciones a la población. Esa fue su visión extremadamente autocomplaciente en relación a la marcha del plan ante la pandemia y frente a los resultados logrados. Lógicamente, si comparamos a nuestro país con lo que vive EEUU, Inglaterra o Brasil, es fácil darse cuenta que no estamos en esa penosa situación. Sin embargo, el recurso de compararse con los peores ejemplos del mundo es intencional y una maniobra de cero utilidad frente a la crisis económica y sanitaria que padecemos. Esconde la realidad cotidiana que vivimos millones de familias trabajadoras, que muy lejos estamos de estar viviendo una buena situación. Por el contrario, la misma empeora semana a semana(1).

Lamentablemente para las mayorías populares, esta crítica que hicimos tardó muy pocos días en confirmarse. Solamente entre el lunes y el viernes de esta semana, se han contabilizados en nuestro país más de 1300 nuevos contagios y más de 50 nuevas muertes. Alrededor del 75% de los casos declarados como positivos se dieron en el área del AMBA, donde conviven cerca de 15 millones de personas.

El salto de contagios en curso y una curva no aplanada, demuestra por un lado la falacia de los anuncios oficiales, donde se usaron supuestos argumentos científicos para habilitar un salto en la apertura económica y la vuelta al trabajo de cientos de miles. Y por otro lado, el salto actual también nos muestra en forma crítica lo que viene; estamos presenciando solo el inicio de un posible salto mayor las próximas semanas en los niveles de contagio y muertes.

Hace tan solo una semana, para consolidar su propuesta de flexibilizar la cuarentena, el gobierno se apoyo en varios datos sociales; por un lado en el hecho real que en muchas provincias hay muy pocos contagios y allí abrió mucho más la cuarentena. Y por el otro usó a favor de su propuesta el hartazgo social con el encierro y la crisis económica, que lleva a que cientos de miles prefieran volver a la calle, a trabajar para tener dinero para su vida, ya que ni el Estado ni las patronales privadas se lo vienen garantizando.

En este contexto, la esencia del problema que vivimos hoy al menos en la Capital y el Gran Buenos Aires y otras cuantas provincias, es la combinación trágica y muy visible entre un aumento importante de los contagios acompañado por un salto constante de más cantidad de gente en las calles, en medio de una fuerte crisis económica para las familias trabajadoras. Lo que es en todo sentido un despropósito que nos coloca a las puertas de un desastre mayor. Ya que el aumento de los contagios actúales reflejan todavía un momento anterior y no necesariamente la mayor circulación de gente de los últimos cinco días. De ahí que casi no hay dudas, que lo que viene, por la apertura anticipada y equivocada que se realizó desde el gobierno, será peor para miles y miles de familias. En países donde los contagios van disminuyendo es lógico que haya cierta flexibilización. Lo ilógico es que aquí flexibilicen justo cuando vamos hacia un aumento evidente.

Nuestras vidas importan, sus ganancias no

Las y los socialistas del MST en el FIT Unidad tenemos propuestas claras al respecto y la venimos diciendo insistentemente. En su momento dijimos que la cuarentena era útil y necesaria pero que debía ser acompañada por salarios dignos y la prohibición de despidos y suspensiones. Luego alzamos nuestra voz crítica a una apertura apresurada que escondía el objetivo de ceder a las presiones patronales y volver a niveles de productividad y ganancias fabulosas. Recordemos que hace treinta días el gobierno habilitó la actividad minera y las deforestaciones, haciéndolas pasar como actividades esenciales;  indignante. Y ahora habilitó también el cobro de peajes, que no solo no tiene nada de esencial sino que es un castigo para la gente, a quienes les piden que no tome el transporte público, pero si utiliza el auto les cobraran peaje para saciar las ganancias de las empresas concesionarias. A eso le llamamos priorizar las ganancias y no la vida.

Ahora decimos con toda claridad; ¡basta de seguir por ese camino! Esta apertura se transforma en criminal y peligrosa para miles y miles de familias trabajadoras.

Tanto el ministro Gines González García de Nación, como el ministro Fernán González Bernaldo de Quirós de CABA, anticipan que evaluarán hacia la mitad o el fin de la semana que viene la situación para ver qué hacer. Y dicen que ahí verán si hay que volver a una fase anterior o no. Es un nuevo y gran error; si ya se ve hace días que en el AMBA todo vienen avanzando peligrosamente a una gran cantidad de contagios, ¿por qué esperar una semana más para cambiar? ¿Por qué no frenar este mismo lunes el flujo masivo entre CABA y el GBA y lo mismo al interior de ambos territorios? Es un ataque a la salud de la población seguir dejando que circulen grandes sectores por los medios de transporte en estas grandes ciudades, obligados a ir a trabajar en tareas no esenciales, solo para cumplir con las exigencias patronales, de más de mil nuevas empresas que habilitaron para trabajar sin que tengan nada que ver con productos esenciales.

Ante el avance de la pandemia proponemos que en todas las ciudades afectadas con fuerza, se retrotraigan las últimas aperturas en forma urgente. Tanto desde el gobierno como desde los grandes medios de comunicación se agita como algo obvio que hay que mover la economía sí o sí y de esta forma. No es verdad. Hay otras maneras, y hay tiempos posibles sin actividad industrial en muchas ramas, recurriendo a los recursos millonarios de sus dueños que bien pueden afrontar varios meses de gastos laborales y sociales aun sin producir. Que todas las empresas que han ganado fortunas todos estos años garanticen el sueldo de todos sus trabajadores sin ningún tipo de recorte. Y si no cumplen que se sean estatizadas y puestas a funcionar bajo control obrero.

Que el Estado haga lo mismo con el personal estatal y garantice todos sus salarios. Que se prohíban de verdad los despidos y las suspensiones. Y se les dé un subsidio universal de $30.000 a todos los trabajadores informales y desocupados. Que en todos los sectores esenciales se garantice un estricto plan de medidas sanitarias para cuidar a las y los trabajadores. Y por supuesto que se aumente urgente el presupuesto de salud para insumos y contratación de más personal hacia el pico de contagios que viene. Y se haga un verdadero plan de testeos masivos muy superior a los anuncios limitados y parciales que se están haciendo al respecto. Esto sin olvidar la necesidad imperiosa de unificar el sistema de salud bajo gestión estatal, gratuita y universal.

¿Cómo pagar estas medidas necesarias?

No es verdad que no hay plata para hacerlo. Hace 30 días que dan vuelta con el debate sobre un impuesto a las grandes fortunas y todavía no se animan ni a presentarlo, además de tener un borrador de proyecto de Heller muy limitado e insuficiente que no sirve. ¡Solo el FIT Unidad presentó un proyecto real en el Parlamento, que permitiría juntar 15.000 millones de dólares en un solo mes! Y por supuesto debería extenderse durante todos los meses que dure la pandemia, lo cual equivaldría a miles de millones de dólares más.

Pero en la sesión del Congreso el Frente de Todos y Juntos para el Cambio votaron en contra de que se trate. La otra medida necesaria y posible, en vez de renegociar una mejor oferta con los bonistas como hacen Fernández y Guzman,  es declarar un no pago soberano de la deuda externa, y evitar que salga un solo dólar del país en lo que queda del 2020 y después también.

¡Claro que hay plata para garantizar el pago de salarios y todo lo necesario para enfrentar el avance de la pandemia! Sucede que ni el gobierno ni la oposición de Juntos para el Cambio quieren tocar los intereses de los que más tienen. Y mientras tanto siguen mandando a la calle a millones, que sin estas medidas sociales no tienen otra alternativa que salir a ganarse el pan, aún a riesgo de contagio.

Insistimos en estas medidas urgentes, necesarias y posibles. Y también defendemos el derecho de las y los trabajadores a organizarse y denunciar toda esta situación que expone nuestras vidas. Desde el MST en el FIT Unidad convocamos a pelear por nuestros derechos, a  defender nuestras vidas y organizarnos social y políticamente por una salida distinta, socialista y anticapitalista. A tan solo una semana de un nuevo aniversario de la gesta del 25 de mayo, de esa revolución que se animó a dar vuelta todo; ¿cómo no creer hoy también que podemos dar vuelta la tortilla, priorizar nuestra salud y hacer que la crisis la paguen los capitalistas que la provocaron?

 

  • (1) Anuncios en cuarentena; más contagios, más ajuste, menos derechos” Sergio García, 9/5 en mst.org.ar
  • (2) Proyecto de Ley de Impuesto Extraordinario a los grandes patrimonios y a las altas rentas por la emergencia sanitaria ante la pandemia del covid-19